Entre Sombras Y Almas (𝘝𝘪𝘥𝘢𝘴 𝘌𝘯𝘵𝘳𝘦𝘭𝘢𝘻𝘢𝘥𝘢𝘴)

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Jungkook avanzaba con paso elegante y seguro por la concurrida calle, los auriculares de alta fidelidad abrazando su cabeza. Su voz, melodiosa y apasionada, tarareaba la canción, creando una sinfonía personal que solo él podía escuchar. A su alrededor, la gente se detenía maravillada por su expresión fascinante, como si estuvieran presenciando algo más allá de lo cotidiano.

La música tejía una atmósfera mágica a su alrededor, como hilos invisibles que conectaban su alma con el mundo. El rostro de Jungkook resplandecía con una pureza y serenidad que dejaba a todos absortos en un profundo asombro. Sus ojos, oscuros y profundos, reflejaban la pasión contenida y los sueños que habitaban en su interior.

Ajeno a las miradas curiosas, Jungkook continuaba su camino hacia la universidad. Cada paso resonaba con una determinación silenciosa, como si estuviera siguiendo una melodía secreta que solo él conocía. La ciudad bulliciosa se desvanecía a su alrededor, y solo existía él y la música, fusionados en un momento etéreo.

Jungkook, con su característica sonrisa cálida y amable, abraza a sus amigos Jin y Yoongi. Los cuales encontró por casualidad en las calles. La escena irradia ternura y felicidad, capturando la camaradería entre amigos que han compartido risas y secretos durante años. Sus voces se entrelazan en una tranquila charla sobre estudios y amistad, mientras el sol derrama su luz sobre los árboles frondosos. El aire está cargado de risas y complicidad, como si el mundo entero se hubiera detenido para presenciar este momento de conexión sincera.

── ¡Hey! Escuché de un extraño lugar en ruinas por aquí cerca. ¿Les parece si investigamos un poco después de clases?
── Preguntó Yoongi, demostrando su curiosidad y deseo de investigar aquel lugar con sus amigos. A lo que muy amablemente Jungkook aceptó, pero Jin no se encontraba muy conforme, así que forzosamente aceptó la petición.

Yoongi observó su reloj con horror al percatarse de la hora. Ya era tarde.
── ¡Oh, no! ¡Ya es tarde!
── Con premura, Yoongi tomó a Jungkook del brazo y salió corriendo, pues realmente era demasiado tarde para llegar a la universidad. Jungkook tenía una dificultad en una de sus piernas, lo que le complicaba seguir el ritmo de Yoongi.
── ¡Yoongi, espera! ── exclamó Jungkook.

¡Yoongi! ¡Jungkook no puede correr! ── gritó Jin mientras los perseguía.

Yoongi se detuvo al instante ante las palabras de sus amigos. Muy apenado, soltó a Jungkook.
── De verdad, lo lamento. A veces olvido lo de tu pierna... ── dijo Yoongi, visiblemente apenado y un poco decepcionado.

── No te preocupes, solo déjame recuperar un poco el aliento... ── respondió Jungkook mientras se apoyaba en la pared, su respiración era agitada.

Jin le propinó un pequeño golpe a Yoongi en el brazo, con una expresión ligeramente molesta. Luego, dirigió su mirada hacia Jungkook.

──¿Quieres que tomemos el autobús? ── preguntó Jin a Jungkook, su voz denotando notable preocupación.

Jungkook sonrió amablemente mientras recuperaba el aliento y respondió:
── Eso sería estupendo. Gracias, chicos.

Con pasos apresurados y corazones agitados, los tres amigos se detuvieron en la parada de autobús. La ansiedad se apoderaba de ellos con cada segundo que pasaba. El tiempo parecía estirarse como un elástico tenso mientras esperaban. Finalmente, el rugido del motor anunció la llegada del autobús, y los jóvenes se apresuraron a subir. El interior estaba impregnado de un aroma a asientos desgastados y sueños compartidos. El vehículo se movía con una urgencia que reflejaba la suya, y las luces de la ciudad parpadeaban como estrellas fugaces en la ventana. Cada parada era un suspiro contenido, una pausa en su carrera contra el tiempo. Y así, con la misma prisa con la que habían llegado, los tres amigos descendieron del autobús y se dirigieron hacia la universidad.