❝ A LOS DIOSES..ENTREGO MIS DÍAS, PUES EN SU SOMBRA FLORECEN MIS SUEÑOS ❞
" Que mi fe no flaquee, que mi devoción no se marchite, que mis sueños no mueran en el olvido, y que mi sangre, si ha de derramarse, sea la tinta con la que los dioses escriban mi destino. "
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⋆ SIPNOSIS - ACTUALIZADA. ⋆
En los márgenes de la historia, donde el ruido se disuelve en susurros y los presagios se entrelazan con sus sueños. Su mente es un tapiz de visiones incomprendidas, de hilos dorados que solo ella puede ver, de palabras que se deslizan entre sus labios como versos de un poema olvidado, helaena, el segundo vástago de alicent Hightower, la reina verde, es quien tiene una historia más profunda que el legado de su propia casa.
No busca el poder ni la guerra, pues su reino es uno de sombras, donde el destino se pliega y se retuerce en figuras que solo ella comprende. Hay quienes la llaman profeta, otros la creen extraviada en su propio mundo, pero Helaena conoce la verdad: el futuro es un espejo roto y ella, la única que puede recoger sus fragmentos, unir los hilos.
Aislada en su palacio de silencios, encuentra consuelo en las criaturas aladas que nadie más escucha, y en un hermano que, aunque distante, es un reflejo torcido de su propia soledad. Su historia no es de espadas ni conquistas, sino de una danza en los límites de la cordura, donde la realidad y la fantasía se funden en una melodía que solo ella puede oír.
Desde su infancia, Helaena ha visto lo que otros ignoran. Sus sueños son hilos de un tapiz inacabado, visiones que arden en su mente con la claridad de una verdad irrefutable. Entre susurros y sombras, ha contemplado el destino pintado en tonos de sangre: la caída de su familia, su propia muerte, el peso insoportable de una tragedia escrita mucho antes de su nacimiento, y todo por la ambición propia.
Pero esta vez, el destino tiembla. En el reflejo de sus pesadillas, una grieta se abre: una posibilidad, un murmullo entre los dioses que la observa con expectación. Si el futuro es un río que siempre desemboca en la misma costa de desdicha, ¿podrá ella alterar su curso? ¿O es solo una ilusión, otro juego cruel de los dioses para enredarla en la desesperación? despertaba cada noche en pánico corriendo a los catres de sus pequeños hijos, con el temor de vivir una y otra vez la espantosa muerte de sus amados niños. Una pesadilla que únicamente reconocía con repudio.
