Bajo La Lluvia [Luznhoa]

Capitulo 15. Navidades Familiares

POV Ainhoa

-¿Diga? -desperté en la habitación de Luz con el sonido de mi teléfono.

-Ainhoa hija ¡Zorionak! -reconocí la voz de mi madre al otro lado de la línea.

-Amatxu, ¡Gracias! -esperaba sonar agradecida de verdad, pero me pillaba algo dormida. Separé la pantalla de mi oído un segundo para ver la hora que era, quedaban diez minutos para que sonase la alarma. Al no tener que volver a Mungia, tenía más tiempo para descansar.

-¡No me digas que todavía estas en la cama! -hice un sonido de afirmación.

-¿Qué tal estáis vosotros? -su madre rio al otro lado.

-Pues muy bien, aquí estupendamente... Aunque Aita y yo estábamos pensando en subir por Navidad. ¿Qué te parece? Que tendrás trabajo y hace años que no pasamos estas fechas juntos, desde que Amama... Bueno. ¿Qué te parece? -Tuve que incorporarme, por que no contaba para ello en absoluto.

Le había ofrecido a la familia de Luz que vinieran a pasar las navidades a mi casa par que pudieran estar con ella más tiempo. Pero mis padres iban a venir, y claro, eran mis padres y era su casa no le podía negar la entrada.

-Ama, me parece estupendo pero tengo un problema... -Me levanté de la cama para meterme en el baño y seguir hablando con ella sin despertar a Luz, que por su respiración, todavía estaba lejos de despertarse.

-Seguro que le encontramos solución, dime -Cerré la puerta.

-Pues que como hacía años que no veníais, no contaba con ello. Y tengo invitados, se los he confirmado -hice una pausa de un par de segundos. -A ver... -Comencé. -Visteis ayer el programa, ¿no?.

-Bai laztana, por eso te he felicitado -tan obvia mi señora madre.

-¿Os dijisteis en la chica que me ayudaba con el emplatado? -Realmente no sabía que esperar de esta conversación.

-Ah, si... ¿Tu novia no?

-¡Ama! -grité más alto de lo que me había propuesto. -Joder Amatxu, que la despierto.

-Anda, ¿Está ahí contigo? Salúdala, que tenemos ganas de conocerla. ¿Qué andáis en casa pues? Pon la calefacción, que los que no son de aquí se quedan helados con la humedad -bufé, esto era completamente inesperado para mí.

-Luego, de tu parte. Pues es que venía su familia a casa esos días.

-Ainhoa, ¿Y no nos dices nada? -A pesar de los años, mi madre seguía ahí -Vamos, que te van a conocer antes tus suegros que nosotros a la nuera. Mira, pues hay sitio para todos, nos conocemos a la vez y ya está -¿Acababa de proponer mi madre, mi señora madre, lo que acababa de proponer?

-Ama, barkatu... ¿Te estás escuchando? -llevé mis dedos al pendiente, como siempre.

-Que si maitia, a ver. ¿Vais en serio? -Me quedé callada, creía que sí. ¿no? -Supongo... -contesté dubitativa. -Por mi parte si, vaya...

-Pues ya está, mientras no sea como la tía esa que me encontré un día en la cocina, que ni los buenos días...

-Amatxu por favor, no me lo recuerdes... Además, Luz no tiene nada que ver. Es diferente... -me perdí en mis palabras.

-Pues ale lo hablas con ella, que me gustaría que dijeran que si, al final es nuestra casa... Y de tener que irse alguien...

-Que si ama, no te preocupes. Yo les digo, además seguro que también les hace ilusión -Quise cortarla. -Por cierto, te noto animada, ¿Qué tal los huesos?