Después de la tormenta sale el arcoíris...
Olivia se reencuentra con Gavi en un partido del Barcelona, lo ha dejado con Julián por problemas duros para ella.
Parece que la vida les quiere dar otra oportunidad, pues ambos tienen claro que son como do...
—¿Ves esto bien para Mateo?—preguntaba el sevillano mientras miraba lo que sujetaba Pedri con su mano.
Gavi estaba junto con Pedri y Ferran comprando algunas cosas que necesitaban y el chico vio la oportunidad perfecta para comprarle algo a su hijo.
Quería comprarle algo también a Olivia pero como aún no tenían la suficiente confianza como antes para hacerlo quitó esa idea de su mente.
—Si, lo veo bien y es su talla, seguro que le gustará—habló la rubia tras el teléfono.
Olivia sonrió al ver el chándal del Barça que le mostraba el chico, le parecía un gesto muy bonito que le comprase algo a su hijo.
—Perfecto me compraré alguna que otra cosa más, ¿cuando podemos vernos?—.
—Si quieres cuando salgas puedes venir a casa de mis padre—.
—Está bien, tampoco quiero molestar mucho—sonrió un poco.
—No vas a molestar, te recuerdo que toda mi familia te sigue queriendo—ambos rieron y terminaron de acordar las cosas.
Olivia ya había encontrado una casa pa ella y Mateo, pero hasta dentro de dos semanas aún no podía irse por ciertos temas.
El caso es que ya había comenzado a trabajar de nuevo con el barça, ya llevaba algunos entrenamientos yendo y todo seguía siendo igual ante sus ojos.
Con Gavi bueno, iban avanzando ya que el verse todos los días hacía algo pero tampoco el chico quería ir muy rápido por obvias razones.
Miles de rumores salieron cuando la prensa y la gente se enteró de que la catalana había empezado a trabajar de nuevo en el equipo.
También miles de teorías del por qué la anterior pareja había terminado, ninguno de los dos habían dicho la razón pero Olivia estaba completamente segura de que Julián diría algo falso.
No se preocupaba por nada de esas cosas en este momento, prefería fijarse en ella y en su hijo que ahora mismo se encontraba en el colegio.
No fue muy difícil para él integrarse a dos meses de haber empezado las clases pues era un niño muy simpático y risueño.
Eso a la chica le agradó demasiado, pensaba que iba a ser algo complicado pero ya veía que no.
Cuando ella trabajaba Maya se encargaba de cuidarlo, ella dijo que no tenía problema ninguno en encargarse de él ya que era como un sobrino para ella.
La rubia ahora mismo se encontraba recogiendo y ordenando algunas cosas de su habitación cuando el llamado de su madre diciéndole que el sevillano estaba abajo hizo que dejase de hacer todo.
Bajó y lo vió hablando con su padre, como no, de fútbol.
Traía varias bolsas en la mano, demasiadas como para que todo fuese para Mateo.
—¿Todo eso es para el niño?, no lo vayas a mimar de más—comentó haciendo que Pablo se girase a verla.
Este sonrió cuando la vió, igual de preciosa que siempre, negó con la cabeza y luego le hizo una seña para sentarse.
—Te he traído algo a ti, pensaba en no hacerlo pues ya dije que iba a tomarme con tranquilidad todo pero vi esto y necesitaba comprartelo— le dió una bolsa que al abrirla tenia varias cosas.
Lo primero era un libro, uno de los tantos que Olivia deseaba tener y el chico se acordó cuando hace unos días se lo dijo.
—Flashback—
—¿Qué haces?—preguntó Gavi mientras cargaba con Mateo y entraba a la habitación de la chica, donde ella se encontraba escribiendo algo en una libreta.
—Apunto varios libros que me gustaría tener para comprármelos algún día—.
—¿Hay alguno en específico?—
—Hay uno...se llama "cuando ya no queden más estrellas que contar", es muy bonito y es uno de los que me urge conseguirlo—.
—Fin del Flashback—
—¿Es enserio?—preguntó mirándolo sorprendida.
—Si, me acuerdo que mencionaste lo mucho que lo necesitabas—.
Olivia lo abrazó fuertemente, haciendo que el chico se echase un poco para atrás, chocando con la parte del sillón.
Gavi le correspondió el abrazo, rodeándola por la cintura pero sin incomodarla.
—Gracias, gracias, gracias—rió al escucharla.
Se separaron para mirar las dos cosas restantes que quedaban en la bolsa.
Otro era un labial que estuvo buscando un día cuando todos fueron de compras pero no lo encontró.
Y finalmente un colgante con su nombre, el nombre tenía pequeños brillantes haciéndolo aún más reluciente.
—¡Ya hemos llegado!—Carlos, Xavier y Mateo aparecen por la puerta de la casa, llamando la atención de los cinco que ya estaban en ella.
—¡Papá!—Mateo corrió hacia Pablo una vez lo vió.
El mayor lo abrazó con fuerza, la madre de Olivia sonrió ante la escena.
—Te tengo unos regalos—el niño, al escuchar eso, lo soltó rápidamente y se sentó para poder abrirlos.
Lo primero era el chándal del Barça que Gavi le había comentado a la rubia.
Luego la camiseta de la temporada con el nombre de Gavi y su número.
Y finalmente unas botas nuevas que tanto pedía.
El resto de la tarde pasó normal, Olivia leyendo su nuevo libro.
Gavi con Lucas jugando o hablando de diversos temas y Mateo, Xavier y Carlos jugando en el jardín con la pelota.
Fue un buen día para todos y Olivia pudo ver como el sevillano verdaderamente se esforzaba.
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Perdón por no actualizar, me daba problemas y a parte estuve muy ocupada.
