¿Ganar Solo O Perder Juntos? [Veneer]

Segunda Oportunidad

Theodore caminaba de un lado a otro en su habitación mientras sentía un profundo ardor en el pecho, bajó la mirada para apreciar la dolorosa marca que le causó su propia madre.

•Un día antes•

– Los vecinos dicen que te oyeron tocar nuevamente esa asquerosa guitarra, te he dicho miles de veces que NO toques música - Su madre sostenía una tetera con agua recién hervida y el pequeño sintio escalofríos al verla acercarse bruscamente – Ya tienes 10 años, no eres un bebé. Sabes claramente que tu padre nos abandonó con esa maldita mujer y lo único que nos dejó fue esa guitarra...

– M..Mamá – Debido al miedo Theodore se encogió involuntariamente y parece que ese acto la hizo enfadar más, al punto de vertir el agua hirviendo sobre el pecho del niño.

•11 años después•

Noah sonreía triunfante, jugó bien sus cartas y logró que Veneer convenciera a los jueces de darle una segunda oportunidad de concursar.

– Esta vez Velvet y tu no sabotearán nada o me veré obligado a acusarlos

– Sí, no te preocupes, Noah. Ya veré como hago... – Murmuró Veneer, pensando en un pequeño plan para mantener a su hermana bajo control, aunque era casi imposible.

– Me alegra oírlo, solo espero que cumplas tu palabra.

– Jeje, creo que podré con ello – Dijo el peliverde con una sonrisa un tanto nerviosa, tomándose el tiempo de apreciar con una leve sonrisa los rasgos del otro chico.

– Sí... – Murmuró el de piel mestiza al no saber que más decir, después de todo Veneer era su rival y no se conocían en absoluto. Fingió distraerse y mirar hacia otra dirección.
Pero Veneer decidió hablarle otra vez.

– Noah, ¿Te gustaría...?

– ¿Mh? – Lentamente lo miró de nuevo, con una parezosa expresión en su rostro.

– ¿Ir a comer o ensayar mañana por la noche, después de tu concierto? – Preguntó con una nerviosa sonrisa.

– Ehh – Noah se quedó procesando por unos segundos, ¿Acaso era real lo que acababa de oír? ¿Su propia competencia lo había invitado a una cita? – ¿Dices que sea una cita?

–... – Veneer se ruborizó ante la pregunta del guitarrista, queriendo decir que sí pero, debido a los nervios no pudo – ¿Qué dices? ¡P..Por su puesto que no! – Rió escandalosamente – Una salida de amigos o... Para compartir gustos musicales.

– Ah, me parece bien – Noah asintió con la cabeza, sonriendo levemente. No tenía mucho que perder.

– ¡Genial! Entonces es una cit... ¡Digo, salida de amigos! – Dijo evidentemente nervioso mientras se alejaba casi tropezando con sus propios zapatos, bajo la mirada confundida y burlona de Noah.

•En la noche siguiente•

Noah estaba preparándose mentalmente para subir al escenario, respirando profundo una y otra vez.
Después de todo era su segunda oportunidad y no estaba dispuesto a equivocarse.

– ¡Noah! – Hasta que una voz familiar lo obligó a abrir los ojos y girarse hacia él.

– ¿Veneer? – El pelinegro lo miró con sorpresa, no esperaba su presencia en ese momento – ¿Qué haces aquí?

– So..Solo quise venir a desearte buena suerte, mientras mi hermana no lo note

– Ah, ¿Gracias? – Noah alzó una ceja mientras entrecerraba levemente los ojos, observando al otro chico con leve sospecha – Supongo que es reconfortante que el hermano de la persona que arruinó tu concierto venga a darte ánimos – Respondió en seco.

– Jeje, lamento eso – Jugó con sus propios dedos mientras reía nervioso, viéndose un tanto adorable a los ojos de Noah. Hasta que la voz del presentador sonó en todo el escenario.

– ¡DAMAS Y CABALLEROS, ESTA NOCHE VOLVEREMOS A APRECIAR A NOAH CON UNA DE SUS MAGNÍFICAS CANCIONES!

El pelinegro volteó hacia el escenario y respiró profundo nuevamente, preparándose para salir. Le dirigió una última mirada de agradecimiento a Veneer y salió al escenario.
Caminó con confianza hacia el micrófono en medio del escenario.

– Buenas noches Monterregianos... – Comenzó Noah y después de unas palabras de floro tocó las primeras notas de su canción.

Todo el público se emocionó al escuchar la canción, silbaron y cantaron junto a Noah a todo pulmón hasta finalizar la canción. Noah sonreía ampliamente, feliz de haberlo logrado.

Mientras tanto Veneer admiraba la escena observando todo detrás del escenario, hasta que siente una mano posarse en su hombro.

– Parece que nuestro plan salió mal, hermanito – La voz de Velvet casi lo hizo estremecerse.

– ¡V..Velvet! ¿Qué haces aquí?

– Más bien ¿Qué haces tú aquí? – La chica alzó una ceja mirando a su hermano con fastidio.

– E..Este, yo...

Sus nervios aumentaban, no podía engañar a su propia hermana aunque quisiera y eso lo ponía aún más nervioso.

– No, no me digas. Ya lo entiendo todo, ¡es más que obvio! – Exclamó la chica y ante esto Veneer tragó saliva fuertemente.