Capitulo II

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Oscuridad.

De nuevo me encontraba en este sitio que ya formaba parte de mi.

Me encontraba caminando buscando un ápice de luz o una pista que me guiará hacia donde me dirigía.
A lo lejos vi algo,no me lo pensé dos veces y me dirigí hacia ese lugar, no supe identificar que era hasta que estuve frente a ella.

La mire detalladamente era una mujer muy bella, tenía el pelo muy largo de un color rojo que me recordó al fuego, unos cuernos negros enormes que le adornaba la cabeza  como si fuese una corona, nariz pequeña, labios rojos y rellenos que le hacían un contraste perfecto con su pálida piel, pero lo que más me sorprendió fueron los ojos, no tenía pupila, su cuenca era totalmente negra.

No supe lo que hacía hasta que fue demasiado tarde.
Juntamos las manos entrelazando nuestros dedos una frente a la otra como si fuese un reflejo.
En ese momento sentí  odio, rencor, amor, lujuria, felicidad, paz, pero todo eso se esfumó cuando sentí una corriente eléctrica por todo mi cuerpo quitándome el aire, para después solo sentir dolor.

Caí de rodillas llevándome la manos a la cabeza intentando calmar el dolor, llore y grite esperando que pasara, cosa que no sucedió hasta que sentí una mano en mi garganta agarrándome poe detrás y arrimando a un duro pecho, solo así sentí calma.

-Shhh... tranquila pequeña sucubo, pronto estaremos contigo- susurro en mi oído erizandome la piel.

Su voz era tranquila, pausada, autoritaria, demandante y sexy.

Joder.

Algo en mi interior ardió al sentir su voz en mi oído y su mano rodeando mi garganta como si fuese un collar, mi cuerpo se movió por si solo y se pego más a el frotando mi trasero contra su dura entrepierna.

No podía ver quien era ya que no dejaba moverme solo podía sentir su otra mano en mi pelvis haciendo fuerza hacia el evitando que me moviese y su lengua trazando un camino de cuello hasta el lóbulo de mi oreja.

Cerré los ojos mordiendome el labio disfrutando de su tacto y evitando que estas emociones nuevas me invadieran.

¿Porque estoy haciendo esto? ¿Quién es?
¿Porque no puedo evitar sentir esto?

Las preguntas se acumulaban en mi mente sin obtener respuesta.
Con toda la fuerza y autocontrol que pude reunir me gire en un movimiento rápido empujandole moviendole apenas unos centímetros.

Al fijarme en el se me seco la boca.
Joder... ¿Como podía existir un chico tan atractivo? Debo estar en el infierno para encontrarme con semejante hombre.

Era alto, tenía un cuerpo con una musculatura perfecta que lo hacía ver más imponente, tenía el pelo rubio largo hasta los hombros, una nariz perfilada, mandíbula marcada, labios rellenos y rojizos que daban ganas de morderlos, una sonrisa perfecta  y dios sus ojos...
eran de un gris tan profundo que te hipnotizan  hasta el punto de no saber donde estás.

No sabía que me había quedado tan embobada mirándole hasta que se aclaro la garganta. No sé movió un centímetro, solo me observaba intentando descifrarme.

No vi venir su próximo movimiento, lo tenía frente a mi, su dedo pulgar lo paso por sus labios para después posarlo  en mi frente dibujandome un símbolo.

Me sonroje apartando la mirada de sus ojos.

-¿Que me acabas de hacer? No tienes ningun derecho a tocarme- le aclare encarandole sintiendo que mi interior iba a explotar de los nervios.

-Ohhh... pequeña sucubo, te equivocas...
Yo puedo hacerte lo que me de la gana ya que nos perteneces, hasta hace un segundo estabas desesperada porque te tocará ¿me equivoco? Y respecto a tu pregunta... te marcó para ocultar tu olor, ya que esta cambiando y los puedes atraer, si no has echo ya- respondió mientras daba vueltas a mi alrededor sin dejar de analizar cada movimiento que hacía.

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