Parte 2

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Figal sabe que algo anda mal con Valentini.

El vikingo no es, precisamente, alguien que no se contacte primero con vos, sea por la vía que sea, para decirte de verte. Así que sea lo que sea que lo tiene ahí frente a él, claramente nervioso, hasta las pelotas, es grave.

Grave como para morderse los labios y respirar pesadamente. Y sabe que es una situación delicada porque ni siquiera lo mira a los ojos aunque... Está colorado. Sabe que siente vergüenza y es ahí donde Figal se siente confundido porque Valentini  podrá ser bastante reservado; pero delante de él, en este último tiempo, era una persona poco vergonzosa. En muchos sentidos.

Solo se puede escuchar la música en aquel departamento. Ninguno de los dos emite palabra alguna. El ambiente es tenso. Nicolás intenta buscar palabras, pero nada puede salir de su boca.

¿Cómo le explicas a quién tenés enfrente tuyo, a tu ex amigo con derecho, que se te atoró, en el culo, aquel juguete sexual con el que se divertían? ¿Cómo le explicas siquiera esa situación?

El rubio no sabe qué decir. Por dónde empezar. Porque sabe que las variantes de las respuestas que le pueda dar el mayor son muchas:

La mejor de todas es que se ría de él durante lo que resta de su vida y que decida ayudarle.
La segunda opción es que lo ayude sin decir absolutamente nada al respecto y que lo cague a pedos por no ser más cuidadoso. Figal siempre tiene cuidado a la hora de las prácticas sexuales. Se asesora como corresponde y no se manda cagadas que lo podrían llevar a esa situación.

Y la tercera... La tercera es la peor: que lo saque cagando, que realmente se enoje y con todo derecho puede ocurrir eso: ¿Qué clase de persona después de decirle que las cosas eran "Un poquito muy intensas" te pide ayuda en el medio de la madrugada? Aparte Nicolás se dió cuenta de un detalle al verse por unos segundos reflejado en el espejo que está en la pared del comedor: Tiene la remera de su chongo actual, es decir: ¿Cómo se le ocurrió que era buena idea ir a visitar a Figal con esa remera? ¿Pedirle ayuda con esa camiseta?

Pero bueno, en su justa defensa, puede decir que en la desesperación ni siquiera revisó qué colocarse, solo algo lo suficientemente largo que lo cubriera.

Entonces Nicolás sabe que Jorge estaría en todo su derecho de mandarlo bien al carajo si le pide ayuda pero... Vergüenza siempre tuvo, es hora de no tenerla y dinero recién ahora puede decir que está ganando bien, así que realmente ¿Qué puede perder?

Las cosas con Figal, por decisión propia, ya están frías así que... Que se enfríen un poco más, a lo sumo, le dolería en el corazón. Pero ningún dolor dura para siempre ¿Verdad?

— Che, ¿vas a decirme algo o vas a quedarte ahí mirando el piso? — Pregunta el mayor, serio y algo molesto.

Y no es para menos: tu ex chongo, amigo con derecho, se te presenta a la medianoche de un domingo, semi en bolas y eso no sería algo malo. Podría decirse que es casi una fantasía muy bien elaborada, pero... en la mente de Figal, Valentini no lleva puesto una camiseta del chongo actual y eso no deja de ser un motivo de molestia, de sentir celos que sabe que no son correctos y que no deberías sentirlos.

Porque los celos no son otra cosa que la inseguridad propia. Son como una cucaracha que habita escondida en tu cerebro y que empieza a caminar por ahí para decirte cosas de mierda. Cosas que lo dejan pensando que tal vez... Tal vez por algo el rubio decidió alejarse.

Tal vez si es muy intenso. Tal vez debería ser más controlado con lo que siente.

O tal vez el petiso ese, Marcelo, es realmente quién le gusta y por eso lleva la camiseta ahí con orgullo a todos lados.

Atorado - Valentini & Figal [Adaptación]  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora