•••Resoplé por quinta vez mirando el reloj frente a mí. Parecía haber un retraso en la atención de los pacientes porque mi cita es las 12:15 y son las 12:20. Tan solo van cinco minutos, pero soy bien estricta con la puntualidad.
— Lauren Shay.— mencionaron mi nombre, así que me puse de pie de un tirón.
Lo cierto también es que me encuentro muy ansiosa por el motivo de mi consulta.
Entré a la consulta y tomé asiento frente a la prestigiosa ginecóloga que tenía frente a mí. Pasó todo el protocolo del inicio para luego pasar a lo que realmente me importaba, saber si soy fértil y que probabilidades tengo de tener un hijo y la respuesta fue un rotundo sí, lo cual hizo que toda mi ansiedad se fuera y la alegría me albergara por completo.Salí de la consulta camino a la área de cotización donde me darían más información sobre el procedimiento y costos. Todo iba bien, mi sonrisa no podía extenderse más hasta que me comenzaron a dar el costo de cada procedimiento, sumando todo dio un total de diez mil dólares. Casi me voy de nalgas. Sabía que embarazarme por inseminación artificial es costoso, pero no pensé que lo fuera tanto.
Con el rostro caliente dije que gracias y que me lo pensaría.— Joder.— exclamé en voz baja una vez que salí de la clínica.
Mi teléfono sonó anunciándome una llamada.
— Ethan.— contesté.— ¿Qué quieres ahora?— agarré bien mi bolso y comencé a caminar.
— Tía ¿Dónde estás?— preguntó.
— Eh...— cerré los ojos fuerte pensando en una mentira.— Saliendo de una tienda.— me di en la frente y seguí caminando.
— ¿Una tienda?— preguntó extrañado.— La reunión ya va a comenzar.
— Si, lo siento. No alcanzo a llegar.— abrí la puerta de mi coche.— Vayan comenzando sin mí.
— Vale.— colgó y noté su confusión.
Entré al coche luego de lanzar mi bolso al asiento de copiloto.
— ¿No podías pensar en una mejor mentira, Lauren?— apoyé la cabeza en el volante causando que la bocina sonase.— ¡Dios! Lauren, espabila tía.— exclamé.
Encendí el coche y comencé a conducir lo más rápido que puedo a la oficina mientras pienso en lo miserable que me siento. Quiero ser madre, siempre lo he querido y lo tenía planeado para que fuese a mis 30 años, tengo 33 y no hay posibilidades de que eso pase naturalmente, ya que dejé de creer en los hombres. He tenido tres relaciones fallidas en mi vida, todas tres relativamente largas y todas un fiasco. No sé si es que escojo mal los hombres o si de verdad son unos capullos todos y para ser honesta fue más fácil inclinarme por la segunda razón porque la primera hiere mi ego. El caso es que decidí rendirme en encontrar el amor de mi vida y decidí ser madre soltera. Sin embargo, ahora tengo el obstáculo del dinero, tan sólo tengo unos pocos ahorros que no llegan ni a la mitad de lo que vale.
Suspiro al llegar y luego bajo con todas mis cosas para entrar casi corriendo al edificio. Mientras pienso en una explicación razonable de porqué estaba en una tienda a las ocho de la mañana y me cogió la tarde.
Gracias a Dios alcancé a dar mi reporte en la reunión y todo salió bien, hasta ahora que debo dar una explicación a mi mejor amigo y digamos que en parte mi jefe también aunque trabajamos en departamentos distintos. Soy coordinadora de recursos humanos y Ethan, es el director financiero de la empresa e hijo del dueño de ella, por lo tanto, futuro presidente de la importadora de alimentos más grande de Estados Unidos. También debo decirles que es mi compañero de piso desde hace dos meses, ya que está remodelándolo completamente su apartamento y como yo necesitaba un roomi porque el que "tenía" se fue, él se ofreció serlo.
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𝑴𝒆𝒓𝒂𝒌𝒊: mini novelas.
De Todo¿Te gustan las historias cortas? ¿Cansada de novelas muy extensas? ¿Últimamente tienes ganas de leer algo más corto y conciso? O quizás sólo estás aquí por curiosidad. Bienvenidas a esta obra anteriormente llamada "One Shots (CRISTIANOS) #3 la cual...