—¿Dónde se supone que me estás llevando?
—Sh, es una sorpresa —Nyx me arrastra bruscamente —seguro te va a gustar.
Sin remordimientos, sigo sus pasos torpes por las oscuras calles de Eldoria. La única luz que ilumina parte de las calles proviene de las tiendas, creando un popurrí de colores neón en cada calle que cruzamos. A pesar de sus defectos, la ciudad tiene una extraña belleza nocturna.
Mientras caminamos, intento descifrar los motivos detrás de este misterioso paseo. Nyx, envuelta en su aura enigmática, no suelta una palabra más.
—Nyx, ¿no podrías darme al menos una pista? —le pregunto, pero su silencio persiste.
A medida que avanzamos, mi mente divaga por las leyendas urbanas que circulan sobre Eldoria. Historias no contadas, intrigas palaciegas y misterios ocultos entre los callejones. Aunque encantadora a su manera, la ciudad alberga secretos que solo aquellos dispuestos a enfrentar la oscuridad pueden descubrir.
Recordando a Nyx, mi mejor amiga desde la infancia hasta ahora. Hija de un guardia real, Nyx vivía en una familia humilde. A pesar de las restricciones, su curiosidad la llevó a explorar cada rincón de Eldoria. Ahora, años después, ella es mi puerta de entrada a un mundo que mi posición como comandante me ha prohibido ver.
A medida que mi mirada se pierde entre las sombras danzantes, reflexiono sobre mi situación. Si es cierto que me es prohibido pisar esta ciudad, mi abuelo me encerró en el palacio para protegerme de la historia oscura que dejaron mis padres. Como comandante, mis deberes son claros, pero mi deseo de explorar las misteriosas calles de Eldoria persiste. El misterio me atrae, y aunque mi deber me obliga a permanecer entre las paredes del palacio, mi corazón siempre ha anhelado la libertad de descubrir los secretos del exterior.
—Bien, ¿qué te parece?
Finalmente, llegamos a una taberna con un aire bullicioso y animado. Nyx, con una sonrisa traviesa, señala hacia la entrada, invitándome a sumergirme en el interior.
—Es perfecto —observo el cartel de luces neón, y en voz alta, dejo que el nombre de la taberna resuene: "Trago nocturno", intrigante y sugestivo.
—Venga, vamos, en nada va a comenzar.
—¿Comenzar?
Nyx me agarra del brazo con firmeza y se lanza hacia adelante, arrastrándome con entusiasmo. Entramos en la taberna, y al cruzar el umbral, una amalgama de luces, sonidos y fragancias embriaga mis sentidos. La sala, aún más expansiva de lo que aparentaba desde afuera, se ilumina con velas, creando un ambiente misterioso y cautivador.
La multitud, densa y bulliciosa, se interpone en nuestro camino a la plataforma elevada. Aunque pareciera un desafío atravesarla, nuestras figuras esbeltas y nuestra astucia nos permiten deslizarnos entre la muchedumbre.
—¡Apuestas, apuestas! —un hombre con una pizarra grita en la esquina, y la gente se aglomera a su alrededor.
—¿Has apostado alguna vez? —pregunta Nyx con una mirada traviesa.
—No, nunca he apostado en mi vida —respondo con sinceridad debido a que el hecho de no salir del palacio me a dejado prácticamente sin otras opciones.
—Bueno, hoy es tu día de suerte. —Nyx señala hacia el hoyo donde la pelea está a punto de comenzar—. Observa y elige a tu favorito. ¡Vamos, será emocionante!
Me sumerjo en la multitud, buscando el rostro de los contendientes. Las apuestas se elevan, y la tensión en el aire se vuelve palpable. Es como un juego de sombras y destellos de luz, un baile entre lo prohibido y lo excitante.
—¡Damas y caballeros! —grita un hombre desde el palco más alto —o mejor dicho ¡Mugrientas y asquerosos! —La multitud vitorea desde sus puestos, intrigados por lo que está por venir —Espero que os haya dado tiempo a elegir a vuestro favorito, porque las apuestas ya han cerrado. Démosle la bienvenida a... ¡Reintra!
Todos corean con gran emoción el nombre del primer luchador. En cuestión de segundos, un hombre se presenta levantando sus brazos musculosos, desatando chillidos entre las mujeres que enloquecen por su encanto. Debo admitir que su atractivo es innegable, y su figura esbelta impone respeto a cualquiera que se acerque.
—¡Reintra, ¡vas a ganar! —arqueo una ceja al seguir el grito de Nyx, pero ella está totalmente absorta en el encanto de ese hombre.
—En el segundo puesto, presentamos a alguien nuevo en nuestros combates —comenta el portavoz con entusiasmo—. Para muchos, es una cara conocida, y para otros, simplemente un obstáculo más. Sin más dilación, les presento a... —los murmullos llenan el ambiente mientras todos esperan ansiosos para descubrir quién será el segundo luchador— ¡Sombra!
Desde la misma entrada que usó Reintra, aparece una figura encapuchada. Desde nuestra ubicación, no se distingue claramente su rostro, pero todos notamos su baja estatura en comparación con Reintra.
—Ya sabemos quién va a ganar —escucho a un hombre comentar detrás de nosotras.
El encapuchado se posiciona en el centro del ring y, unos segundos después, se deshace de su capucha, revelando su rostro. Es en ese instante exacto cuando me quedo sin aliento, y muchos caen en un silencio momentáneo.
—¡Es una chica! —susurra Nyx a mi lado.
Y no, no me deja sin aliento porque sea una chica, aproximadamente de mi edad y tres cabezas más baja que Reintra, lo que podría darle desventaja. Más bien, me deja sin aliento porque esa chica de ojos felinos y un verde esmeralda intenso, dirige su mirada hacia mí y, justo antes de que suene la campana de inicio, me dedica una sonrisa de lado.
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Sombras de la corona
RomansaEn una ciudad dividida por la desigualdad, surge un giro al entrelazarse los destinos de la comandante real y la intrépida guerrera clandestina conocida como Sombra. La comandante, heredera de un reino fracturado, lleva consigo el peso de sus debere...