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N.Omnisciente.

El castaño volvió a callar dejando al rubio en espera de su respuesta pacientemente.

George estaba pensando seriamente en acceder a lo propuesto por el castaño, solo lo detenía a aceptar el hecho de que sabía lo que sucedería si hacía eso y tenía algo de miedo de eso. Además de que estaba muy confundido del porque no le parecía algo asqueroso que lo toque en cambio cuando esa chica lo toco sintió que iba a vomitar del asco.

Por su lado el rubio solo se mantenía tranquilo, en espera de la respuesta de este sin querer apresurarlo a que responda pues sabía que era algo muy nuevo para este y que acababa de pasar por una situación desagradable con los toques en ese lugar, así que entendía perfectamente que necesitara de un tiempo para pensarlo.

Cuando el castaño ya estaba apunto de responder a la pregunta del rubio fue interrumpido por los toques en la puerta, haciendo que ambos chicos se sobresalten y miren la puerta con algo de frustración, viéndose obligados a levantarse del suelo y así salir del baño, encontrándose de cara con un chico unos años mayor que ellos totalmente borracho, quien ni siquiera se paro a ver a estos y solo se encerró en el baño una vez estos salieron.

Ambos chicos mostraron una expresión algo fastidiada, el castaño porque no pudo responder a la pregunta y el rubio porque no pudo escuchar la respuesta de este, solo mirándose de reojo sin saber muy bien que hacer ahora.

—B-bien... ¿Qué tal si tomamos algo y dejamos las experiencias con personas para otro momento?— propuso el rubio mientras miraba al contrario con una pequeña sonrisa avergonzada por lo que había sucedido antes en el baño, sintiéndose un pervertido por proponerle algo como eso cuando sabía lo que podría llegar a pasar al hacerlo.

—Si, creo que sería lo mejor— respondió George mientras sonreía de la misma manera al contrario, sintiendo como sus mejillas se acaloraban un poco por la vergüenza de lo sucedido anteriormente.— Esos tipos están dando botellas, vamos a pedirle unas para nosotros— dijo el castaño señalando con la cabeza a los chicos que entregaban botellas de todo tipo de alcohol, como vodka o cervezas.

—No, esas botellas lo más probable es que tengan algo raro, mejor vamos a la cocina, seguro allí deben haber cajas llenas de alcohol— explicó, para luego agarrar la mano del contrario y llevarlo hasta la cocina, atravesando un gran grupo de gente bailando, agarrando fuerte la mano de este para así que no se pierda entre la gente.

Una vez lograron llegar a la cocina el rubio soltó la mano del castaño, mirando por toda la cocina, la cual era bastante espaciosa y lujosa, encontrando varias cajas de alcohol sin sacar, mostrando una sonrisa para luego acercarse y agarrar dos cervezas, que era lo que el castaño había bebido ni bien llegó a la fiesta, caminando hacía este para así darle una de las botellas.

—Aquí tienes, es lo mismo que bebiste hace rato— dijo el rubio para luego abrir su botella y darle un trago a la misma, frunciendo el ceño al principio por lo amarga que era, pero acostumbrándose a ello al momento.

Clases Especiales | DnfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora