Cadence corría como si no hubiera mañana, mientras sus lágrimas se congelaban en su cara por el frío ártico, tropezaba pero se levantaba, le daba igual todo, sólo quería ir al pasado, y evitarlo todo. No quería seguir más, quería ir en su búsqueda. Y sabía a quién tenía que preguntar primero...
Franky fue en su búsqueda, preocupado por su dulce Cadence, que hacía mucho que no había visto llorar así. Sólo podía pensar en ella. La madre de Cadence se quedó destrozada, Franky le prometío encontrarla, y arreglar todo esto.
Franky: Hola, disculpa, ¿Has visto una pingüina rosa, con el pelo morado y rosa, y con auriculares y una bufanda?
Pingüino: hey, no hace falta que la describas, es famosa..Con el nombre bastaba
Franky: ah, si, perdón. ¿La has visto?
Pingüino: se fue llorando hacia el Dojo, ¿Está bien?
Franky: no te preocupes por ella, lo estará. Gracias, adiós *se va*
Mientras Franky se dirigía al Dojo, tan rápido como le permitían sus patas, Cadence ya estaba allí.
Cadence: ¿Maestro ninja?
Sensei: Llámame Sensei, pequeña saltamontes
Cadence: Vale, Sensei...Oye, ¿Puedo preguntarte algo?
Sensei: Claro que sí, quieres tomar un té mientras tanto
Cadence: no, gracias...Oye...Tu estás en esta isla hace muchísimo tiempo... ¿Conociste a mi padre? Bueno, no sé si le viste o si le recuerdas...Olvídalo...
Sensei: Aunque sea viejo, yo nunca olvido, saltamontes. Tu padre fue alumno mio.
Cadence: ¿Mi padre era ninja?
Sensei: durante un tiempo. Entonces yo no era tan viejo como ahora. Le entrené, nunca me dijo por qué quiso aprender el arte del Card-jitsu, normalmente les pregunto eso a mis pupilos, pero el no me respondió. Una vez, me dijo que se marchaba a las montañas. Ya era un ninja bien entrenado, y yo le dejé ir. Luego me arrepentí, en cuanto vino tu madre llorando, y cogida de su aleta, a una pequeña pingüina.
Cadence: ¿yo te conocí de pequeña?
Sensei: no solo eso. Tu madre te llevaba a menudo aquí, cuando no podía cuidarte. Hasta que un día dejó de venir, y te siguió criando ella. Nunca olvidaré cuando me llamaste abuelo. A pesar de que no lo soy, pero tu perdiste a tus abuelos y te dejé que me llamaras así
A Cadence se le llenaron los ojos de lágrimas de nuevo, nunca hubiera imaginado aquello, que ya ni recordaba, pero le vino algún recuerdo a la memoria. Ella trató al sensei como su abuelo, temporal al menos, por que después de eso no volvió a verle. Y conoció a Franky, su mejor amigo desde la infancia, y su marido, en el presente. Cadence abrazó al sensei, y le volvió llamar "abuelo"
Cadence: *se seca las lágrimas* quiero buscar a mi padre.
Sensei: ¿estás segura?
Cadence: sí
Sensei: puedo pedirle a algunos ninjas que te acompañen
Cadence: esto lo debo hacer yo sola
Sensei: toma este amuleto *Se lo cuelga* te protegerá y te guiará
Cadence: ¿Cómo sabré a dónde fue?
Sensei: lo sabrás
Cadence: Gracias Sensei...abuelo. *Sonríe y se va*
Cadence partió hacia las montañas...No llevaba nada encima, solo el amuleto que el sensei le había dado. Sólo tenía una pequeña esperanza de encontrar a su padre... y vivo. Pero sentía que debía intentarlo. Poco después, Franky llegó al Dojo, le preguntó al Sensei si su querida pingüina había pasado por allí. Él se lo contó todo y aunque Franky tenía miedo, fue en su búsqueda.
(Continuará)
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Cadenky, un amor verdadero
FanfictionEsta es una historia más de Cadenky, unos mejores amigos que se dan cuenta de que han nacido para estar juntos y ser algo más. Cadenky, un amor verdadero.