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Otra noche sin ser capaz de dormir, y KyungSoo ya creía tener la mala costumbre de caer a en la locura pensando en Park ChanYeol.
Aquel nombre parecía haberse grabado a fuego en su memoria, e irremediablemente cayó por completo a sus pies. ¿Qué debería hacer? Ahora duda de ser capaz de olvidar siquiera sus ojitos grises verlo junto a una tímida sonrisa.
Pero había algo más que provocaba su insomnio, y es recordar las palabras del alfa antes de que éste se marchara.
"ㅡ Hasta pronto, hyung."
¿Él acaso lo conocía de antes, como para saber su edad?
Por lo poco que podía saber, es que sin duda alguna, ChanYeol era como una caja de sorpresas. Moriría por dentro si resultaba ser menor, porque siempre tuvo la idea de casarse con alguien que le superara la edad. Sin embargo, sus estándares cambiarían con la llegada de tal peculiar alfa.
Es por eso que esperó ansioso al siguiente día, el bendito viernes ya había llegado para alegrarle la semana, y fue mejor aún cuando al entrar al bachiller no fue acosado por el grupito de YoonGi, que al verlo corrieron para esquivarlo.
Aún no podía creer lo cobardes que eran, y que hayan sido lo bastante "machos" como para burlarse de él estando entre amigos.
Eran una banda de imbéciles.
ㅡ Hey, hyung. ¿Cómo se encuentra?
KyungSoo alejó sus pensamientos negativos y el enfado para darse la vuelta con una amplia sonrisa, admirando el pulcro rostro de ChanYeol frente a él, que le devolvió la sonrisa.
Se quedó callado por algunos segundos contemplando su atractivo, casi hipnotizado sin poder formular palabra alguna, hasta que se obligó a despertar de su ensoñación.
La falta de sueño estaba cobrando factura, porque ya veía la ilusión de un ángel hablándole.
ㅡ M-Muy bien ChanYeol, ¿y tú?
El alfa acomodó algunos libros que mantenía cargados, y expandió su sonrisa.
ㅡ No podría estar mejor. Llegaron nuevos libros en la biblioteca y justo son de mi saga favorita.
KyungSoo no pudo disimular su interés, y sin preguntar tomó el primer libro de los que cargaba ChanYeol. "El desamor de Elisea", se ve muy interesante, pensó KyungSoo en su interior.
Y luego procesó su actuar, y su atrevimiento y mala educación con el alfa, dejando rápidamente el libro en su lugar para dar una leve reverencia.
ㅡ Oh, discúlpame. Lo tomé sin preguntar primero.
ChanYeol rio levemente, y fue el sonido más glorioso que pudo escuchar de todos sus años viviendo.
ㅡ No se preocupe, hyung, no me molesta. Puede leerlo si quiere, se lo recomiendo.
KyungSoo sintió un familiar calor extenderse por sus mejillas, y sonrió con un poco de pena. Tenerlo cerca le afectaba más de lo que creía.
ㅡ Yo quería pregun... ㅡ El timbre de ingreso a clases resonó por todo el pasillo, interrumpiendo sus palabras. Maldijo por lo bajo, decaído ㅡ. ¿Podemos vernos en la biblioteca durante el receso?
ㅡ Claro, hasta entonces hyung.
Se despidió sin mucho ánimo, queriendo platicar más con el alfa de cabellos oscuros, pero las clases esperaban, y no podía hacer nada para evitarlas.
Y así fue durante toda la clase del aburrido profesor de historia, donde luchó por no quedarse dormido a mitad de su explicación sobre las relaciones de la antigua Grecia.
No podía pensar en nada que no fuera en ese chico que revoloteaba a toda hora por si cabeza.
¡Su enamoramiento iba en serio!
Como si viviera un déjà vu, el timbre anunciando el receso interrumpió al profesor Han, que les recordó tener listos los puntos 6 y 7 para la próxima clase, importándole muy poco al omega.
Prácticamente corrió hasta la biblioteca, y antes de entrar trató de regular su respiración.
Luego de arreglarse un poco sus cabellos revueltos y aplanar su uniforme, entró decidido a encontrarlo.
Buscó por todo el lugar con un poco de desespero, hasta que dio con él en unas de las últimas mesas, alejado de todo lo demás. Su perfil perfecto gritaba dominación, y su calma expresión un misterio que estaba dispuesto a descubrir costara lo que costara.
Tal vez sintió su pesada mirada, y volteó a verlo. Dio un brinco al cruzar su mirada con la de él, pero al ver su sonrisa se sintió un poco más tranquilo.
ㅡ Hola, hyung. ㅡ Habló en voz baja, erizando sus vellos su tono grave, y lo miró con un brillo especial en sus ojos.
¡Tenía que disimular mejor su amor!
ㅡ Hola de nuevo, ChanYeol. ㅡ Tomó asiento rápidamente a su lado, espiando un poco lo que leía ㅡ. ¿Es el mismo libro de ésta mañana?
ㅡ Sí, no pude resistir la tentación y comencé a leer el primer libro de la saga. ㅡ Su sonrisa contenta delataba su felicidad por leerlo, y eso le contagió un poco de alegría ㅡ. Hyung... de casualidad, ¿quería decirme algo?
KyungSoo se golpeó mentalmente, ¡se había distraído por completo de su objetivo principal!
ㅡ Sí, quería preguntarte algo, pero justo sonó el timbre, y me interrumpió. ㅡ Lo miró con algo de timidez a los ojos, tomando la valentía para seguir hablando ㅡ. ¿Tú... tú ya me conocías? Digo, ¿por qué me tratas de "hyung"? Aún no lo entiendo.
Su mente quedó en blanco luego de terminar de hablar, esperando la respuesta del más alto, quien había enmudecido de un momento a otro.
Cerró el libro que estaba leyendo, y KyungSoo creyó que había metido la pata.
ㅡ ¿Dije algo malo? ¡Disculpa!
ㅡ No, no... tranquilo hyung. Sólo es que... ㅡ ChanYeol se rascó la nuca, desviando su mirada ㅡ. No pensé que me descubriría tan pronto, cambié demasiado.
KyungSoo sintió que se desmayaría por la sorpresa, su boca abriéndose en una perfecta O.
Su omega también se quedó helado.
ㅡ ¿A qué te refieres?
ChanYeol frunció su ceño, a la par que ladeaba su cabeza.
ㅡ Mi identidad. ¿Aún no te acuerdas de mí, Dodo?
Y aquel apodo fue como un baldazo de agua helada, que por la sorpresa casi se ahoga con su propia saliva.
Tomó el rostro del alfa entre sus manos, apachurrando sus mejillas y torciéndolas a su gusto. ChanYeol no se opuso en ningún momento.
ㅡ ¡¿Pequeño Loey?!
El alfa de ojos grises rió como un niño, asintiendo con la cabeza.
ㅡ Tu pequeño Loey está de regreso, hyung.
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