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Una carcajada salió del patriarca – ¿Una pesadilla? Ahora entiendo porque no dijiste nada al día siguiente - Menciono mientras su diversión se veía en cada parte de su rostro.

- Dime A- Cheng tengo curiosidad ¿Cómo justificaste para ti mismo estas marcas que hay en todo tu cuerpo? – Deslizando sus manos el patriarca empezó a bajar por su pecho.

– Ya no son del tono en que las deje pero puedo ayudar en eso – Juntando sus labios a la piel del menor soplo ligeramente para luego volver a marcar succionando o mordiendo, sacando escalofríos en el otro.

- -Aquí- Se separó para bajar un poco más – Aquí también – paso su lengua para luego jalar un poco el pezón ya estimulado. Pozo sus dedos en esos dos botones para presionar suavemente formando círculos. – Oh y este mi favorito – menciono acercándose a una mancha negra del cuello del Jiang. Abriendo su boca mostrando sus dientes como jactándose mordió con fuerza.

Un grito de Wanyin se escuchó por todo el lugar, acompañado del sonido de sus golpes tratando de detener al otro. Sintiendo su piel ser maltratada pero siendo horrorosamente evidente que la mordida encajaba demasiado bien en esa herida.

- Me encanta marcar lo que es mío – Se escuchó.

Jiang lo miro con odio. Pero eso parecía enorgullecer más al otro. Quien toco su muslo en la parte más cercana a su miembro haciendo que por reflejo sus piernas se estiraran. Tensando cada uno de sus músculos.

Wanyin maldijo en su interior. Sintiendo pronto el agua invadiendo su entrada seguido del dolor por los tres dedos que no se detuvieron en presionarlo. Alzo sus caderas por inercia.

Grito bajo presionando su pecho, para luego inflarlo. Su boca se abría tratando de obtener oxigeno con urgencia. Escuchando de pronto otra carcajada.

- A – Cheng ¿Todavía lo niegas? ¿No estas tratando de preparar tu cuerpo respirando así para recibirme? – La boca del Patriarca se acercó a su oreja hablando con firmeza – Vamos inhala, exhala quiero entrar.

Esos dedos molestos se retiraron y Wanyin entro en pánico luchando de nuevo. Soltando golpes a diestra y siniestra no importando si no causaban daño, después de todo sin núcleo y así de débil el solo hecho de estar despierto ya era pesado.

Entre tanto movimiento el agua fue llegando cada vez más arriba, su espalda volvió a tocar la profundidad de la tina. Otra vez fue sumergido. Abriendo sus ojos soporto el ardor viendo el rojo de las pupilas del patriarca traspasar el agua. Quiso jalarlo de nuevo, pero el miembro del mayor fue entrando en él.

Poco a poco ingreso abriendo sus paredes, creando un calor doloroso rozar cada parte. El aire que trato de contener salió sin permiso, grito inútilmente creando burbujas que nublaron las aguas.

Pronto se encontró en la superficie mareado, escupiendo ese líquido. – ¡DEJA DE MOVERTE O TE FOLLARE MIENTRAS TE AHOGAS!– Grito el mayor.

Jiang Wanyin se detuvo. Dejo su cuerpo recargarse en la pared de la tina mientras su garganta sentía un fuerte nudo inexistente que contenía sus ganas de soltarse a llorar. No dejaría que lo viera así de débil, no lo permitiría.

Cerró los ojos cuando su invasor se acercó aún más. – ¿Lo sientes? ¿Cómo tu interior ya tiene mi forma? Me recibió con tanta facilidad que decir que soy su dueño ya no es necesario. Vamos recuerda ¿Qué es lo que sigue?–

Wanyin no puede entender que fue lo que lo movió a hacer eso, pero su espalda se encorvo haciendo que sus paredes presionaran aquel miembro sacándole un gemido al Patriarca.

- Bien A-Chen así se hace – menciono mientras agarraba sus caderas guiando cada movimiento presionando certeramente.

Suspiros se escuchaban acompañados de temblores que arrasaban con calores ambos cuerpos. El menor se mordía los labios tratando de contenerse por el ardor y lo humillante que era ser sometido. 





Has dejado de ser mi hermanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora