Satzu (one shot's) G!P

Señorita Minatozaki

El sonido de los tacones de la profesora Minatozaki Sana resonaba por los pasillos.

Ya era algo "comun" los silbidos y miradas de los chicos y chicas de la secundaria. Era una maestra joven, eso fue lo que llamó la atención y atracción de los chicos/chicas hacia ella.

Al principio resultó algo incómodo y molesto para ella, pero a medida que pasaban los meses se fue acostumbrando.

En cuanto entro a su salón correspondiente todos la saludaron, algunos de sus alumnos le coqueteaban sin descaro alguno, pero ella solo tenía ojos para Tzuyu, su Tzuyu. Su alumna peor portada, quien en cuanto hizo contacto visual con ella sonrió y ella le devolvió la sonrisa con disimulo.

Ella y su alumna habían empezado una relación en secreto por lo mal visto que estaría si se llegaban a enterar.

Si bien al principio nada fue fácil, lograron aclarar los sentimientos que la una a la otra sentían y pudieron mantener una noviazgo sano, sin importar qué lo tuvieran que evitar.

Este era el último año de su pareja en la secundaria, y faltaban pocos días para que las clases terminaran. Tzuyu ya tenía los dieciocho años y para cuando se terminará el año podrían disfrutar de su relación libremente, sin tener preocupaciones porque alguien las vea agarradas de las manos o compartiendo un beso.

—¿Esta vez si me dará su número señorita Minatozaki?—pregunto uno de sus alumnos, Mark.

Mark era el rival de Tzuyu, no sabía muy bien porque ya que cuando ella entró como maestra estos dos ya eran rivales desde más antes. Cuando quiso preguntarle a Tzuyu ella simplemente dijo que siempre fue así, por más que trato de saber un poco más, su novia no revelaba nada más.

Decidió ignorar la pregunta, ya Mark podría preguntarle cosas más indebidas y eso alteraría a Tzuyu, provocando quizás que interrumpiera a Mark y comenzarán una discusión que podria llegar a los golpes, como ya varias veces paso. Una de las cosas que pudo notar en su rubia novia en el tiempo que ya se conocieron, fue que es muy insegura de sí misma, por más que demuestre lo contraria frente a las personas esa era la realidad.

Las clases prosiguieron normales, ignorando una que otra pregunta de Mark hacia ella. Varias veces estuvo apunto de sacarlo fuera de su clase, pero gracias a su enorme paciencia no lo hizo.

—¿Qué días esta libre señorita Minatozaki?—otra de sus preguntas.

Miro de reojo a Tzuyu, notando como estaba por perder la paciencia y hasta pudo ver algo de inseguridad en sus ojos. No era la primera vez que pasaba, pero eso no la detenía a preocuparse por la rubia.

Una tarde en la que tuvo que lidiar con una ebria Tzuyu por una salida fue cuando la rubia le reveló sus inseguridades. El hecho de que le dijera que se sentía muy insegura al ver como otros hombres que si eran "legales" le coqueteaban, la hizo comprender un poco más la situación de Tzuyu. La rubia tenía miedo que ella se fuera con alguien más por no poder hacer pública su relación, eso fue lo que logró entender de su novia esa noche, y por como reaccionaba cuando sucedía frente a ella la hizo confirmar más sus sospechas.

Esta era su última clase de el día para ella y sus alumnos, faltaban unos minutos para que se pudieran ir a casa y agradecía eso, ya que las preguntas y coqueteos de Mark no paraban y cada vez eran más insistentes.

Eso la llevo a preocuparse por Tzuyu, ella podría estar desesperandose y con ello podría tener un ataque de ansiedad en cualquier momento. Ya habia pasado por esos ataques pero aún se preocupaba.

Se sentó en su escritorio y miró con disimulo a la rubia, preocupándose aún más al ver como tenía la respiración entre cortada, tratando de tranquilizarse tomando agua con manos temblorosas. Vio como cada vez se ponía peor, cerrando los ojos y bajando la cabeza para que nadie la vea.