15.

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El día siguiente fue un completo martirio para Seungmin

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El día siguiente fue un completo martirio para Seungmin. Lee intentó muchas veces hablar con él pero Kim no podía mirarlo a los ojos por más de cinco segundos sin sonrojarse.

—Hoy tengo mucho trabajo, pero hablaremos en la noche. —dijo Lee distraídamente, tomando su chaqueta en una mano y su maletín en otra. Seungmin no pudo evitar pensar que se veía demasiado atractivo haciendo las cosas más básicas, sin embargo la realización cayó sobre él.

—¿Hablar de qué? Oye, por cierto, en la noche hizo mucho frío, ¿no crees? Tal vez necesitemos más mantas... —dio todo de sí mismo para no ponerse nervioso, y sobretodo para cambiar el rumbo de la conversación pero no pudo hacerlo.

—No te hagas el loco, Seung. Sabes que necesitamos hablar. —el alfa se acercó al contrario y dio una leve caricia en sus cabellos castaños, dando todo de sí mismo para retraer sus ganas de besar a Seungmin otra vez. Tenía tantos impulsos de, mínimamente, tocar esas mejillas esponjosas con sus labios. —Y tienes razón, hace frío. Le diré a Lucy que les dé más frazadas. O pueden dormir conmigo, como sea...—murmuró el alfa, dejando perplejo a Seungmin.

—¿Dormir...? ¿Qué? —Lee sonrió ante la confusión ajena, Seungmin era adorable.

—Hablaremos de eso en la noche, también. —y sin más, el alfa dejó la cocina, segundos después la casa.

Seungmin continuó preparando el desayuno de Hanni y el suyo propio como si nada pasara cuando en realidad había pasado de todo en tan solo unos segundos, sin percatarse de que la omega de cabellos castaños había escuchado la conversación entre el alfa y él.

—Buen día. —saludó Yeji, entrando a la cocina, fingiendo que no escuchó lo que había escuchado, Seungmin giró y le dedicó una sonrisa diminuta a la omega.

—Buenos días, Lucy. —Seungmin siguió con sus cosas, sintiendo una leve incomodidad en el ambiente. Quería romperlo porque sabía que no era bueno tener ese tipo de tensión con Yeji, quien era lo más cercano al enemigo ahí dentro. —Hanni preguntó por ti en la mañana. —soltó lo que realmente no fue una mentira. Por alguna razón que Seungmin desconocía, Hanni se había encariñado demasiado rápido con Yeji, al igual que con su hermano pero ese no era el tema ahora.

Yeji se mostró sorprendida, pero cambió su expresión al instante.

—¿En serio?

—Sí, dijo que extraña jugar con Lucy. —la omega Lee miró a un punto fijo y no pudo evitar que una sonrisa se formara en sus labios, tal vez por unos pocos segundos pero era una sonrisa al fin y al cabo.

—Wow yo... esta tarde iba a jugar con ella. Si es que eso no te molesta, claro.—Seungmin suspiró y dejó sobre la mesa el desayuno que rápidamente le había preparado a Hanni, la omega agradeció en un murmullo.

—No me molesta, Lucy. Recuerda que la que nos odia eres tú, no es al revés. —Kim dejó la bandeja con el desayuno de Hanni sobre la mesa, mientras que ubicó el suyo al lado de Yeji, quien miraba hacia abajo, a penas y tocando el cereal del plato.

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