Con El Paso Del Tiempo

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Una joven chica de ojos azules y cabello negro peinado en coletas y adornado con un par de broches que asemejaban a unas mariposas se encontraba en la cocina de una enorme casa.

Tarareaba una canción infantil mientras amasaba la masa de la comida que prepararía para ese día.

"Hace ya un par de meses desde que llegaron esos tres." Pensó mientras a su mente venia la imagen del trío de cazadores. "Desde entonces mi trabajo diario ha aumentado un poco. Pero no me quejo, las niñas son algo más felices con ellos rondando."

Y era cierto, las pequeñas Sumi, Naho y Kiyo eran más alegres cuando jugaban con ellos o los ayudaban a entrenarse. Y eso le alegraba a ella también.

"Pero si hay algo que me molesta, o más bien alguien... Sin duda seria..." Precisamente en ese mismo instante se escucho la voz de aquella persona.

La chica se llevó la mano a la cabeza tras oírlo, tan ruidoso como llegó, y como siempre ha sido.

- Ah... - Suspiró con pesadez. - Los demás están en misiones. No hay nadie que lo calle.

Dijo antes de mirar por la ventana. No lo alcanzaba a ver, pero sí lo escuchaba estaba segura que los enfermos y heridos también. Por lo que decidió salir ella misma.

Camino enfadada entre los pasillos de fina y elegante madera hasta dar con la puerta al patio trasero.

- ¿Uh? ¿Kanao? ¿Desde cuando estás aquí?

- Desde hace unas horas.

- ¿En verdad no te molesta el ruido? Ese idiota está haciendo un escándalo otra vez.

- No. Lo entenderás cuando lo veas. - Respondió antes de ponerse de pie tranquilamente e irse.

"¿Cuándo lo vea?" Pensó. Sacudió la cabeza quitándose esa idea de encima y salió.

- ¡Oye! ¡Idiota! ¿Cuántas veces te he dicho que no hagas ruido aquí? ¡Hay enfermos y heridos que necesitan descansar y recuperarse!

Gritó reprendiendo al rubio, quien le miró apenado por haberle causado problemas.

- Lo siento. Es solo que...

- ¡Pero nada! Solo mantén silencio. - Le indicó.

- ¡Aoi! ¡Por favor no regañes a Zenitsu-chan! - Le pidieron.

Ella sabía que al jugar suelen ser ruidosas. Pero no quería quitarles ese último atisbo de inocencia que les quedaba tras las tragedias que a tan corta edad habían sufrido.

- Está bien... Puf... - Suspiró. - Pero no hagan tanto ruido al jugar, por favor.

- ¡Claro! ¡Lo prometemos!

- Pero ya no estés de mal humor, por favorsito.

- Tal vez Aoi-chan está de mala humor porque ella no tiene una bonita corona como nosotras. - Dijo la pequeña Sumi.

Esto sin duda captó la atención de las otras dos, quienes se juntaron como si planeasen algo.

- ¿Por qué siento que esto saldrá mal? - Dijo Aoi viéndolas.

- ¡Zenitsu-chan! ¡Para que Aoi-chan ya no se sienta mal y con un humor feo...! ¡Hazle regalos como a nosotras!

- ¿Regalos? - Preguntó avergonzado.

Tal vez ellas eran solo muy inocentes, pero el darse regalos entre un chico y una chica del mismo rango de edad no era algo muy normal. Al menos no sin otro tipo de interés de por medio.

Claro que Aoi no era fea para su vista, era linda, pero en definitiva no tenía ese tipo de intenciones con ella. Y le preocupaba que Shinobu, Tanjiro o alguna otra persona lo malinterpretase.

Kimetsu no Yaiba { Con el paso del tiempo } Donde viven las historias. Descúbrelo ahora