Capitulo 2

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Le pregunté cuidadosamente a la criada que me atendía. 

-... Ey. 

-Sí, señora.

-¿Cardicel está muy ocupado?

Ante esas palabras, el rostro de la criada se oscureció de inmediato. 

Sabía que no nos llevabamos bien debido a la descripción de ellos descuidando a su hijo, pero pensé que era casi como si se trataran el uno al otro como si fueran invisibles. 

Los sirvientes que sirvieron a Sheriel no mencionaron específicamente el nombre de Cardicel.

-Déjame cambiar la pregunta. ¿Sabes dónde está Cardicel ahora? 

-... Creo que el Maestro Cardicel está en el jardín ahora mismo. ¿Te gustaría ir a verlo? 

Me preocuparon esas palabras. 

En la obra original, Cardicel no sabía empatizar con el dolor ajeno. 

Aunque sabía que debía acercarme, dudé porque sentí que tenía ojos espeluznantes y me amenazaria, diciendo que no le agradaba. 

Mientras mantenía la boca cerrada, la criada habló como si estuviera acostumbrada. 

-Dije algo inútil. Por favor, descanse bien, señora.

El rostro de la criada mientras me miraba y me saludaba era algo amargo. 

Parecía como si sintiera pena por Cardicel por no recibir la atención adecuada. 

Por alguna razón, mi mente estaba agitada. 

La pequeña compasión en los ojos de la doncella tocó mi corazón. 

Bueno. Mientras permaneciéramos en la misma mansión, era obvio que nos encontraríamos de alguna manera. 

-espera. 

-¿Sí?

Tengo que ir a verlo. Entonces, ¿me llevarás al jardín? 

- Por supuesto, señora. 

-¿Por qué estás tan sorprendida? Y parece que todavía hace frío afuera. ¿Podrías darme algo de ropa para ponerme? 

Entonces la criada respondió con una brillante sonrisa. 

-¡Sí, señora!

Miré el paisaje fuera de la ventana y suspiré. 

Mi corazón latía ansiosamente. Preocupada por pisar accidentalmente una mina terrestre, me dirigí al jardín donde estaría Cardicel. 

❀ ❀ ❀ 

El jardín del duque Loperam era más bonito de lo esperado. 

El crear un jardín enredado de espinas para evitar que la heroína escapara en la novela parecía algo que sucedería más tarde. 

Miré a mi alrededor para ver dónde estaba Cardicel. 

Pero no parecía que se estuviera escondiendo. 

Tenía sospechas y le pregunté a la criada.
-¿Dónde está Cardicel?

-... Eso es extraño. Escuché que estaba pasando el rato aquí.

Lo extraño fue que la criada parecía igualmente avergonzada y puso los ojos en blanco.Ante esa reacción, pensé que estaba mal encontrarme con Cardicel hoy, así que traté de darme la vuelta. No hubo nada que me hiciera sentir aliviado y aliviado de mi nerviosismo. 

-No puedo evitarlo. Supongo que debería volver a mi habitación. 

-¡Espere, sólo un momento!

-¿por qué?

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