Capítulo 1

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[Ningún personaje mitológico o de ficción utilizados en esta obra me pertenece]

Dentro de la casa de Hefesto en la isla de Lemnos, específicamente en su cuarto se encontraba el dios durmiendo, abrió los ojos al sentir los rayos del sol sobre su rostro que entraron por la ventana, el dios no recordaba como el había llegado a su habitación, lo último que recuerda era que estaba bebiendo un poco de un vino que trajo una amiga suya cuando lo vino a visitar a la isla, se miró y vió que estaba desnudo

Cuando se fue a levantar sintió un peso extra en su cuerpo y una figura resalta por debajo de las sábanas, haciéndose una idea de lo que había pasado, retiró la sábana y se encontró a una hermosa mujer desnuda durmiendo encima de su pecho con una sonrisa satisfecha en su rostro

Cuando se fue a levantar sintió un peso extra en su cuerpo y una figura resalta por debajo de las sábanas, haciéndose una idea de lo que había pasado, retiró la sábana y se encontró a una hermosa mujer desnuda durmiendo encima de su pecho con una ...

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Despena Diosa de los Misterios de los Cultos Arcadios y del Invierno e hija del dios Poseidón y la diosa Demeter, ella y Hefesto se conocen desde hace tiempo y se podrían considerar amantes, razón por la que estaba ahora mismo encima de el

Ella dió un bostezo mientras abría los ojos y cayó en cuenta donde es que se encuentraba, vió que el la miraba con una sonrisa y ella le dió un pequeño beso en los labios, sintió algo dentro de su vagina y vió que su miembro aún se encontraba dentro suyo, los recuerdos de la noche de ayer regresaron y puso una sonrisa por ello

Buenos días, dormilón. Si que fuiste toda una bestia..me duelen las piernas por tu culpa- ella se acercó más a el y le dió otro beso

Culpable de cargos- soltó una pequeña risa por ello y le dió la vuelta estando encima de ella ahora

Ah~- dió un gemido por el movimiento repentino

Aunque es tu culpa por emborracharme ayer por la noche. ¿Quieres pasar una agradable mañana también?- preguntó el dios y dió un movimiento rápido con su cadera

Ella cerró sus piernas detrás de su cadera y le dió una sonrisa zorruna, se acercó a su oído

Destrozame como lo hicistes anoche, Hefesto- dió una mordida en su oreja

Eso bastó para encenderlo de nuevo y durante todo la mañana se escucharon gritos y gemidos por parte de la diosa, además del constante choque de carne contra, en la cocina las madres del dios tenían una sonrisa inocente que iba a demostrar a ser más silencioso a todos ellos cuando lo hagan

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Al mediodía día se podía ver a ambos dioses sentados en la cocina, la diosa del invierno tenía una sonrisa de felicidad en su rostro mientras desgustaba una carne a calor hecha por la ninfa y un poco de vino que le sobró de la pequeña fiesta de la noche anterior, el herrero lo hacía por igual a ella, pero en su cabeza había un enorme chichón, cortesía de su madre por hacer tanto ruido

Entonces- decía la ninfa mientras se sentaba junto a ellos en la mesa- ¿para cuando me van a dar un nieto los dos, Hefesto?- preguntó la ninfa

El dios se atragantó y escupió el vino a la pregunta de su madre, la diosa miró para otro lado mientras en su rostro se apareció un sonrojo, suerte que su hija no estaba en la cocina ahora mismo

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