Sonine one-shots

Day 5: Spin-off

Ship: Sonine.
Idea principal: Se sitúa en el juego Sonic Frontiers. Sonic se encontraba en Starfall Islands intentando solucionar el problemón en el que se había metido. Entonces un portal aparece y sale un zorro físicamente algo diferente a su amigo Tails.

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La chispa eléctrica se movía sobre el terreno con agilidad sobrenatural, cada paso un destello que cortaba el aire. Su velocidad era como una partitura escrita en la tela del espacio y el tiempo. El cobalto se embarcaba en esta carrera contra lo desconocido, sus pies ágiles tocando la tierra y césped con determinación mientras buscaba desesperadamente pistas que lo guiaran a través del enigma que se cernía sobre él.

Este nuevo desafío no solo amenazaba su propio bienestar (el cual dejaba de lado por el de otros), sino también el de aquellos que eran más que simples compañeros de aventuras: sus seres más preciados, sus amigos. En su corazón resonaba el compromiso inquebrantable de devolver todo a la normalidad, de desentrañar el misterio que amenazaba con absorberlos a todos en un extraño y vasto lugar cuyos secretos aún escapaban a su comprensión. La tarea era monumental, pero estaba dispuesto a enfrentarse a lo desconocido. 

En medio de su vertiginosa carrera, se detuvo de golpe, sus agudos sentidos captando un sonido inusual que reverberaba a sus espaldas. Su oído afinado le indicó que algo no estaba en sintonía con el ritmo "familiar" del entorno. Los destellos de sus ojos esmeraldas se dirigieron hacia arriba, donde una anomalía en el tejido del espacio captó su atención de inmediato.

Un portal, a diferencia de los que solía encontrar en el cyber espacio, se abría ante él. Era una explosión de colores y detalles que parecían desafiar las leyes de la realidad misma. La gama de tonalidades danzaba en una armonía visual, una puerta a un reino que trascendía la frialdad actual.

Con su velocidad y curiosidad inigualable, Sonic se posicionó frente al portal, sus ojos examinando cada detalle de esta nueva entrada al desconocido. No solo era una brecha dimensional, sino un cuadro vívido que contrastaba con la estética tecnológica del ciberespacio. Este portal emanaba una energía diferente, una que resonaba con la esencia misma de la diversidad dimensional.

Y entonces, como una nota fugaz descendente en una partitura, alguien emergió del remolino de colores rojizos a tonalidades más claras. El cobalto observó con atención, sus instintos detectando la figura que descendía. Era un ser que, a diferencia de la tecnología ancestral y criaturas con las que había interactuado, tenía la apariencia de un habitante de mundos más allá de su comprensión.

— ¿Tails...? — murmuró con una calma que parecía desafiar la urgencia del momento. Se volvió hacia el sonido de la caída, su mirada fija en la nueva silueta que se perfilaba ante él. Al principio, una pausa paralizante lo retuvo en su lugar, pero su instinto lo impulsó hacia adelante el que ahora yacía en el suelo.

El parecido con su querido mejor amigo era innegable, pero las marcadas diferencias resplandecían con claridad. Aquella versión presentaba una amalgama de cambios, desde la indumentaria hasta las extensiones biónicas que adornaban su ser. El pelaje, una paleta de tonos ligeramente diferentes, y unos ojos más apagados, revelaban la singularidad de esta nueva encarnación.

— ¿Sonic...? Tú... Yo te dejé en Ghost Hill. No entiendo, ¿has venido hasta acá para quitarme los fragmentos? — Se puso a la defensiva tanto física como verbalmente mientras se levantaba, intentando resguardar los fragmentos que supuestamente poseía. No obstante, al percatarse de que ya no estaban en sus brazos, la sorpresa se dibujó en su rostro. 

De todas formas, iba a ser un problema del futuro que le tocaba solucionar después. Ahora había algo por lo cual dirigir más su atención.

— ¿Ghost Hill? ¿Algo así como Green Hill? — preguntó con curiosidad, su tono de voz llevando consigo una seriedad matizada por la confusión. Aunque notaba las diferencias, la similitud hacía pensar al erizo que se encontraba frente al zorro de pelaje dorado. — ¿Qué pasa con ese aspecto tan edgy, Tails? Me alegra verte de nuevo, por cierto. — agregó, su comentario llevando consigo una mezcla de sarcasmo y genuina felicidad.

— ¡Eres... un completo idiota! ¡NO soy ese y sigues insistiendo! ¡¿Te divierte hacerme sufrir?! — Los ojos celestes grisáceos destilaban furia y resentimiento. La ira del zorro se exacerbaba, proyectándose de manera intimidante hacia aquel a quien creía reconocer como el velocista infantil que había conocido antes.

Lo que parecía una inminente confrontación, impulsada por el arrebato del momento, sembró una confusión adicional en el borroso erizo azulado. Había una posibilidad de un enfrentamiento, pero la incertidumbre flotaba como una sombra entre los dos, oscureciendo aún más la percepción del erizo. A cada intento de ataque él respondía esquivándolo e intentaba hacerlo entrar en razón.

— ¡Wow, wow! Tranquilo, amigo. Creo que no soy a quien buscas, ¡así que cálmate! — intentaba tranquilizar al ajeno con gestos conciliadores. 

El melocotón, todavía inmerso en la confusión, observó con cautela al de aspecto... moderno. A pesar de los intentos del amante de la aventura por calmar la furia del desconocido de pelaje casi mostaza permanecía a la defensiva, su expresión aún marcada por la desconfianza y la frustración acumulada por un hecho que desconocía. Sonic, sin embargo, persistió en su tono tranquilizador, reconociendo la evidente confusión del contrario.

— Mira, entiendo que estás confundido, pero creo que no soy el Sonic que conoces... Así que dime. ¿Cómo te llamas? Yo... te confundí con un amigo. — habló e interrogó con sinceridad, buscando establecer una conexión semi estable con el más alto.

Las palabras, aunque recibidas con escepticismo, comenzaron a resonar en la mente de Nine. Aunque su instinto de supervivencia le pedía permanecer a la defensiva, una pequeña grieta de duda se abría paso en su postura. El de piel durazno, notando este cambio, continuó dialogando.

— Si vienes de otro universo, la verdad no me sorprendería. Han pasado tantas cosas en un par de días que... No importa. — mencionó recordando el cómo terminó atrapado en esta nueva espiral. Pronto volvió al sentido de la conversación. — Entiendo que esto sea difícil de procesar porque, já, ni yo mismo tengo la respuesta. Pero estoy seguro de que si colaboras conmigo, te haré regresar de dónde vienes. — intentaba infundir un sentido de colaboración.

El vulpino, aún estando alerta, reflexionó por un momento. La idea de colaborar con un Sonic diferente al que conocía despertaba una mezcla de emociones en él. A su vez, no quería volver a confiar en alguna versión suya siquiera, ya que le trajo bastante sufrimiento. Y también, aunque su naturaleza solitaria regresiva lo hacía reacio a entregarse plenamente, algo en la sinceridad del ajeno le hacía reconsiderar. Además, no se mostraba igual al que había conocido. Este velocista era más centrado, buscaba arreglas los conflictos mutuamente y no parecía actuar egoísta.

— Bueno, ya que estoy aquí... supongo que no pierdo nada. Pero que quede claro, solo lo hago por mi propio interés. No quiero quedarme con la versión alterna de alguien que puede darme la espalda de nuevo. — cedió, pero su actitud se mantenía cautelosa.

El oji verde sonrió ante la respuesta y posó delicadamente su mano en el hombro derecho del cánido.

— Entendido... Uh, cierto, ¿cómo te llamas, amigo? — preguntó con una expresión afable, buscando establecer un vínculo más personal aunque no dure mucho tiempo con el que le recordaba a su mejor amigo.

Ante el gesto amistoso del cobalto, el de ropa oscura sintió cómo la tensión en sus hombros disminuía, y un atisbo de calma se apoderó de él. Incluso, sin querer admitirlo completamente, un suave rubor se hizo presente en sus mejillas de pelaje blanco, un contraste sutil pero perceptible. Sabía que no podía permitir ilusionarse nuevamente... pero por alguna razón, las palabras y amabilidad envolvían su alma en una cálida brisa.

— Me llamo Nine... — respondió finalmente, su tono revelando una mezcla de reserva y aceptación. Tenía la mirada perdida en los ojos luminosos del contrario. En esos destellos de piedra preciosa, buscaba la figura que el anterior erizo no pudo cumplir, anhelando encontrar en el nuevo ser las promesas nunca realizadas por el otro.

— De acuerdo, Nine. Hagámoslo rápido entonces. De paso, puedes contarme más de ti en el camino. Quiero saber quién eres. — le dedicó una sonrisa de lado mientras agarraba su mano, impulsándose hacia adelante con determinación. Aunque no sabía exactamente por dónde empezar, algo dentro de él le instaba a compartir y conectarse con sus compañeros, ya fueran sus viejos amigos o nuevos conocidos con los que entabló recientemente una relación amical o de cuidado por ayuda.

El oji celeste, por otro lado, se dejó guiar por el más bajo, observándolo ahora con una mezcla de asombro y dulzura. Aquellas ganas iniciales de alejarse, que al principio no eran convincentes, empezaban a desvanecerse a medida que avanzaban juntos. Terco, ahora quería quedarse a su lado hasta dónde sea posible.

"En todos los universos Nine se enamora de Sonic. Y en todos esos universos, eso nunca termina bien".


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notita: REFERENCIA AL FINAL A SPIDERMAN ACROSS THE SPIDER-VERSE SÍ Q SÍ.
perdón por lo corto x2, mi cabeza está echando humo del desgaste neuronal. (?)
si hay errores o es algo básico no me juzguen que no sabía bien qué hacer en este día y sigo en semana de finales. TT


©m1lespr9wer92.