𝑪𝒉𝒂𝒑𝒕𝒆𝒓 𝐈

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OMNISCIENTE ;;

El ambiente fresco de Los Angeles lo hacía querer quedarse más tiempo pero ya era hora de cambiar de residencia, otra vez.

Pero está vez, no iría solo, su Tua Cantante lo acompañaría. Dominick sabía que en cualquier momento podía encontrar a su verdadero compañero pero mientras eso no pasará, iba a disfrutar todo lo que quisiera, además que no mantenía una relación seria con su distractor. Solo compartían sexo, no había nada sentimental de por medio.

— Isaac, tenemos que irnos.— avisa el de ojos rojos.

— Ya lo sé, pero no encuentro mis audífonos.— se queja el rubio buscando en una bolsa Chanel, Dominick le dedica una sonrisa burlona antes de pasar sus manos por su torso y sacar los tan anhelados audífonos.— Te detesto.

— Ya sé.

La pareja salió de la residencia para subirse al BMW azul que los esperaba. Dominick aceleró todo lo que pudo sin alertar a la policía de la zona. Alrededor de casi hora y media, llegaron al aeropuerto pasando a primera clase en el avión

El vuelo duró unas horas que parecieron segundos para el vampiro. El ambiente frívolo de Seattle los recibió, una de las razones para mudarse también fue que la piel del vampiro no brillaría tanto gracias a lo nublado que se encontraba casi siempre.

— Deberíamos ir a alguna fiesta está noche. No quiero quedarme en la casa— recita. Isaac asintió caminando, tomado de la mano del inmortal.

— Primero vamos a la casa, tengo sueño— dictó el menor entrando al auto blanco que también pertenecía al inmortal.

El camino a Forks no era largo y menos a la velocidad abismal que conducía el vampiro. Su nueva casa no estaba tan lejos del pueblo, pero si alejada de la vida cotidiana de los humanos y para la única cosa que tendría que ir al pueblo era para trabajar como doctor pediátrico e ir a dejar y traer a Isaac del instituto.

Por otro lado, en la casa Cullen la vidente de la familia estaba teniendo una premonición que incluía a su hermano y la novia de este.

Edward buscaba a una persona en el bosque, parecía ansioso y desconcertado, se encontró a Bella en el prado donde solían pasar su tiempo juntos pero no sé encontraba sola, hablaba con un chico el doble de alto que ella e incluso más que Edward.

El desconocido y su cuñada parecían discutir pero no lograba escucharlos. Hasta que los ojos rojos miraron fijamente a su hermano.

La visión terminó allí dejando desconcertada a la mujer pálida ¿Quien era ese chico? ¿Un problema para su familia? No tenía respuesta para sus preguntas, pero averiguaría lo necesario para saberlo.

Como si hubiera invocado a su hermano mayor, esté apareció por la puerta principal en compañía de la humana que había escogido como pareja. Edward la miró directamente, probablemente leyendo sus pensamientos, esté disimulo una expresión de asombro. Parecía que el chico de su visión causo que su hermano entrara en una especie de shock.

— ¿Te sientes bien, Edward?— pregunta Bella sintiendo el toque tensó de su novio.

— Si, si. Yo solo recordé algo, vamos a mi cuarto— dijo con rapidez formulando con sus labios un “Despues hablamos” hacía su hermana, quien asintió en respuesta.

Al anochecer en Seattle, Dominick y Isaac llegaron a la discoteca, donde llamaron la atención de muchos de los residentes del lugar.

Una vez entraron a la discoteca fueron envueltos por un ambiente donde se respiraba el olor a marihuana y la música era tan fuerte que te podía reventar los tímpanos, por suerte, Dominick llevaba tapones para disipar un poco el fuerte sonido que le causaría un fuerte dolor de cabeza.

La pareja se dirigió a la barra, siendo atendidos por una ardiente pelinegra.

— Danos un vodka y un tequila, linda— pidió con una sonrisa coqueta el pelinegro, ganándose un golpe por parte de Isaac.

— Aquí tienen— les entregó las bebidas mirando inquisitivamente al más alto.

Dominick no podía disfrutar del alcohol como un humano, pero los segundos donde su garganta ardía lo hacían sentirse como uno.

— Se que lo nuestro es una relación abierta pero ¿Podrías dejar de coquetear con todo lo que se mueva?— habla molesto el rubio.

— No es necesario sentir celos, siempre volveré a ti— Dominick toma las mejillas del rubio para después besarlo con fervor.

Pasado un rato, en medio de la pista de baile. Dominick y Isaac bailaban sensualmente después de que el Dj hiciera un drástico cambio de atmósfera solo con cambiar el ritmo de la música, muchas parejas parecían que en cualquier momento se iban a desnudar para follar allí al igual que la pareja principal.

Dominick tocaba el cuerpo de su Tua Cantante con descaro y esté solo gemía en su oído insitandolo a continuar. Sin poder aguantarlo más, se escabulleron al lugar más oscuro de la discoteca.

Isaac bajo sus pantalones desesperado por sentir dentro al pelinegro. Esto entusiasmo al vampiro que sonríe con arrogancia ante el desesperado individuo con el que compartía sus días.

— Pareces una puta, deberías aprender a controlar tus instintos sexuales, Isaac— Dominick entierra sus dedos en la mojada entrada de su compañero sexual como preparación para la entrada de su miembro.

— Tu tienes la culpa de esto— jadea el humano— Mételo ya, estoy listo.

— Si tú lo dices— con una mano desabrochó su pantalón y bajo lo suficiente su boxer para dejar salir a su miembro, ya erecto.

De una sola estocada penetró al joven chico que soltó un jadeo alto que por supuesto no fue escuchado por los demás humanos gracias a la fuerte música.

— Maldita sea... Hace semanas no cogemos y ya me aprietas como si fueras un virgen— jadea roncó entrando y saliendo cada vez más rápido del interior del chico.

El pecho del rubio chocaba una y otra contra la pared jadeando desesperado, con sus manos intentaba acallar los sucios sonidos que salían de su boca.

Dominick logró hacer llegar a Isaac poco antes que él. Una vez que se arreglaron la ropa salieron de la discoteca en dirección a su nueva residencia.

— Me voy a dormir, mañana tengo clase— beso los labios del pelinegro negro antes de ir a la habitación.

Mientras tanto, Dominick salió a dar una vuelta, esa noche no iba a ser necesario cazar. Tenía varias reservas en casa.

Habían pocas personas transitando las húmedas calles del pueblo, lo cual para él era muy relajante. Alrededor de las doce de la noche volvió a su casa después de haber recorrido el pueblo de arriba a abajo.

Se desvistio quedándose solo en ropa interior para meterse en la cama junto a Isaac, como todas las noches Dominick leyó uno de sus diarios que llevaba escribiendo desde su reclutamiento en el ejército y en muchas de sus páginas resonaba un nombre Edward Masen.

Muchas veces el pelinegro imaginaba como hubiera sido su vida, si hubiera salido vivo de la guerra y Edward hubiera sobrevivido a la gripe española.

Era claro que no iban a poder vivir como una pareja como tal, pero tal vez se hubieran casado con mujeres de la alta sociedad y mantener una relación como amantes, esa idea le hubiera agradado al vampiro, siempre le han gustado los riesgos. Pero ahora, Edward se ha convertido en una memoria más de su viejo cerebro y solo le quedaba vivir en el presente junto al chico a su lado.

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Creo que debería decirles que... Habrá mucho Sexual Content, no me cancelen, plis.

𝗢𝗡𝗟𝗬 𝗬𝗢𝗨 || 𝐸𝑑𝑤𝑎𝑟𝑑 𝐶𝑢𝑙𝑙𝑒𝑛.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora