Autocontrol: WinterIron

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Advertencia: Contenido Sexual




El problema inició casi dos años después de que regresaron del exilio a Estados Unidos con sus indultos, cuando Tony y Bucky dejaron de evitarse y comenzaron a acercarse lentamente, avanzando unos pasos y observando si el otro se sentía incómodo, hasta que todos en el complejo los veían juntos.

Ambos acurrucados en un sillón, charlando bajito en las noches de cine.

Cuidándose después de una misión.

Consolándose cuando las pesadillas los atormentaban o Barnes terminaba alguna sesión con BARF o el psiquiatra.

O como ahorita; Tony sentado en un banquito y encorvado sobre una mesa del taller trabajando, mientras el soldado se acurrucaba en un sillón y leía o eso intentaba puesto que sus pensamientos giraban en torno al ingeniero, del hermoso omega del que inevitablemente se enamoró.

Ese fue un problema, uno muy grave. Una cosa es que sean amigos, se cuidaran y se consolaran y otra que Tony lo aceptara como alfa y pareja. Eso nunca pasaría, de eso el sargento era consciente y por lo tanto hizo todo lo posible por controlar a su Alfa interno, sus sentimientos y a él mismo que solo deseaban acercarse al omega y hacerlo suyo, cuidarlo, amarlo y ponerle algún que otro cachorro en el vientre. Lamentablemente y ahora que estaba fuera de la criogenización y lejos de Hydra, eso sería más difícil, sobre todo ahora que sus celos estaban en línea.

Bucky salió de sus pensamientos cuando sintió un calor, del que aún se estaba acostumbrando, arremolinarse en la parte baja del abdomen haciéndolo jadear. Inhalo profundamente en un intento por serenarse algo que fue un error, porque a sus fosas nasales llegó el dulce aroma a café amargo proveniente del omega frente a él, quien se volteó a verlo con sorpresa y curiosidad reflejado en sus ojos antinaturales.

Cuando sintió su polla endurecerse y su alfa interior inquietarse, llamando al Omega mayor, fue que reunió toda su fuerza de voluntad y el poco autocontrol que aún le quedaba para salir huyendo del taller rumbo a una de las habitaciones de seguridad donde VIERNES lo encerrará para evitar que saliera y fuera tras el ingeniero. En su huida, se perdió los gritos desesperados llamándolo.

-*-*-

Este primer celo después de tanto tiempo de no tener uno, fue doloroso y enloquecedor. Bucky tuvo que ser sedado al tercer día cuando se lastimó gravemente después de destrozar la habitación mientras gritaba el nombre del ingeniero, para sacarlo después y llevarlo a la enfermería, donde despertaría días después en compañía de su omega favorito quien lo observaba con tristeza y cariño.

—Lo siento— murmuró con voz ronca inclinándose ante el cálido toque contra su mejilla. Tony negó con la cabeza, cerrando sus ojos y acercándose hasta juntar sus frentes.

—No te disculpes, Buckaroo—dijo con voz inusualmente suave, liberando algunas feromonas para tranquilizar al Alfa. Sus manos callosas acariciaron suavemente las mejillas del sargento— Aunque deberemos hablar.

Si las últimas palabras dichas por Stark pudieron haberlo asustado, el suave besito contra sus labios lograron relajarlo, robándole una sonrisa tímida y esperanzada.

-*-*-

El próximo celo lo paso de igual manera solo (a petición suya, queriendo conocerse mejor como alfa y que la relación con el hombre avanzará) pero en un nido construido por ambos y que tenía el aroma tranquilizador de su futuro omega.

-*-*-

—¿Estás seguro de esto? — preguntó por enésima vez contra los labios de su amante, ganándose un resoplido y lo que estaba seguro era un giro de ojos por parte del hombre entre sus brazos que luchaba por abrirle el maldito pantalón.

Un gemido grave escapó de sus labios cuando su miembro se expuso al aire y fue apretando suavemente por el Omega.

—Estoy seguro que quiero que me folles hasta el olvido y me anudes, ¿suficiente? — gruño aventando al soldado al nido, colocándose entre sus piernas y dándole una mirada que brilló aún más con diversión por el extremis antes de tomar con su boca el miembro del alfa. Bucky echó la cabeza hacia atrás por el placer y rió suavemente ante la agresividad de su Omega.

No pasó mucho tiempo para que la situación cambiará y el ingeniero se encontrara sobre su estómago con el rostro presionado contra el colchón, mientras gemía de placer y un poco de dolor ante el nudo que se formaba en su interior y recibía toda la carga del alfa.

—Te amo Tony— murmuró contra los rizos sudorosos del omega acercándolo más hacia sus brazos, con cuidado de no empujar más el nudo y cubriéndolo con una manta. Rio entre dientes ante la protesta del hombre que le pedía que se callara y lo dejara dormir.

—Tambiénte amo, Copo de nieve— susurro para después dormirse. Bucky sonrió descansandosu mejilla contra la cabeza del hombrecillo.

Omegacember 2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora