El Diario de Maxine Borage | RD Hogwarts

Septiembre 3 y 5 de 1994 | Ayudante Barty Crouch Jr.

3 septiembre 1994

La mañana del 3 de septiembre encontró a Borage Maxine despierta y lista para comenzar su día en Hogwarts. Con una aparente falta de preocupación por su atuendo de pijama celeste y toalla rosa, se encaminó hacia el baño. Sin embargo, la ausencia de una melodía conocida para cantar la hizo sentir un tanto incómoda, añadiendo a su preocupación el temor de que los fantasmas pudieran aparecer en ese espacio. Aunque no había considerado la posibilidad de que los fantasmas pudieran espiar a los estudiantes, el simple pensamiento le envió un escalofrío. No obstante, decidió restarle importancia al asunto y seguir con sus actividades.

Después de un reconfortante baño, decidió explorar el baño de la cámara de los secretos durante su recorrido por el castillo. Aunque era capaz de hablar pársel, sabía que su animal favorito no se encontraría allí. Sin embargo, la idea de aventurarse algún día para descubrir qué misterios albergaba ese lugar resonaba en sus pensamientos, incluso si significaba enfrentarse al posible cadáver de la mascota de la casa Slytherin.

Mientras observaba el lavabo de chicas, Maxine expresó su descontento hacia Harry Potter con una sonrisa irónica. "Estúpido Potter siempre arruinando todo", murmuró con un deje de diversión. Su comentario sobre la posibilidad de haber hablado con Tom de manera diferente para evitar matar al basilisco dejó entrever su perspectiva única y provocadora.

—Si tan solo hubiera hablado con Tom de buenas formas, no hubiera tenido que matar al basilisco, pinche tonto —, continuó Maxine, moviendo la cabeza y suspirando. A pesar de sus comentarios irónicos, sabía que era hora de dirigirse a su dormitorio y cambiar su atuendo.

La falta de memoria para recordar una canción favorita suya la hizo reír aún más ¿cómo no podía recordar una canción que cantaba todos los días?, y aunque la mañana estuvo marcada por un toque de extrañeza, ella no podía recordar muchas cosas y se perdía con facilidad más que otros días. Maxine continuó su día en Hogwarts, sumergiéndose en el ambiente mágico y las sorpresas que el castillo le ofrecía.

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En la oscuridad de esa noche, Gregory Goyle compartió con Maxine la anécdota de que Moody había convertido a Draco en un hurón, lo cual desató la risa de Maxine. Gregory, por otro lado, estaba preocupado por la posible aparición de Draco. Maxine, bromeando, le aseguró que Draco debía de haber sido un hurón muy tierno y blanco, continuando su risa. Aunque Gregory sonrió levemente, mantenía su mirada alerta por si acaso Draco aparecía.

—Bueno, pero ¿qué hizo Draco? ¿Es legal convertir a los alumnos en animales aquí? —preguntó Maxine, sacando su varita y mirándolo con una expresión maliciosa.

—¡No, no, ¿qué dices?! Él creo que le iba a tirar un hechizo a Harry o algo así... —respondió Gregory, bajando la voz. Maxine, sonriendo tranquila, guardó su varita y comentó que era una lástima.

—Harry es raro, ¿no? Es algo sospechoso -planteó Maxine. Gregory encogió los hombros-. Creo que solo es otro Gryffindor —dijo él. Así, con Gregory, continuaron disfrutando de golosinas de contrabando y charlando animadamente, aunque a Maxine le pareció extraño no haberse enterado de la transformación de Draco y seguía tratando de recordar ese divertido episodio y que lo molestaría con eso todo el año.

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5 septiembre 1994

Borage Maxine se despertó con la energía característica de alguien listo para enfrentar el día en Hogwarts. Con sus pantuflas de panda, se dirigió al baño, listo para comenzar su rutina matutina. La tranquila atmósfera de la sala común de Slytherin envolvía el lugar mientras los estudiantes comenzaban a despertar y prepararse para el día.