𝒓𝒐𝒄𝒌 𝒎𝒆 𝒃𝒂𝒃𝒚

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Cuatro días después Beomgyu no se había dignado a salir de su habitación, había pasado los últimos días llegando de la escuela para luego solo encerrarse en su habitación mientras escuchaba música para deprimirse aún más en el viejo tocadiscos de su madre.

El día mostraba que sería un maravilloso domingo soleado y en perfecta armonía, más el no daba señal alguna de querer salir de entre su cama con la cabeza enterrada en su almohada y lloriqueando con mucho pesar acumulado.

—Beomie, Kai está aquí buscándote. —su madre le dijo, abriendo solo un poco la puerta de la habitación sumergida en música deprimente

Miyeon miró con algo de pena a su hijo antes de negar un poco y volver a cerrar para decirle al chico que preguntaba con preocupación por su hijo menor. Esperaba que su dolor pasara pronto.

Beomgyu rodó en su cama cuando Kai abrió la puerta de su habitación y la cerró detrás de si con una gran sonrisa, dando saltos y soltando chillidos. El omega de aroma a rosas e incienso se mostraba muy feliz y radiante.

—Sal de tu cama, tienes que verte bonito para dentro de veinte minutos.— Kai le dijo, jalando su pierna izquierda con fuerza, más el se aferró a la base de madera.

—¡No!— chillo como un niño pequeño enojado, no quería abandonar las cuatro paredes de su habitación —¡No quiero, déjame sumirme en la miseria!— lloro con cansancio mientras tallaba sus ojos rojos

—¡Anda!— Kai le rogó —Era un sorpresa —musito con un puchero marcado. — Choi Soobin me pidió una cita hoy en los bolos, quiero que vayas porque dijo que sus amigos irían con sus parejas para pasar el rato.— sonrió con aires soñadores, su mirada perdida en las paredes con pósters pegados.

—¡¿Qué?!— Beomgyu exclamó con pura sorpresa y los ojos bien abiertos —¿Soobin? ¿Enserio?, ¿Ese Soobin Choi? — pregunto con incredulidad.

—El mismo que anda en moto y toca la guitarra en una banda con tu alfa— declaró con mucho orgullo —Le pregunté si podía invitar a alguien y me dijo que si, que Yeonjun iría solo y podría hacerle compañía porque así el no haría mal tercio con nadie— musito con una risilla.

—¡¿Y porque me lo dices hasta ahora?!—refutó molesto —No he dormido bien, he llorado mucho y ¡no tengo nada que ponerme!— chillo con voz ahogada.

—¡Es que no te vi ayer en los bolos con tus padres!— se defendió —¡Me haré cargo, lo tengo ya todo arreglado!— Kai dijo sin preocupaciones, jalando a su amigo del brazo para luego sentarlo delante de su tocador blanco con luces alrededor.

♡

Estaban llegando quince minutos tarde. Kai se iba quejando de cuánto había tardado Beomgyu en arreglar su cabello y encontrar sus aros a último minuto.

Cuando entraron al lugar de los bolos tomaron dos tickets y en sus manos fueron puestas pulseras, Beomgyu siguió a Kai hasta una mesa redonda con asientos de cojín donde ya habíya varios víveres y algunos chicos junto al grupo ya conocido por ambos.

—Hola bonito, te ves precioso. — Beomgyu observó a Soobin y Kai, ambos entraron en una burbuja donde se sonreían mutuamente

Beomgyu rodó los ojos y miró al resto de personas en la mesa que también notaba con algo de burla al par que ahora se encontraba hablando.

—¿Beomgyu, cierto?— él asintió a las palabras de un pelinegro que abrazaba a un rubio por los hombros — Jeno. —se presentó sonriendo

—Renjun. —musito el rubio, dándole una sonrisa

—Mark.— indico un chico de cabellos negros, largos y ondulados que no despegaba la mirada de su acompañante.

—Donghyuck. — musito el omega de cabellos castaños, mientras escondía su rostro en sus manos por la mirada intensa del alfa que no le perdía la vista.

Beomgyu les sonrió un tanto apenado, estaba dispuesto a hablar cuando fue interrumpido.

—Yeonjun. — el alfa azabache que llegaba con un par de sodas le dijo, con una bonita sonrisa que le hizo temblar las piernas, Yeonjun le extendió una de las bebidas notaba tenía aroma a manzana.

—Uh, Beomgyu. — dijo para todos los presentes, pero mirando únicamente al alfa que le robaba el aliento, recibiendo en sus manos el vaso de refresco.

—Bien— Soobin interrumpió, así que todos le prestaron atención —Jugaremos está vez en parejas— Beomgyu juro que había pura maldad en su sonrisa —Jeno y Mark con sus novios, yo con este sol— dijo con calma, Beomgyu notó como su amigo casi caía desmayado —Y parece que ustedes quedan juntos— les dijo, Beomgyu miro a Yeonjun esperando que dijera algo, más solo le dio una mirada con una sonrisa ladina.

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Su corazón no paraba de latir de manera irregular, es decir ¿cómo tenía que reaccionar?

Estaban en la última ronda, Soobin y Kai les iban ganando por cuatro puntos y ellos estaba en segundo lugar. Beomgyu ni siquiera podía concentrarse cada que Yeonjun ponía su mano sobre la suya en la bola de boliche para indicarle como es que tenía que tirar y derribaba algunos de los pinos, pero las manos le temblaban al igual que las piernas.

Su pobre corazón no daba para más.

Al final, los ganadores fueron Soobin y Kai.

Después de pasar por varias bebidas y comer muchas papas fritas, noto que ya era tarde así que con una opresión en el pecho se despidió de todos los chicos y les aseguro que se repetiría el próximo domingo, esto ante la insistencia de cada presente porque tenían que repetir esa salida.

Era todo un sueño juntarse con el grupito de alfas más deslumbrante del pequeño pueblo y pasar tiempo con ellos junto a sus novio, más aún era totalmente un sueño estar a la par de uno de los alfas cómo su acompañante.

Las calles solo eran alumbradas por los viejos faroles que apenas podían mantenerse más de diez segundos sin parpadear. Estaba temblando de frío y tenía mucho miedo de caminar solo.

Se abrazo a si mismo y dio un par de pasos.

—¡Beomgyu!—detuvo su corto andar cuando su nombre fue gritado.

Se giro solo para encontrar a Yeonjun luciendo apenado, con una mano en su nuca rascando nerviosamente en la zona.

Se acerco hacia él y le sonrió un poco, ignorando a su lobo saltando de felicidad.

—O-Oye, te he visto antes y e-eres enserio muy lindo.— hablo con la voz temblando y mordiendo su labio inferior —En realidad he preguntado antes por ti y... y me preguntaba si quieres salir conmigo un día de estos, claro, cuando tengas tiempo libre.— Yeonjun hablo, con el corazón en la garganta y luego aclarando su voz.

Beomgyu solo pudo asentir en afirmativa y darle un beso en la mejilla.