Bajo La Lluvia [Luznhoa]

Capítulo 8. Cena de chicas

POV Ainhoa

No tenía muy claro si llevar el coche a Bilbao, que fuera sábado no auguraba precisamente encontrar rápidamente un sitio para aparcar. Tras varios minutos barajando la posibilidad de pedirle a Clara que me dejase dormir en su sofá, decidí bajar el coche. Bebería poco o nada para poder conducir a la vuelta y así no tendría problemas, ni que pedir un taxi.

Habíamos quedado en el K3, el bar de Julio. Cuando comencé a trabajar en el Alluitz, era el bar donde me tomaba un café en el descanso y día tras día, y conversación tras conversación fui conociendo más a Julio y a José Antonio, bueno Antxon para los amigos. Una tarde fui bastante cansada tras un turno de comidas, y allí tras comentarlo con Julio me presentó a Clara. Ella no era de Bilbao, aunque llevaba desde los veinte, si mal no recuerdo. Había venido hasta aquí por él, ya que se había ido a vivir junto con su hermano a casa de tu tía en un pueblo a la afueras de Madrid. Cuando conoció a Clara, parece que la familia no les hizo mucha gracia que estuvieran saliendo juntos y por lo visto, la cosa no les va nada mal. 

A Menchu la conocí por que es compañera de trabajo de Clara. Ambas llevan una empresa de catering. Y fue, cómo no, la comida lo que nos unió. A partir de vernos algunas veces en el bar, me presentó a Menchu, una chica que si que había nacido aquí aunque no lo diría, por que su desparpajo no era nada vasco, la verdad. Se agradecía ese humor cerca. 

Desde que nos conocemos, en alguna ocasión les he ayudado a maquetar algún menú e incluso he trabajado con ellas por cuenta propia. Y con los años y el trato, nos hicimos grandes amigas. Estos últimos meses no habíamos podido compartir mucho más que algún café rápido al terminar el turno, no sabíamos que había pasado pero la contratación de servicios de catering para celebraciones familiares y empresas pequeñas había subido. Lo cual para ellas, económicamente era genial, pero casi no tenían fines de semana libres para poder hacer algún plan, o vivir en general.

Clara: ¿Cómo vais? Yo en diez minutos salgo de casa.

Menchu: Me calzo y lo mismo. Dónde Julio, ¿No?

Clara: Si. Mi sobrina igual llega antes, no se queda muy tarde, si alguna se adelanta es morena con media melena y flequillito recto. No me la asustéis.

Menchu: Esto va a ser como una tirita, mejor del tirón que si no luego se lleva sorpresa... ¡Y la noche es joven!

Ainhoa: No como vosotras :P Me peino y voy al coche.

Menchu: No te peines mucho que con ese comentario igual te agarro de los pelos bonita.

Menchu era muy graciosa y me encantaba meterme con ella y picarla. Al estar tanto tiempo trabajando y la falta de compañía familiar, mi relación con ella y con Clara me había salvado en alguna ocasión de caer en un pozo muy hondo.

Me miré en el espejo, comprobé que el eyeliner estaba en su sitio y la máscara de pestañas waterproof aguantaría toda la noche. La humedad del norte no era nada delicada con el maquillaje y como no te echases un fijador como estaba haciendo en ese momento, tras cinco minutos de estar en la calle sería muy posible que alguien me confundiera con un oso panda. Recogí los mechones que caían a los lados de mi cabeza y con un par de horquillas los fijé en la coronilla, dándome un look desenfadado que no tenía nada que ver con el top granate de tirantes y el pantalón falda de tiro alto. Un buen abrigo me resguardaría del frío, con suerte esta noche nos respetaría la lluvia. Aunque eso era mucho pedir.

Cogí el abrigo, mi bolso y las llaves del coche y em dirigí al garaje. Comprobé por la aplicación de la alarma que todas las ventanas y puerta estaban cerradas. No sería la primera vez que ni yo ni ningún vecino nos llevábamos un susto. Comprobé los mensajes de nuevo antes de sacar el coche del garaje.