Capítulo 3

12.1K 485 22
                                        

Desperté por los rayos de sol entrando por la ventana, miré a mi costado y alexander no estaba.

A los segundos veo como sale del baño con tan solo una toalla en su cintura, lo cual me desconcertó por completo, tenía un cuerpo muy bien trabajado.

--Te gusta lo que ves?--Preguntó con una ceja levantada

--No, además tus tatuajes son muy vulgares--Dije levantandome y caminando hacia el baño

El caminó rápidamente detras de mi y me tomó de mi brazo.

--No hablaba de los tatuajes--Dijo divertido

--Ya deja de insistir, no me atraes para nada! No eres mi tipo--Dije mirándolo seria

--Segura? Porque juraría que en tu mirada había deseo--Dijo muy cerca de mi rostro

--Te equivocas--Dije segura

El me tomó de mi rostro y me besó apasionadamente hasta que me alejé.

--¡No! Sal ya mismo del baño harrison! Y no vuelvas a besarme sin mi consentimiento!--Dije molesta

--Como digas, pero me correspondiste el beso--Dijo saliendo del baño

°°°
Una vez que salí de ducharme me di cuenta que no tenía que ropa ponerme, mis valijas habían quedado en mi casa.

Salí del baño con la bata y no sabía que hacer, daba vueltas en la habitación.

En eso escucho como golpearon la puerta de la habitación.

--Si?--Dije

--Señorita le traigo sus valijas--Dijo una mujer

Rápidamente abrí la puerta encontrándome con una mujer mayor.

--Buen día señorita ambar, soy gina trabajo en la casa y el señor me pidió que le diera sus maletas--Dijo la mujer

--Gracias gina, lo necesitaba--Dije amable

--De nada, con su permiso me retiro--Dijo yendose

Una vez que se retiró elegí ponerme un vestido blanco.

Bajé a la sala y me encontré con rebecca, la madre de alexander

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Bajé a la sala y me encontré con rebecca, la madre de alexander.

--Ambar, buen día! Que hermoso vestido--Dijo abrazándome

--Gracias rebecca, y alexander?--Pregunté

La verdad no sé porque pregunté por el, tal vez para sacar tema de conversación.

--Aquí estoy amor, me extrañaste?--Dijo alexander coqueto entrando a la sala junto con su padre

--¡Demasiado mi amorrr!--Dije riendo

Creo que notó mi sarcasmo porque achino los ojos.

Sonó el timbre de la casa y a los segundos escuchamos unas voces que venían hacia la sala.

EL CONTRATODonde viven las historias. Descúbrelo ahora