Acercamiento

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En cuanto Yoongi llegó lo primero que hizo fue hacerle un biberón calientito con chocolate a Seokie y cuanto lo terminó se quedó dormidito, fue a dejarlo a su camita y regresó a la sala junto a Jungkook.

Hubo un momento muy extraño e incómodo entre ambos hasta que Yoongi decidió hablar.

— Gracias, Jungkook – soltó de pronto.

— ¿Eh? ¿Por qué? – aquello lo había confundido.

— Pensé que... No me dejarías ver a Hoseok y mucho menos a Seokie – admitió Yoongi rascando su cabeza con pena.

— ¿Por qué haría eso? Sé lo importante que eres para él y viseversa, jamás haría algo así – confesó con toda honestidad.

— Maldición... Ahora me siento mal, yo... Fui una mala persona contigo, fui grosero y yo si intenté alejarte de Hobi aunque sabía que él quería acercarse a tí – dijo el Teniente dejándose caer más en el sillón.

Jungkook rió despacito.

— Supongo que es normal, querías proteger a Hobi y... Sentiste celos... Y no te diste el tiempo de conocerme – ahora Kook veía al piso un poco sonrojado.

Ahora fue Yoon quien se rió.

— Demonios, no me hagas sentir mas mal actuando tan lindo – dijo volteando para otro lado.

— No es intencional, solo estaba diciendo las cosas como son pero me dio algo de pena – contestó el soldado.

— Debo admitir que mis celos me cegaron, pero después de haber peleado con Hobi... Estos pocos días me puse a pensar que tal vez te juzgué muy mal y yo no debía haber presionado tanto a Hoseok y he estado siendo un idiota... Creo que el pasar tanto tiempo en la milicia te hace un idiota que solo piensa en sí mismo – contó Yoongi mientras sobaba su hombro.

Era la primera vez que Jungkook notaba aquello, bueno no es como si hubiera pasado mucho tiempo con él pero las pocas veces que lo vió nunca se había sobado el hombro...

— No lo sé... Odio la milicia – admitió Kook como dandole la razón de aquel mal.

— Se nota, lo que no entiendo es qué haces ahí – dijo con una risa burlona.

— Hagamos un trato... Si te cuento, tú debes contarme porqué te duele el hombro.

Yoongi lo pensó por un momento.

— De acuerdo, es buen trato.

Fue entonces que Jungkook procedió a contarle la historia de su padre tal y como lo había hecho hace unos días con Hoseok, siempre le sorprendía como no importaba las veces que lo contara seguía doliendo.

Yoongi suspiró.

— Honestamente... Conozco a tu padre, Kook y... Mierda, hasta yo pude sentir que notó que soy maricón desde antes de saludarme. Estoy seguro que no le caigo bien, pero tengo que convivir con él debido al rango...Disculpa lo que diré pero es una mierda de persona – contestó, se notaba bastante molesto.

— No te culpo, lo es... Quisiera no verlo adentro pero tal vez sea imposible, siento que un día irá a vigilar mi progreso – Jungkook hizo una mueca.

— Prometo estar ahí si eso pasa – dijo el Teniente, se sonrojó ahora un poco porque aquello había salido sin su permiso pero echó la culpa a su instinto de cuidador.

— Gracias – el menor sonrió — Es tu turno porque enserio... No has dejado se sobar tu hombro y parte del brazo todo este tiempo.

— Mi historia es menos complicada, verás... Un día me dispararon, dió en un lugar en el que afectaba mi movilidad. Me operaron y todo mejoró pero a veces duele mucho. En especial si hay mucho papeleo y si cargo mucho tiempo a Seokie, solo que eso no lo sabe – contó Yoon.

— Oy, ¿por qué no lo has dicho? Entiendo que quieras cuidarlo, pero también debes cuidarte. Dudo que gustes de una segunda operación...

Yoongi se sorprendió por un segundo y luego sonrió.

— Es la primera vez en mucho tiempo que me regañan así, me haces creer que te importo – dijo juguetonamente.

— Me importas – admitió el soldado.

— ¿Por qué habría de importarte? Apenas y me conoces y he sido una mierda contigo. – espetó Yoongi.

Parecía un poco molesto pero Kook lo interpretó como un mecanismo de defensa.

— Me importas por la misma razón por la que tu estarías para mí si mi padre llega a presentarse – explicó entonces Jungkook.

Yoongi no dijo nada.

— Vuelvo en un momento –dijo el soldado.

Agradeció que cerca de la casa de Hoseok hubiera una farmacia, compró un par de analgésicos y una pomada para el dolor.

Al regresar sirvió un vaso de agua y le dió aquella pastilla a Yoon, el Teniente no dijo nada solo se tomó la pastilla.

— Dejame ayudarte con la pomada – le dijo Jungkook.

Yoongi no estaba acostumbrado a que lo cuidaran, solo a cuidar, así que se quitó la playera a regañadientes para que pudiera sobar su hombro.

Kook realmente hizo todo el esfuerzo del mundo en no pensar que el cuerpo de Yoongi estaba demasiado bien... Y que incluso en solo el hombro podía sentir cada músculo bien trabajado.

Después de unos minutos le dijo a Yoon que estaba listo y este se volvió a poner la playera.

Ambos bostezaron al mismo tiempo y rieron.

— Te ayudo a poner el sofá-cama – dijo Kook, quien con mucha facilidad adquirida hizo aquella conversión con solo jalar la palanca.

Yoon se acostó casi de inmediato y se movió a una esquina.

— Sube, no creas que te dejaré dormir solo en el sillón. – le dijo el Teniente.

No supo si porque en el fondo eso era lo que quería o porque sonó a orden pero el soldado le hizo caso.

Cuando Hoseok despertó mas tarde fuera de su Little Space no supo si había sido real que Yoongi estuviera ahí, fue de inmediato a la sala y se encontró con la imagen mas linda que pensó nunca iba a ocurrir.

Yoongi estaba totalmente dormido sobre el pecho de Jungkook, quien lo abrazaba con mucho cariño. Decidió tomarles una foto porque en cuanto se despertaran seguramente se soltarían de inmediato.

¿De qué se había perdido para encontrarse con esa escena?

El sargento Jung [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora