A la playa 1.3

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Dipper.

No podía creer lo que escuchaba. Me tomó casi una hora digerir todo lo que dijo el director. Sin embargo, esto no se quedaría así. Marco nos citó a todos en salón del último piso para hablar del tema e iniciar una investigación por nuestra cuenta.

―Es mentira ―dijo Mabel, entre lágrimas―. Esto no puede ser verdad, Paz no puede haber muerto.

―Yo tampoco lo quiero creer ―dijo Marco―. Y no lo pienso creer hasta que vea su cuerpo.

―El director dijo que el cuerpo fue llevado por la policía.

―Pero no había policías esta mañana ni ha habido noticias sobre ello ―comentó Phill.

―¿No es extrañó? ―Will se sentó a mi lado―. Hay algo muy raro en todo esto.

―Mañana es Halloween y la escuela tendrá un evento. El lugar estará lleno de gente, será difícil investigar.

―¿Qué no había un juego que mencionó el director? ―pregunta Star―. Una búsqueda del tesoro o algo así.

―¿Búsqueda del tesoro? ―preguntamos todos.

―Sí. Antes de que Paz muriera me dijo que estaba trabajando en la búsqueda del tesoro después del viaje a la playa ―comentó Mabel, estando más tranquila.

―Un momento... ―Marco deja las palabras en el aire.

Es entonces cuando nos llegó una idea.

Noche de Halloween.

Mabel.

Todos participamos en la búsqueda del tesoro. Se nos dio un papel con todo lo que teníamos que buscar, entre las cosas estaba un ataúd morado con una «P» en el medio. ¿What? El director se la fumo bien verde. En fin.

Formé equipo con Star y fuimos buscando cada objeto en las diferentes partes de la escuela y luego llegamos al tercer piso, donde se supone que debe estar un mechón de cabello rubio. Entré al salón de química para empezar a buscar. Pasé un buen rato moviendo objetos, revisando estanterías, corriendo mesas y sillas, pero no hay nada. Desde hace un rato siento que alguien me estaba viendo. ¿Será Star? No, no puede ser porque ella está en el piso de abajo buscando el tacón dorado.

Continuaba mi búsqueda hasta que encontrar el ataúd morado. ¿No debía ser un mechón? Bueno, mejor para mí. Curiosa abrí el ataúd solo para encontrarme el cuerpo de Pacifica con un vestido de novia cadáver. Mis lágrimas salieron y me acerqué a ella para acariciar su mejilla.

―Lo siento Pacifica ―dije―. Todo esto es mi culpa. Debí estar contigo en todo momento. De verdad no puedo creer que estés muerta. Nunca pude confesar mis sentimientos por ti; Pacifica yo te amo, te amo desde el primer momento en que te vi.

Me acerqué más a ella y le di un beso sus fríos...

Un momento. Sus labios no estaban fríos como los de un cadáver. Pacifica colocó su mano en mi mejilla y yo me alejé espantada. Casi se me sale el alma, y algo más, cuando la veo sentarse en el ataúd.

―Buuuh ―me dijo con una sonrisa―. Yo también te amo Mabel.

¡Ay mi madre! ¿Por qué todo se oscureció?

Unos minutos más tarde.

Abrí los ojos de forma lenta y veía manchas extrañas. Dejé que mi vista se aclarara y me encontré el cadáver de Pacifica junto a Dipper. Ellos me ayudaron a sentarme. ¿Qué estaba pasando?

―Paz ―dije.

―Sí, soy yo.

―¿No estabas...?

―Era una broma de Halloween ―responde―. El director quería dar un verdadero susto.

―Que broma de muy mal gusto ―dijeron todos, enojados.

Yo aun no lo podía creer. Pero ya no importaba, Paz estaba viva y... Me confesé a ella. ¡A la mierda con todo! La tomé en mis brazos y le di un enorme beso en sus labios.

―Te amo Pacifica.

―Y yo a ti Mabel ―me respondió para volver a besarme.

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