La cueva del monstruo

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-Gracias por dejar que Merlina colocara su tablón aquí -le agradecí a Eugene.

-Enid no me deja tenerlo en el dormitorio -explicó Merlina.

-Descuiden, mi colmena es su colmena. Supongo que esta es la criatura que aterroriza el bosque.

-¿Habías oído del monstruo?

-Rumores, la maestra Fitz me prohibió buscar insectos hasta nuevo aviso, y dijo que había un oso suelto, pero sabía que no era cierto, su época de hibernación es distinta. Hablando de monstruos con garras afiladas -se volvió y tomó un frasco de miel, se lo extendió a Merlina-, ¿le das esto a tu roomie? Hazme quedar bien, escuché que aún no tiene cita para el Rave'N.

-Eugene... -reprochó la interpelada.

-Sé que la probabilidad de que me invite es casi cero, pero no me importa, voy a seguir esforzándome hasta que Enid por fin... se fije en mí.

-¿Y si nunca lo hace?

-Lo hará, mi esfuerzo es a largo plazo, mis mamás dicen que seré apreciado cuando sea mayor, sé que su objetivo es hacerme sentir mejor, pero -Merlina lo interrumpió.

-Escucha, personas como nosotros somos diferentes, con intelecto original, somos foráneos intrépidos en este vasto pozo de adolescencia, no necesitamos estos ritos triviales para validarnos.

-¿Entonces tampoco vas a ir al baile? -inquirió un tanto emocionado, supongo que por no ser el único que falte. Él ya sabe que no iré.

-De hecho sí voy, con Xavier -suspiré.

-Ok -dijo triste.

-No es que me guste Xavier, tengo intereses especiales -aclaró-. Los dibujos son lo más cercano a una pista que tenemos para tratar de parar esto -los tres miramos el tablón, Eugene dio un paso al frente.

-Ese círculo... creo que sé de dónde es -miré a Eugene sorprendida.

-Enséñanos -Merlina tomó uno de los dibujos de Xavier.

Salimos de la cabaña en dirección al bosque. Caminamos por varios minutos hasta que llegamos a lo que parece ser una cueva. Merlina sacó el dibujo y lo comparó.

-Definitivamente coincide -confirmó-. ¿Qué estabas haciendo aquí?

-Recolectaba especímenes, este punto es el epicentro para las polillas gitanas. ¿Creen que esté adentro? -preguntó refiriéndose al monstruo.

-Lo vamos a averigüar -caminó a la entrada de la cueva, nosotros la seguimos.

-No soy muy fan de los espacios cerrados, soy claustrofóbico -informó el chico.

-Quédate con él, si me oyen gritar "asesinato" lo más seguro es que me esté divirtiendo -con eso entró a la cueva. Eugene y yo nos miramos, y sin mediar palabra decidimos seguir a Merlina.

El lugar estaba oscuro, así que saqué el mechero, lo encendí y usé el fuego para alumbrar, Merlina y Eugene tenían linternas.

-Sin duda es su guarida -dijo Merlina.

-¿Esos son... de humano? -preguntó Eugene asustado mientras veía los huesos esparcidos por el suelo.

-No lo creo -le mostré el cráneo de un venado.

-Aquí hay algo -Eugene apuntó con la linterna a unos grilletes colgados en la pared. Merlina siguió buscando algo, hasta que se agachó.

-Éxito -alumbró una garra, seguro es del monstruo.

-¿Qué es eso?

-Es una evidencia -le aclaró a Eugene mientras tomaba la garra y la guardaba en una bolsa plástica.

Confianza || Merlina Addams x TN FemDonde viven las historias. Descúbrelo ahora