Cuando el deseo es tan devastador como la traición.
El príncipe Zarik Al-Sarkham, heredero al trono de Nariem, nació entre los albores de una revolución social que marcó su carácter férreo, determinado y hermético. Su ambición para lograr la expans...
Bueno, aunque mi mente está ocupada de vacaciones, la verdad es que Zarik y Arienne no me dejan en paz, así que sigo escribiendo su historia. Ahora sí me quedo por aquí para actualizarla semanalmente. Prefiero no decirles un día exacto para no agobiarme, ni agobiarlas. Así que espero que me sigan, porque así les llega el anuncio de Wattpad de que he publicado capítulo nuevo.
OBSERVACIONES PARA LEER LA NOVELA A PARTIR DE AHORA:
a) Proyecto Regional, ahora se llama Insignia Regional.
b) Si encuentran algún error, por favor, avísenme para mejorarlo.
c) Si saben de alguien que esté pirateando esta historia, por favor, avísenme para denunciar. No voy a publicar gratis para que, aparte, alguien tenga la desfachatez de robarse mi trabajo. Soy una mujer muy clara en mi vida diaria, así que también lo aplico a mi profesión como escritora. Me gusta respeto y espero lo mismo de regreso.
Sin más, las dejo con el nuevo capítulo 4 de "El legado de las dunas".
LA GANADORA DEL SORTEO DE 1 EJEMPLAR DE OSCURA REDENCIÓN (que ofrecí a causa de mi larga ausencia vacacional) FUE EVA. UNA LECTORA DE MÉXICO. LES DEJO LA FOTO CON ELLA Y EL LIBRO PARA DEJAR CONSTANCIA DE QUE EL SORTEO SE REALIZÓ Y HUBO UNA GANADORA.
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Durante las siguientes cinco semanas, Arienne no vio ni escuchó a Zarik, pero tampoco hizo falta. El hombre no cesó de enviar incontables directrices de trabajo, a través de asesores y correos electrónicos, por lo que fue imposible tratar de ignorar su existencia. Nada parecía satisfacer sus estándares laborales. Él exigía de Arienne múltiples revisiones en los análisis finales de la dinámica política de Nariem, así como en los informes de perfiles de autoridades influyentes del extranjero. Ella no era ufana y sabía que podía equivocarse, por supuesto, pero no cinco ni ocho veces sobre el mismo detalle, como parecían insinuar las observaciones enviadas por el príncipe.
Todo ese proceso de rectificaciones, innecesario a juicio de cualquier persona que estuviera en su posición, la enfadaba. De hecho, su desempeño era impecable, mas no estaba dispuesta a quejarse, menos cuando eso implicaría que la juzgaran como la única especialista incapaz de lidiar con las demandas y expectativas que exigía el cargo. Ese sería un error táctico, pues ella buscaba marcar un precedente diferenciador para su trayectoria profesional y quería que este proyecto tuviera éxito. Arienne creía que indistintamente de lo arrogante que pudiera ser Zarik, el propósito por el que estaba apostando era vital para que Nariem se volviese más próspero y competitivo.
