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¿Que pasaría si Panem fuera un lugar diferente al que conoces? ¿Que pasaría si los juegos del hambre nunca existieran y los 13 distritos están intactos?
Él es un Snow y ella hija del enemigo numero 1 de la familia de él, aún así la tensión...
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Crassus Snow estaba en el salón mirando unos papeles que necesitaba mandar mañana por la mañana directamente al distrito 13, cuándo los pasos de una Tigris apresurada lo alertaron, se puso de pie.
—Si, voy para allá— Crassus miró la hora 2:34 AM, se preguntó por un momento, por quién llamaba a la chica a esas horas, caminó hasta la puerta y se cruzó de brazos. —Sí.
—¿Quién es?— preguntó Crassus cruzándose de brazos, Tigris se congeló en la puerta y miró al patriarca de la familia.
—Una amiga, se ha puesto hasta los pies de cerveza y quiere que la llevé a casa— Respondió pero el hombre notó cierto nerviosismo en la voz de la chica pero decidió fingir demencia aunque ya sabia que no se trataba de una amiga.
—Ve y con cuidado, que hoy los idiotas manejan ebrios— Le advirtió y ella asintió, Crassus dió medía vuelta para volver al salón, la chimenea estaba encendida ayudaba a que la habitación no se enfriará, era bien sabido que la mansión Snow era famosa por ser fría gracias a sus pisos de mármol y grandes ventanales.
Miró algunos papeles pero no se pudo concentrar ya que la sospecha lo estaba carcomiendo así que se acercó al teléfono de la casa así que llamó a sus contactos, al ser el encargado de los policías, los militares y agentes de la paz le daba cierta ventaja, él sabía todo. Así que sus sospechas fueron ciertas: su hijo estaba en la comisaría del Corso, así que espero en la entrada de la mansión.
Coriolanus abrió la puerta de la mansión y vio a su padre al pie de las escaleras, miró a Tigris y ella negó.
—Vete a tu habitación— Ordenó Crassus a la rubia, ella asintió dejando a Coriolanus con su padre, el mayor señaló la sala, Coriolanus entró con la cabeza agachada, Crassus se quitó el cinturón de su pantalón. —Quítate la camisa—. Ordenó molestó, las manos de Coriolanus temblaron así que comenzó a desabotonar su camisa negra para dejarla en una silla, su espalda dejando que el aire frío le tocará está estaba llena de cicatrices y marcas rojas.
—¿Cuándo aprenderás?— Dijo Crassus haciendo sonar el cinturón. —Eres un Snow debes de traer honor y orgullo a esta familia—. El hombre golpeó con fuerza el cinturón con la espalda de su hijo, este se aferró al respaldó de la silla con fuerza al sentir el contacto del cuero en la piel. —Me pregunto muchas veces, en que hice mal cuando te eduque— Otro golpe y Coriolanus apoyó su frente el respaldo, se mordió el labio de abajo para evitar hacer algún ruido, otro golpe. —Te lo he dado todo y me pagas llegando a casa borracho—. Otro golpe que hizo que Coriolanus arqueara la espalda debido al horrible dolor, una lágrima empezó a bajar por la mejilla de Coriolanus, Crassus lo volvió a golpear. —A veces me preguntó sí tu madre y yo hubiéramos muerto durante la guerra, ¿Qué habrías hecho tú? Serías como yo seguramente— Dió dos golpes más y eso molestó a Coriolanus así que con fuerza habló.
—Nunca— Dijo Coriolanus en un murmullo que escuchó Crassus, Coriolanus lo miró con sus ojos rojos llenos de lágrimas.
