El Campamento

Nuevos compañeros de cuarto...

Después de un rato hablando, Jude pregunta algo dirigido a los gemelos que no se me había ocurrido.

- Y, ahora que estáis peleados con el capullo de Casper, ¿no será incomodo dormir en la misma habitación?

Jack y Jake se miran entre ellos, para acabar asintiéndose el uno al otro.

- Bueno... Habíamos pensado que a alguno de vosotros no le importaría cambiarnos la habitación. - Explican los dos a la vez.

Un silencio nos rodea, ya que la pregunta ha echo efecto sobre nosotros.

No me desagrada la idea de cambiarme de cuarto. Adoro a mis compañeros, pero es mi oportunidad para saber que diantres le pasa a Casper conmigo. Puede que haya sido la última en salir de la primera prueba de todas, la inicial, pero no lo veo motivo para enfadarse con alguien y tratarlo como él me trata a mí.

- Yo me cambiaré. - Sentencio.

- ¿Qué? Ni de broma. - Grita Adrien. - Por encima de mi cadáver.

- Adrien, no pasa nada... Solo quiero ayudar.

- Pues que ayude otro. Tú te quedas. - Gruñe enfadado.

Adoro a Adrien, es el único que ha estado allí siempre, pero odio que me ordenen cosas.

- No. - Le miro fijamente y él me devuelve la mirada llena de furia. - Me voy, quieras o no.

- Si te vas, no te atrevas a volver. - Se levanta, y se va pegando un portazo.

Me levanto yo también, pero antes de salir por la puerta, Alison me intercepta.

- Voy contigo.

- ¿En serio?¿Estás segura? - Preguntamos Jude y yo a la vez.

- Sí, claro. Al menos seremos dos contra Casper.

- Gracias. - Sonrío sinceramente.

Nos dirigimos al cuarto de al lado. Debato dentro de mí entre picar a la puerta o entrar directamente, pero Alison toma la iniciativa primero, y abre la puerta directamente.

Una vez dentro, me fijo en el panorama. Un chico rubio con tupé y ojos verdes, está con el cuerpo colgando de la cama, solo con la cabeza fuera. Él debe ser Paul. En cambio, Casper está tumbado en la cama, solo vistiendo unos pantalones y dejando todo su torso al aire.

Y que torso... Alison silba disimuladamente a mi lado.

- ¿Os puedo ayudar en algo? - Pregunta Paul con amabilidad. Él si sabe como tratar a la gente...

- Los gemelos nos han pedido un cambio de habitación. - Explica Alison.

- Sí, no estaban del todo cómodos en esta habitación. - Añado mirando fijamente a Casper.

Este levanta la cabeza, como si no hubiera notado que estábamos ahí. Mira a Alison, para luego fijarse en mí y recorrerme con la mirada, como hace siempre. Cuando se para en mis ojos, sostiene los míos durante un tiempo, para acabar haciendo una mueca.

Le devuelvo la mueca, demostrándole que yo también puedo tratarlo mal.

Alison se dirige a la cama más alejada de la de Casper, en el lado izquierdo de la habitación, dejándome a mí con la más próxima a la de él.

En medio de la habitación hay una pequeña mesa, sin sillas que la acompañen. Al lado derecho hay una cama pegada a la pared, y a la izquierda, hay otra. Hay dos camas más, las cuales tienen el cabezal pegado a la pared justo después de la mesa, que por falta de espacio están casi pegadas. Solo están separadas por unos dos palmos. Y ya que Casper ocupa una de ellas, a mi me toca la otra.