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Año 127 D.C. - King's Landing
La noche seguía envolviendo la Fortaleza Roja en su manto de sombras cuando Helaena se encontró nuevamente despierta. No porque quisiera, sino porque sus pensamientos no le daban tregua.
Aegon estaba allí, como la noche anterior, recostado en el diván de la habitación, girando su copa de vino entre los dedos. Parecía más cansado que de costumbre, como si incluso la idea de beber le pesara.
Helaena se sentó en el borde de la cama, observando la danza de la llama en la vela sobre la mesa. Sus pensamientos fluían como ríos en diferentes direcciones, pero al final siempre terminaban en el mismo mar.
━━¿Te has preguntado alguna vez qué es lo que realmente quieren?
Aegon entrecerró los ojos, su mirada perdida en el techo.
━━¿Quiénes?
━━Madre. Abuelo.
Aegon dejó escapar una risa seca.
━━¿Te refieres a su obsesión con verme en el Trono? Es bastante evidente, ¿no crees?
Helaena ladeó la cabeza.
━━Lo dicen como si fuera tu derecho. Como si no tuvieran otra opción. Pero no es verdad.
Aegon resopló.
━━Para ellos lo es.
Helaena bajó la mirada a sus manos.
━━No es por ti.
Hubo un breve silencio. Aegon dejó la copa a un lado y la miró con el ceño fruncido.
━━¿Qué quieres decir?
Helaena se humedeció los labios, eligiendo las palabras con cuidado.
