𝐃𝐨𝐬

11 1 0
                                    

Enamorada, me sentía como una adolescente enamorada cuando vi cómo JK entrelazaba su mano con la mía, aún dentro de su auto no la soltaba, solo en unos pequeños momentos pero volvía a tomarla.
Así como me observaba constantemente, y dejaba asomar una sonrisa casi tonta.

- ¿Qué te pareció el viaje? Pesado, ¿No es así? -comenzó la platica, interesado en mi.

- Fue el viaje más largo que he tenido, en realidad. Pero no estuvo nada mal, el sueño acorta las horas.-solté sin darle importancia, centrando más mi atención en la ventana, observando las turísticas calles de Dubai.

Se mantuvo otro rato en silencio, pensativo, o más bien dudoso de, si hablar o no.

Carraspeo la garganta obligando a que apartara la mirada del ventanal y habló;- Esta noche te quiero llevar a un restaurante, uno muy lujoso...-se tomó su tiempo para aclarar la mente- No te preocupes por la vestimenta, me encargué de comprarte un vestido para la ocasión.

- No es necesario, ya traje un vestido para eso.-respondí casi de inmediato.

- Sin excusas, usaras el que te compré.

Vire los ojos aceptando a regañadientes, él en cambio se burló de mi.

- Pero antes de eso, te llevare al hotel en donde me quedo. Son dos habitaciones en un solo departamento, para que estés más cómoda. -me observó por unos segundos con una sonrisa pura de maldad, en su mirada había algo que no podía descifrar, pero sabía que algo tramaba.

- Suena perfecto.

El recorrido fue bastante entretenido y ameno, hablábamos de cosas aleatorias, así como sus experiencias en Dubai en viajes anteriores. Con JK nunca podía llegar a estar aburrida, así mismo era cuando manteníamos llamadas de hasta cinco horas.

En menos de nada llegamos al hotel, el cuál me sorprendió por su estructura tan peculiar y además tan enorme, lo atravesamos hasta lo más profundo del mismo, dando con el ascensor, entrado, y estando por primera vez solos los dos.

No tardé en sentir su mirada clavada en mi nuca, me generaba cierta incomodidad, cierto nerviosismo de tenerlo tan cerca de mi.
Me sorprendí cuando sentí su mano nuevamente en mi cintura, casi pegando un respingo. Luego sentí su cálido aliento en mi oreja y susurró en la misma;- He de admitir que te ves mucho mejor en persona que a través de la pantalla, Jiwoon.

- ¿Ah si? -a pesar de querer sonar firme, mi voz tembló un poco, y cómo no.

- Si te digo que me estoy resistiendo a hacerte muchas cosas, créeme que hago una fuerza sobrenatural.

Mis piernas flaquearon ante su confesión, sentí como pronto el bochorno subió a mi rostro, así mismo a mi cuerpo.
JK me obligó a darme la vuelta, aún con una de sus manos en mi cintura, con la otra me tomó de la barbilla, levantando mi rostro.

- N-No digas esas cosas, podrían oirnos.-tal vez no era así, pero no hayaba otra excusa para poder sacármelo de encima.

- ¿Qué podrían oír? ¿Que te quiero follar pero mi decencia me lo impide? -su voz era cada vez más ronca, baja y en Murmuró. En donde solo los dos podríamos oír, decía todo aquello con cierto brillo en sus ojos, una llama de fuego que poco a poco se iba encendiendo, mientras nuestra respiración se aceleraba.

No pude responder, (y menos mal, no sabía qué decir) pues el tintineo del ascensor así como la apertura de sus puertas me cayó como un balde de agua fría, recordando en donde estábamos, siendo un lugar público.
Pasó de mi, siendo guiada por él hasta llegar en frente de una puerta, él pasó una tarjeta por encima de la cerradura y esta automáticamente se abrió.
Al entrar a la gran departamento, lo primero que observé fue un gran ventanal que daba paso a un balcón con vista abierta hacia el mar, hacia las hermosas playas de Dubai.

𝐌𝐚𝐬𝐤 | j.jk Donde viven las historias. Descúbrelo ahora