VIII

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Tenía miedo, no lo podía negar, pero lo tenía que ocultar, solo eso necesitaba, mantener tranquilos a sus compañeros en lo que los refuerzos llegaban.
Podía ver el nerviosismo de Thor, era lógico, estaba a punto de enfrentarse a una bestia qué su único propósito es matarlo.

-proteje las viviendas loki - dijo thor en un murmullo, tenía un punto, proteger el patrimonio que levantaron con esfuerzo después de haberlo perdido todo, aunque no lo vio, sabía el esfuerzo.
Levantó un escudo protector sobre el pueblo, solo esperaba que la pelea fuera rápida, por que no lo podría sostener demasiado tiempo mientras luchaba.

Thor fue el primero en atacar; eso hacía algunos muchos minutos, Valkiria estaba herida, pero seguía de pie y luchando, loki trataba de utilizar sus dagas para causar algún daño en la serpiente, pero su piel escamosa y gruesa, rompía las dagas antes de atravesar la piel verdusca, ni siquiera el mjolir podía hacer contra él cuerpo, un golpe en la cabeza del animal, solo lo debilitó, un poco, muy poco.

Pero la batalla le era más difícil a loki, mantener el escudo protector que había puesto sobre el pueblo, además de otro que había puesto sobre sus compañeros y luchar contra aquel animal que no se moría, le estaba agotando las energías. No supo en que momento fue golpeado dejandolo casi inconsciente. Le dolía todo, y podía ver como sus escudos comenzaban a caer, trato de ponerse de pie pero volvió a caer sobre sus rodillas, Thor llego a su lado ¿de donde salio?, no sabía, no había puesto mucha atención, escuchaba que hablaba, su tono de voz era alterado, pero no sabía que decía, su voz se oía lejana, el rubio tenía su mano tras su cabeza y vio como se la mostraba llena de sangre, eso explicaba por que se sentía aturdido, juraría haber escuchado la voz de Odin "no hay nada más poderoso que un hechizo de un loki", y al fin escucho claramente a Thor

- estoy bien, ayuda a Valkiria -
Y se marchó, no tenía caso debatir con loki si estaba siendo sincero o no, tiempo era lo que más necesitaban y lo que menos tenían.

La cabeza del azabache comenzó a repasar todos los conjuros y hechizos, todos los que estaban plasmados en los libros asgardianos y los que su madre le enseñó, todos los conocía de memoria, se los sabía claramente, pero ninguno servía, a excepción de los libros prohibidos, conjuros con el único propósito de matar, podían matar a cualquier hechicero, sin importar cuán poderoso sea, pero llevarlos a cabo era imposible, solo el hechicero más poderoso de los nueve reinos, y que sea digno de usarlos, solo aquella persona es capaz de hacer algo, para los demás solo son palabras escritas en papel.
Pero intentarlo, ¿que cuesta intentarlo?, situaciones desesperadas, medidas desesperadas.
todos eran para personas, de cualquier mundo, sin importar su estatus social, pero solo uno para criaturas, pero matar dos pajaros de un tiro, dos deben morir, ¿a quien más sacrificar?.
Un hechizo sencillo, vinculación de dos almas, mediante la sangre, alguno de ellos muere, el otro también, sencillo el decirlo, el problema es que necesitaban un voluntario para morir y un poco de sangre de la bestia, ¿pero como escoges, quien vive y quien muere? ¿Quien toma la decisión difícil?.

-¡thor, apunta a los ojos, necesito sangre, aunque sea solo un poco! -

El rubio asintió, pero aunque lo intentaba no podía

-loki, mi espada tiene sangre - afirmó la chica

-¿estas segura que es de la bestia? -

-completamente -

Ya estaba decidido, por primera vez estaba seguro de algo. Tomo un poco de la sangre y comenzó el conjuro, estaba hecho, sin marcha atrás, quizás no funcionó, o tal vez si, cuestión de probar. Saco una daga con una hoja tan fina y la paso por su mano, la sangre color carmín salió, la criatura se quejo, sus patas derechas estaban sangrando, funcionó.
Cada ataque con las espadas, comenzaba a sangrar, y el también, nadie se había dado cuenta, nadie sabía que el también sangraba, nadie sabía que el también moría.

Un golpe con el mjonlir, los hizo caer a ambos, aquel sentimiento, de un final estaba cerca.
Valkiria clavo la espada de dragon el pecho de la criatura, cayó, casi muerta.
A penas ahí, se dieron cuenta de Loki, estaba en el piso, su mano sobre su pecho mientras la sangre emanaba, y todas sus ropas pintadas de un rojo carmín.

-¿qué sucedió? - pregunto Thor mientras llegaba a su lado arrodillandose - te puedes curar, tu puedes, lo has hecho tantas veces -

-no Thor, yo vivo, la criatura también, yo muero la criatura tambien-

-¿qué hiciste? - sus lágrimas se comenzaban a desbordar

- dijiste que podía ser algo más que el Dios de las mentiras, eso hice, ser alguien más, mi glorioso propósito, siempre fue esto-

-¿y dejarme aquí?, solo -

-vas a estar bien, nos vemos del otro lado - y sus labios se juntaron, un beso, un último beso, y el cuerpo inerte quedo sobre los brazos del rubio quien lloraba desconsoladamente, ya había pasado por esto tres veces anteriores, pero cada una dolía más que la anterior.
El cuerpo se empezó a convertir en polvo dorado, y con el viento se perdía en el horizonte, hasta que desaparecio, al menos, esta vez si fue al Valhalla

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