Snow Games [Fukuzawa/Mori]

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Si le preguntaran a Mori qué es lo que más disfruta de las épocas nevadas, su respuesta sería jugar en la nieve con su esposo, Fukuzawa, y pelear entre ellos hasta el cansancio.

Siempre esperaba con gran emoción a que empezara a nevar para salir y tirarle la primera bola de nieve al rostro de Yukichi, para que este lo esquive y fuese el mismo doctor el que recibiese el ataque.

Pero no estaba para nada feliz.

¡¿A quién se le había ocurrido invitar a Fukuchi a la casa?!

—Hey, Fukuzawa, ¿sabías que Tetchou está mejorando sus habilidades? Todo fue gracias a ti.—Y soltó una fuerte carcajada, pasando su brazo sobre el hombro de su esposo.

Lo rodeaba un aura oscura y peligrosa al ver tal escena de su pareja y el mejor amigo de este actuar con tanta familiaridad, estaba a nada de agarrar uno de sus bisturíes y clavárselo en el ojo de Ouchi.

"Trata de serme infiel y lo único que tendrás será el cadáver de tu amante desmembrado antes de que te mate con mis propias manos." Eso fue lo que le dijo cuando comenzaron a salir en la universidad y desde entonces Fukuzawa se mantenía alejado de las declaraciones, coqueteos o posibles acercamientos para evitar malentendidos sobre su posesivo y celoso novio.

Mori era muy inseguro, pero la propuesta de su pareja sin duda lo terminó por volver confiado. Seguía siendo celoso, eso sí, pero ya no era tan posesivo con Yukichi. Tampoco es que lo haya sido tanto en el pasado, porque era muy cariñoso y apegado a su hombre albino.

Y no era por nada, pero seguía creyendo que si Fukuchi decidía suicidarse, él le recomendaría un buen puente del qué tirarse.

Fukuzawa soltó un suspiro pesado al ver el rostro inexpresivo de su esposo y sentir la atmósfera pesada alrededor de él. Se soltó del agarre de su amigo y se acercó al pelinegro para besarlo suavemente.

—No te pongas así, Rintarou—tomó su mano y lo miró con cariño—. Te voy a comprar eso que tanto quieres si es que dejas esa cara, que estás asustando a Sensei.

Los ojos de Mori se iluminaron.

—¡¿Enserio?! ¿Lo prometes, Yukichi? ¿Me vas a comprar el nuevo álbum de Elise-chan en donde aparece la coreografía que sacó en su último clip?—Sus ojos despedían brillos y estrellas de la emoción, haciendo que el mayor solo suspire y lo vuelva a besar.

—Si eso es lo que quieres, está bien.

Fukuchi veía asqueado la atmósfera de flores y corazones que despedía la pareja de cónyuges.

—Los dejo solos, entonces.—Movió su mano mientras se levantaba del sofá, tomó su abrigo y las llaves de su auto.

Se fue hasta la puerta de la casa, siendo seguido por Mori, que no perdió la oportunidad de tirarlo de cara contra el suelo nevado apenas estuvo el espadachín en la entrada de su residencia.

—¡Eso es por meterte con el hombre de otro!—Y se agachó para tirarle una bola de nieve cuando el moreno levantó la cabeza. Así comenzando con una lucha "a muerte" entre médico y militar.

Fukuzawa acariciaba a Sensei en su camino a la cocina para prepararle un té a su marido cuando este termine de pelear con su mejor amigo.

Claro que en el momento que menos se lo esperaba, fue arrastrado al campo de batalla para ser usado de escudo anti nieve del doctor cuando el moreno lanzó las "balas" más grandes que tenía en su "arsenal".

Fukuchi se sintió mal por haberle dado al albino de vestimenta tradicional y Mori sabía con demasía de que era imposible que su esposo se enojara con él por haberlo usado de esa manera. Menos aún después de haberlo besado y agradecido de esa manera que había practicado con su hijo adoptivo, Ranpo. Era el método infalible para acabar con el mal humor de su esposo.

Y, oh, cuando Fukuzawa Yukichi se enojaba, no había quien lo detuviera en su camino a la venganza.

Esto Ougai lo sabía más que a la perfección.

No dejaría de Ouchi se fuese de ahí sin probar algo de los juegos del matrimonio Fukuzawa-Mori.

El té se estaba enfriando, pero no tanto como lo estaban los dos ojos azules de Fukuzawa al ver a Fukuchi.

Al parecer Tetchou tendría que buscar otro entrenador después del funeral.

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-730 palabras

-No pensaba en añadir a Fukuchi, pero la historia tomó un rumbo diferente apenas la toqué.

-Acá tienen aproximadamente 30 años, por lo que adoptaron a Ranpo y Yosano cuando los niños tenían 14-15 y cuando los padres tenían 27-29.

Es mi AU y hago lo que quiero con él.

Misaki K.

Christmas Month-[2023]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora