"Toda la idea fue un desastre, de hecho fue estúpida. Casarse con alguien que es prácticamente extraño para mí ya era un concepto absurdo. Pero tener un hijo con ella era otro nivel de ridiculez". - Kim Minjeong
Esta historia es una adaptación no m...
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Minjeong se despertó a la mañana siguiente por la luz del sol que atravesó sus ojos. Ella bostezó en voz alta y se frotó los ojos con sueño. Cogió su teléfono que estaba sobre la mesa, su dedo tocó un post-it rosa pegado a su pantalla.
Tuve una reunión urgente. Aquí está mi número de teléfono, escribe la lista, iré a comprarlos más tarde. Hay desayuno en la cocina. - Jimin
Solo eran las 7 a.m., Jimin se fue muy temprano.
Minjeong se levantó del sofá y extendió su cuerpo de camino a la cocina. Su sonrisa se ensancha con el olor de la cocina casera. Felizmente, ella comió. La cocina de Jimin era realmente buena. Comió su comida mientras escribía su pedido y se la envió a Jimin.
Minjeong entró en su habitación y un perfume desconocido inundo sus fosas nasales. Vainilla, su favorito. Genial. La cama estaba hecha como si nadie hubiera dormido allí anoche. Ella agarró su toalla y se duchó. Todavía tenía media hora libre cuando terminó su rutina matutina antes de su hora habitual para ir al hospital. Decidió que no tenía nada más que hacer, apagó la luz y se fue al trabajo.
"¡Minjeong-ah!" Minjeong se detuvo y vió a Ryujin corriendo hacia ella. "¿Qué te ha pasado? Llegas temprano", dijo.
"¿Por qué? ¿No se me permite entrar temprano? Deberías estar feliz, es un progreso".
"¿Estás diciendo que porque Jimin se ha mudado, haces un buen progreso?" Ryujin se burló de ella.
"Oye, soy yo quien progresó. ¿Cómo pudiste atribuirle mi arduo trabajo?" Ella respondió. Podía dormir más tiempo como siempre lo hacía, pero tenía curiosidad por saber qué hacía Jimin para el desayuno y no tenía ganas de descansar. Pero, por supuesto, Ryujin no necesitaba esa información.
"Lo que sea que digas, Min". Ryujin se rió.
Aeri era la única persona en el salón asistente, estaba poniendo un poco de café en la cafetera. Ella estaba de guardia anoche y parecía estar a punto de desmayarse pronto.
"Aeri, ¿estás bien?" Ryujin preguntó preocupada. "Vamos, siéntate. Te prepararé el café". Ryujin guió a Aeri al sofá mientras Minjeong se cambiaba de ropa.
"No he dormido en dos días. Tengo mucho sueño". Aeri lloriqueó débilmente.
"No he hecho mi ronda. Necesito estar despierta..." sus palabras desaparecieron, se cambiaron con un ligero ronquido. Ryujin y Minjeong intercambiaron miradas, riendo.
"Déjala dormir. Le diré a su residente que se lo informe".
"Vale, aquí está tu café, haré un sándwich". Minjeong puso su taza sobre la mesa.
"He tomado suficiente cafeína para hoy y ya he comido. Sin embargo, gracias, haré mi ronda ahora, tengo que enseñar en prácticas después. ¿almuerzo?" Minjeong dijo mientras se ataba las zapatillas para correr.
