¡Quiero a Yoonie!

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Durante el penultimo día de vacaciones el pequeño Seokie se levantó entre sollozos y esta vez Jungkook no pudo calmarlo.

— ¡Quero Yoonie! – gritó en forma de demanda.

— Seokie, él no puede venir, está trabajando – le dijo, cosa que no era mentira.

El pequeño entonces gritó lo más que pudo y volvió a llorar.

Intentó convencerlo de diferentes maneras de que parara pero ni los ositos ayudaron esta vez.

No podía dejar que Seokie continuara llorando... No quería hacer aquello pero no tenía de otra.

— Seokie, voy a llamar a Yoonie ¿está bien? – dijo haciendo que por fin se calmara y pasase a solo un hipo y sorbitos de su nariz.

Tomó el celular de Hobi, ¿realmente tenía que llamar? Volteó a ver a Seokie, quien amenazaba con volver a llorar y suspiró.

— Prestame tu dedito, amor – le dijo poniéndolo en el sensor del teléfono.

Encontrar su numero no fue difícil, tenía aquel nombre decorado con estrellitas y corazones de ambos lados.

Volvió a suspirar y marcó, su corazón iba mas rápido de lo normal y odiaba eso.... Pero sintió que casi se detenía cuando contestó.

— Oy, te dije que no me llamaras sin avisarme antes, bebé. Sabes que debo ir a otro lado para contestar – dijo Yoongi en el tono más lindo que incluso le había escuchado usar con Hoseok.

Sintió celos por un momento porque deseo que aquello estuviera dirigido a él... Movió aquel pensamiento y decidió hablar.

— Soy Jungkook...

Escuchó al otro suspirar exasperado

— ¿Por qué tienes el teléfono de Hoseok? – preguntó de forma seria.

— No te enojes y mejor escuchame – le pidió con un tono extraño, no fue enojo pero tampoco cariño era más como de paciencia — Seokie a estado llorando toda la mañana por ti y amenaza con seguir si no vienes.

— Maldición... No sé si pueda salir para allá... – murmuró preocupado.

— Al menos habla con él, en serio lleva cerca de tres horas gritando y llorando sin importar lo que digo... Ni su osito favorito ayudó – pidió Jugkook.

— Maldición... Tengo que encontrar una forma de ir... ¿Tienes alguna idea? – preguntó ahora.

— ¿No puedes pedir licencia de emergencia? – sugirió Jungkook.

— ¿Por un día? – dijo Yoongi poco convencido.

— Que sean dos y te quedas hoy aquí... – dijo, ¿quería pasar tiempo con Yoongi?

— De acuerdo... Ponme en alta voz, quiero hablar con Seokie – pidió ahora.

Jungkook siguió aquella orden de inmediato.

— Listo – le avisó para que pudiera hablar.

— Seokie – comenzó a decir Yoongi haciendo que el pequeño se acercara al teléfono.

— ¡Yoonie! – gritó emocionado con la poca voz que le quedaba.

— Hola, cariño. Escuchame bien lo que voy a decir, ¿si? – dijo y el pequeño escuchó con atención — Voy a ir pero voy a tardarme un poco así que sé un buen niño y hazle caso a Kookie, ¿sí?

Escuchar aquel apodo de parte del Teniente hizo que a Jungkook se le saliera el corazón por un momento.

— ¡Seokie buen bebé! – aseguró el pequeño.

— De acuerdo, amor. Ya no llores, ¿si? Y no le hagas la vida dificil a Kookie – insistió y luego con un tono no tan meloso pero lindo continuó — Jungkook, pasame tu número para avisarte cuando llegue y puedas abrirme.

— ¡Sí! Ahorita te escribo un mensaje – contestó con nerviosismo.

Hubo una risa extraña de parte de Yoongi y después colgó.

Seokie abrazó entonces a Jungkook y le dio un besito en la mejilla. Se sonrojó, aquellos dos iban a hacer que su corazón se detuviera ese día con tanto amor.

— ¿Quieres ver una película, bebé? – preguntó, tenía que buscar una forma para que no se le hiciera tan largo el día al pequeño.

Seokie asintió entusiasmado y eligió una de princesas, porque según Seokie las princesas eran muy bonitas y tenían una historia linda con sus príncipes así como él quisiera.

— Quedo un príncipe poque son lindos – explicó Seokie.

— Claro que sí, bebé. Puedes tener lo que gustes – aceptó Jungkook.

— ¿Dos prwncipws? – preguntó esperanzado.

— ¡Todos los que quieras! – dijo haciéndole cosquillas.

Las risitas de Seokie eran música después de tanto llanto, se veía que tenía sueño pero estaba dispuesto a esperar a Yoongi.

Casi al finalizar la película Jungkook recibió el mensaje de Yoon para que le abriera.

Sentó al bebé en el sillón y salió corriendo a abrir la puerta como si él fuese quien hubiera querido a aquel Teniente ahí en vez de Seokie.

Yoongi estaba parado en la entrada jugando con sus manos y viendo al piso, traía puesto unos jeans y playera negra.

— Hola – dijo Jungkook sonriendo.

— Hola – contestó con media sonrisa.

Kook se hizo a un lado para que pasara, el Teniente entró con mucha confianza y se dirigió a la sala cargando a Seokie de inmediato y dandole besitos.

Probablemente el deseo de Seokie podría ser real, si es que Yoongi lo aceptaba.

Sonrió viendo a aquellos dos juntos, podría acostumbrarse a eso.

El sargento Jung [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora