𓋹 Comienzo 𓋹

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Esa mañana era muy tranquila, Neith se despertó como siempre para darle los buenos días a su padre, él le sonrió con dulzura a su princesa, se sentaron a desayunar y a alegrarse el día mutuamente ya que los dos sabían el dolor de no saber nada de un ser querido por años, Neith quería mucho a su padre y espera volver a ver pronto a su madre para que les cuente el porqué de su partida.

- Hay algo que siempre quise contarte mi dulce niña. -Dijo Ardeth-

Ella le miró a los ojos con un poco de miedo pensando que podía ser algo malo.

- Yo esperaba un niño. -Añadió Ardeth- Pero cuando me dieron la noticia de que eras una niña y te mire a los ojos por primera vez, supe que tenía que protegerte, ese día fue el más feliz de mi vida, tu madre no quería soltarte, fue todo demasiado hermoso para ser real.

Neith quería llorar al escuchar tan lindas palabras, se levantó de la silla y fue a abrazar a su padre, él le acarició la cabeza y le dijo que siempre estaría para ella cuando le necesitará, al terminar de desayunar se sentaron a leer un libro juntos, las horas pasaron lentas pero tranquilas, Ardeth ya tenía el regalo preparado para dárselo en su gran día, le hacia mucha ilusión ver a su hija feliz y estaba seguro de que le gustaría.

Neith se quedó dormida en sus brazos al perderse en las páginas del libro, su padre no quería despertarla así que se levantó lentamente del lugar, la arropó con una manta y la dejó descansar.

Unas tres horas después Neith se levantó del sofá y se acercó a la ventana a ver su padre con Horus.
(El halcón) Estaba hablando con otros Medjai sobre intentar recuperar un tesoro que fué robado de una tumba hace unos días, al acercarse escuchó parte de la conversación.

- Bayek: Esas personas no tienen respeto por los muertos, lo único que quieren es dinero y fama por descubrir una tumba.

- Ardeth: En eso tienes razón, necesitamos un plan para recuperar el tesoro, aunque no creo que sea un problema enfrentarnos a ellos sí vamos más armados.

Todos estaban de acuerdo en que no se rendirán, que no dejarían que más tesoros se pierdan para siempre, Ardeth se acercó a su hija para darle un beso en la frente y contarle que tenía un asunto que resolver, como ella escuchó algunas frases de la conversación sabía de que se trataba, le dio otro abrazo y le dejó irse, los Medjai tenían que recuperar ese tesoro cueste lo que cueste.

Ardeth se subió a su caballo con Horus volando por el gran cielo azul sin una nube cerca, Neith les vió alejarse hasta perder sus siluetas en el lejano desierto pensando en que le gustaría volver a vivir aventuras con su padre pero desde que aumentarón las excavaciones en secreto, la compra y venta de tesoros robados, su padre tiene poco tiempo para pasar con ella, miró a su alrededor para encontrar algo que hacer y entonces sin nada más en que pensar se le ocurrió limpiar la casa para agradecer a su padre lo que hacía por los demás.

En otro lugar, se estaban acercando a la tumba de un sacerdote, vieron que aún no habían llevado el tesoro al mercado a sacar su tan preciado dinero, Ardeth les contó el plan pero atacarían de noche ya que es más fácil asegurarse de que funcione al 100%, montaron las tiendas, mientras preparaban las armas se sentaron para volver a escuchar el plan de Ardeth.

Se trataba sobre, un grupo recuperaría el tesoro y otro les atacaría por sorpresa mientras dormían.

🗡️Hija de un Medjai🗡️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora