Cap. 2: Tipo sexy e insistente

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Pete estaba sentado en aquel restaurante viendo al castaño en frente suyo. No había querido aceptar su invitación a cenar, pero luego de recibirlo en su departamento supo que debía salir de allí pronto o seria tentado a volver a hacerlo con él. Vegas despertaba un lado suyo que desconocía, uno que lo hacía desear no pensar y solo entregarse, eso le asustaba.

-¿Vino?- dijo este alzando la botella, era un vino tinto de más de treinta años, una etiqueta Premium, claramente Vegas estaba luciéndose.

-gracias- pasando su copa espero que le sirviera, vio a su alrededor consciente de lo solitario del sitio- entonces, Vegas...- acepto la copa y la acerco a sus labios- ¿Hiciste que este lujoso restaurante abriera solo por vos?

-¿Qué? Claro que no- su mirada se perdió en los rosados labios que tocaban la copa, el líquido deslizándose por su boca, bajando por su garganta, el movimiento de su campana lo tenía duro- ya estaba abierto-aclaro, buscando sus ojos- solo reserve el lugar, todo el lugar.

-¿Estas queriendo impresionarme? Porque no funciona.

-lo sé- acomodándose de lado lo observo atentamente- pero aun si no lo hace, odio la interrupción, quiero tenerte solo para mí y como imagine, no me aceptarías una invitación a mi suite.

-dirás pent-house- soltó sonriente dejando la copa en la mesa- y claro que no, sé las cosas que me harías si aceptase ir allí, tus ojos te delatan.

-¿Debo recordarte...?- soltó inclinándose hacia él con una pecaminosa sonrisa en sus labios- ¿Lo mucho que disfrutaste de lo que te hice?

- no es necesario- cruzándose de brazos lo miro atento- entonces... ¿Para qué me citaste?

-¿Tiene que haber otro motivo más que me intereses?

-te caliente, querrás decir.

-no bebe, te equivocas, vos no solo me calentas- se acomodó tomando su copa- la calentura es algo efímero, lo que siento por vos es...- lo observo de reojo- otra cosa.

-¿Vas a decirme que crees en el amor a primera vista acaso?- soltó con diversión.

-no realmente. Atracción a primera vista si, amor a primera cogida... seguro- le sonrió de lado- me volaste la cabeza incluso antes de probarte ¿Crees que no buscaría repetir eso?

-ahí vamos, sexo- dejando caer los brazos lo observo- no uses palabras lindas para decir las cosas. Si queres cogerme solo...

Vegas se movió de prisa, se puso de pie dejando la copa y fue directo hacia él. Como una mano en la mesa y la otra en la silla para luego inclinarse muy cerca de su rostro.

-no te equivoques Pete, una buena cogida la puede tener cualquiera, lo que vos y yo tuvimos fue... otra diferente.

- diferente - repitió, obnubilado por la cercanía del contrario, su mente estaba perdida en la intensa mirada que este le regalaba.

-sí. El sexo es eso, sexo, pero la piel, el deseo, la atracción...- Acercándose hasta dejar sus rostros casi pegados susurro- te tiraría sobre esta mesa ahora mismo y te jodería hasta que no recordaras ni tu maldito nombre- Pete trago nervioso ante eso- tengo el deseo perverso de hundirme en tu interior y no salir nunca. Quiero marcarte como un animal lo haría, quiero poner un jodido collar en tu cuello que le haga saber a todos a quien perteneces. Quiero marcarme en tu piel, tu cuerpo, tu alma, quiero ser todo en lo que pienses y borrar cualquier idea de otro hombre, para siempre.

Pete lo observo atentamente. Sabia que debía preocuparse por eso, el jodido tipo hablaba de cosas que rayaban lo enfermo. Ponerle un collar o marcar su piel, morderlo como un animal e incluso borrar cualquier rastro de otro tipo en él, era demasiado. Sin embargo... ¿Por qué se sentía tan caliente? ¿Por qué quería experimentar cada una de esas cosas y pedirle que no sean simples palabras? ¿Acaso él también estaba enfermo?

The wrong manDonde viven las historias. Descúbrelo ahora