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Mew se paró detrás de la puerta entreabierta. El Abuelo Conrad miró a su nieto en silencio, por varios segundos.

—Esta mañana, en uno de mis lapsus, él me fue a buscar. Luego se encerró aquí y ya no volvió a salir. Supongo que está teniendo uno de sus propios lapsus. Hacía mucho tiempo que no lo veía así, tan apagado. Creo que desde la muerte de su madre... Tengo miedo de que uno de estos días, Gulf entre en uno de esos lapsus y se apague... Se apague para siempre. ¿Qué haré si no logra regresar?

Mew parpadeó varias veces. Aún no se acostumbraba a las lágrimas.

— Hace frío afuera y ya casi es noche cerrada. Me has dicho que no tienes a dónde ir.¿ Por qué no te quedas, aunque sea hasta mañana ?

Mew esbozó una sonrisa y asintió. La bondad de aquel viejo lo conmovía. El nudo en su garganta no le permitía hablar. El abuelo Conrad comenzó a bajar despacio las escaleras, mientras murmuraba cosas sin sentido.

Mew se secó el rostro y a  paso lento y nervioso , se acercó a Gulf.

Verlo así, hecho un ovillo, sobre la vieja cama destendida, con los ojos entrecerrados y meciéndose como si fuera un niño asustado, pequeño e indefenso precipitaron los pasos de Mew.

Se sentó cerca de Gulf y lo atrajo hacia su pecho. Comenzó a mecerlo envolviéndolo con sus brazos. Apoyó sus labios en la frente fría del joven y le regaló un beso. El beso más ansiado del universo.

Y mientras sentía otra vez su rostro empapado en lágrimas y al ritmo suave de sus movimientos, comenzó a recitar unos versos.

Mew sabía que no tenía sus poderes; poderes que en un parpadeo traerían a su bebé Gulf de vuelta de ese mundo de sombras silenciosas al el que su mente lo había llevado. Pero Mew sentía que aquellos versos escritos por el pequeño Gulf hacía tantísimos años en ese mismo altillo, también podían ser poderosos.

Y así, recitándolos con extremada dulzura, una y otra vez, la oscuridad de la noche nevada los invadió a ambos a través del ventanal y el joven Gulf, entró por fin, en un sueño sereno y feliz, en los brazos amorosos de un Mew que no dejaba de llorar y de recitar...

"Algunas luces son errantes.

Cada persona es una luz.

Todas ellas son hermosas.

Mientras más profunda es la noche,

más brillará la luz de tu estrella...

Estás a mi lado...

Te miro y respiro...

Estoy a tu lado..."

NIBIRU, una maravillosa historia de Amor (Saga Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora