Unión forzada / Kyunaru_ Kuranaru

Capítulo II

Kurama

Valle del fin

Vi como el mocoso Uchiha apuñalaba a Naruto con su chidori. Había estado tanto tiempo observando la vida de este pequeño zorrito, desde el día que había nacido le fui encomendado como su carga. Recuerdo cómo en esos días había llegado a concebir la idea de sobrecargar sus venas con mi chakra demoniaco y lo había estado haciendo en pequeñas cantidades con la intención de llegar a matarlo apenas cumpliera sus siete años. En ese entonces nunca creí que cambiaría mi objetivo tan drásticamente, fue una total sorpresa. Ocurrió cuando tenía cinco años y se encontraba huyendo de una turba de aldeanos, ya habían empezado hace unos meses antes de esto pero normalmente él siempre trataría de huir y cuando lo atraparan se rendiría y ni siquiera intentaría luchar; eso me asqueaba y me impedía sentir algún remordimiento al matarlo, después de todo, ¿no le estaba haciendo un favor? un niño que no podía defenderse y no tenía ningún instinto de supervivencia estaba destinado a morir en algún momento, yo sólo le ahorraba una parte del camino. Ese día había acudido a la oficina del hokage para adquirir el dinero que le entregaba el hokage cada mes, se encontraba a mitad del barrio rojo cerca de su casa pero al mismo tiempo demasiado lejos como para llegar a ella mientras huía. Él lo había olvidado pero ese día era el aniversario de mi supuesta muerte, los aldeanos se reunieron para armar la persecución que siempre hacían. Lo persiguieron hasta que quedó acorralado en un callejón, estaba sin salida y como nunca antes unos cuantos shinobis se habían colado a la persecución con la intención de matarlo. Fue torturado y a pesar de que sentí las ganas de intervenir en ese momento sabía que si lo hacía lo incapacitaría de por vida por las heridas internas que mi chakra le provocaría en esos instantes. En ese momento mientras los shinobis abrían la piel de uno de sus brazos con un shuriken, sin saberlo uso mi chakra para defenderse. Masacró a la mitad de la turba, la parte que no alcanzó a huir. En esos momentos sin que yo tuviera influencia en él masacró a la turba de aldeanos y con eso despertó mi curiosidad, vi el potencial que podría llegar a tener si lo entrenaba. Después de que usara mi poder para defenderse perdió la conciencia y usando el chakra que había imbuido en sus venas cure y conduje su cuerpo de regreso a su departamento. Determinando desde ese momento el protegerlo.

Mientras Naruto llenaba su mente de dudas por la traición de su "amigo". Yo sonreí ante la oportunidad que se me presentaba. Finalmente obtendría la oportunidad de seducir a mi dulce presa con mi ayuda en su supervivencia. Lo alejaría de esa basura de Uchiha a la que le encantaba llamar amigo y de su inútil compañera de equipo, aunque en contra de mis deseos sabía que tendría que permitir que siguiera conviviendo con algunas personas cercanas a él, el aislarlo totalmente sería contraproducente.

-Vaya, vaya. Miren que tenemos aquí, el pequeño y revoltoso mocoso apuñalado por su amigo emo- Hablé, ocultándome dentro de la oscuridad con la que había poblado su paisaje mental. A la espera del momento oportuno para mostrarme.

- ¿Qué pasa, te mordió la lengua el gato?, zorrito- Reí, viendo como trataba de evitar la situación, o sea a mí- Zorrito, escucha con atención. Estás a punto de morir y la única forma de salvarte es con mi ayuda. Dime, ¿quieres vivir o morir? - Planté la pregunta que estaba seguro determinaría el rumbo de sus respuestas.

-¡¡No, no quiero morir!! ¿Yo...yo qu...qué debo hacer para que me ayudes? - Sonreí, desapareciendo la oscuridad y mostrándome en todo mi poder, aun detrás de la jaula de sellado, ese asunto lo resolvería más tarde.

- Muy bien dicho, pequeño zorrito. Bien, debes seguir todo lo que yo diga, ¿entendido? - Asintió - Perfecto, primero con uno de tus kunais traza la palabra Kurama en tu pecho, luego traza el kanji de nueve del lado izquierdo de tu cuello- Sin un sólo gramo de duda marcó ambas cosas sobre su cuello y abdomen, esto estaba siendo tan fácil - Sigue así, zorrito. Ahora toma del frasco que acaba de aparecer frente a ti- Miró hacia el piso notando el pequeño frasco, percibí la duda en su mirada. ¿tan pronto y ya estaba pensando en echarse para atrás? -¿Qué hay en él?- Afilé mi mirada y mostré mis colmillos en clara amenaza. ¿En realidad pensaba que permitiría que se arrepintiera de hacer un trato conmigo? Permití que una parte de mi intención asesina se paseara por el espacio –Bébelo he dicho y ni siquiera pienses en vomitarlo- con manos temblorosas tomó el frasco, llevándolo a su boca y bebiendo hasta el fondo. Volví a sonreír, la espera había valido la pena, ahora finalmente era mío. Antes de que Naruto perdiera la conciencia por completo le aseguré que me encargaría de todo le demás.