Mi nueva estrella, el campeón

Parte 2

Después de eso, no volví a hablar con Sergio hasta el 29 de abril, 3 años después. Era 2018 y era mi cumpleaños, lo cual era la gran cosa porque cumplía 18 años y había estado organizando esta fiesta por 9 meses, verdaderamente mi bebé.

Abrí los ojos y escuché cuchicheos en el pasillo, de repente se abrió la puerta de mi cuarto y entraron mis papás, con un pastel en las manos, 18 velitas mientras me cantaban las mañanitas.

—Sopla las velas princesa, pide un deseo—

Soplé las velas en el pastel mientras pensaba mi deseo, que este año sea más feliz que el pasado, desde que cumplí 12, ese siempre ha sido mi deseo

—Muchas felicidades princesa— mi papá me dijo mientras se escurría una lágrima por sus mejillas

—Mi niña hermosa, muchas felicidades, te amo— aún no podía creer que esas palabras habían salido de la boca de mi mamá pero, como es mi cumpleaños, hoy es el único día que no se comporta como mi enemiga número uno.

Este fue un gran viernes la verdad, fui a la universidad, desayuné con mis amigos y después fui a mi clase de ballet. Terminando fui corriendo a mi casa para arreglarme, me bañé, me maquillé, me peiné y me puse mi disfraz, mi fiesta era de ballet, Lago de los Cisnes para ser más específica. Mi disfraz era bellísimo, no exagero, mi mamá logró que me confeccionaran el tutú y leotardo de Odile, el cisne negro, era un leotardo hermoso de gamuza, con un tutú perfecto, lleno de brillos, mallas negras y mis zapatillas negras también, el conjunto era bellísimo y yo me sentía hermosa.

La fiesta comenzó, mis amigos de la universidad estaban ahí, todos muy comprometidos con la temática, invité algunos amigos de la prepa quienes hicieron su mejor esfuerzo, mis primos y algunos amigos de la familia; hoy era la fiesta de jóvenes, diría mi papá, y mañana era la fiesta familiar.

Eran las 11:30 cuando mi mamá sacó de la cocina mi pastel, todos me rodearon y nuevamente cantaron las mañanitas, mientras soplaba las velas y volvía a desear lo mismo que en la mañana y que en los últimos 6 años, vi a lo lejos una cara conocida pero olvidada, era Sergio.

Mi mamá estaba repartiendo el pastel, todos haciendo montón para alcanzar un pedazo, y yo corrí hacia dónde Sergio para ver si mis ojos me engañaban o me estaban diciendo la verdad.

—Sorpresa bicho, feliz cumpleaños—

Sergio se acercó y me abrazó, un abrazo que había estado esperando desde ya bastante tiempo, después de abrazarme, pegó su cara hacia la mía y dijo casi tocando mis labios con los suyos:

—Sofi, te extrañé como no tienes idea, anhelaba mucho estar en tu día especial—

Y antes de poder besarlo, nuevamente volvió a abrazarme.

La fiesta siguió su curso y terminó, todos se fueron a sus casas, Sergio incluido. Valentina, mi mejor amiga, se quedó a dormir conmigo, pues estaba invitada a la comida del día siguiente

—No puedo creer que haya venido hasta México solo por tu cumpleaños—

—No entiendo, para qué vino, qué espera—

Después de eso no le dimos mucha vuelta al asunto, terminamos de desmaquillarnos y nos acostamos a dormir.

Al siguiente día mientras desayunábamos, mis papás no paraban de alegrarse por la llegada de Sergio a México

—Hablé temprano con Marilú, Checo salió corriendo de China para llegar a Guadalajara de sorpresa, quería aprovechar esta semana por su aniversario y de paso el cumpleaños de Sofi—

Mis tíos se casaron en abril, así que mientras yo festejaba mi cumpleaños, ellos festejaban su aniversario, por eso Sergio estaba en México, claro que no era por mí, cómo pude pensar eso.

Terminamos de desayunar y nos arreglamos para la comida

—Yo se que es es el aniversario de sus papás, pero viajar hasta México por eso, no lo ha hecho jamás en su vida y justo este año que tú cumples 18, decide que es momento para festejar el matrimonio de sus papás— exclamó Valentina con tono burlón

—Te lo juro estoy igual de confundida que tú, además ayer casi nos besamos y al final se fue como si nada, como siempre. Puta madre Sergio—

—Ey Sof, no, no dejes que ese tarado altere tu día. Hoy sólo se trata de ti—

La verdad es que soy muy afortunada por tener a Valentina en mi vida, es la mejor amiga que alguien puede tener.