Dangerous Memories

Un muerto bastante vivo

Llegamos agarrados de la mano a una pequeña iglesia rodeada de policía y curiosos periodistas. No tuvimos miedo de que nos reconocieran, casi no nos reconocíamos a nosotros mismos. Al pasar por un coche me fijé en nuestro reflejo que se veía en la ventanilla; yo tenía el cabello rubio, ya no era moreno, tenía lentillas azules, mis ojos ya no eran verdes, además tenía una gran palmera que ocultaba parcialmente mi rostro que, junto a un pañuelo que cubría hasta parte de mis labios, hacía imposible pensar que era la misma chica desaparecida. David, por su parte, estaba rapado, ya no tenía su tupé, se había puesto una barba rubia bastante realista y al igual que yo, tenía lentillas azules. Delante de nosotros había dos policías que nos miraron con desprecio. Habíamos pasado junto a ellos y no se dieron cuenta de quienes éramos, podíamos relajarnos. Al entrar a la iglesia vi el ataúd de Niall, tenía la mitad de la tapa abierta y podía vérsele la mitad superior del cuerpo. Un escalofrío recorrió mi cuerpo y una lagrima se deslizó por mi mejilla.
-No llames la atención. Nos acercaremos y tras eso nos iremos, ¿queda claro?
Asentí y busqué con la mirada a Nuria. Estaba sentada en el primer banco, apoyada en el pecho de Dani. Junto a ellos estaban Blas, Carlos y un agente de policía. Miré a Blas y me reconoció, con un gesto le pedí silencio y entendió que estaba bien, que no me pasaba nada. Dio un codazo a Nuria para alertarla de mi presencia y nos acercamos al muerto.
-Creo que no puedo mirar.
-Sandra, no pasa nada.
Aunque me dijera que no pasaba nada si no miraba sabía que se lo debía a Niall, por mi estaba muerto. Me acerqué mas a Niall y le toqué la mano.
-Lo siento. Siento todo, desde tu muerte hasta llamarte teñido. Pero si me vieras en estos momentos verías como también soy rubia artificial. Si estuvieras vivo te hubieras reído, siento que no lo estés.
Abrió un ojo y sonrió. Una palabra mal sonante salió de mi boca y Niall me guiñó un ojo. ¿Que diablos estaba pasando? ¿Estaba tan loca que le estaba viendo vivo? Me giré para mirar a Nuria y al ver mi cara rió. ¿De qué iba todo eso? David vio a Niall sonreír con los ojos abiertos y miró a Nuria al igual que yo. Esta se acercó a nosotros mientras se aguantaba la risa.
-Tenéis que iros, no es seguro.
-Está vivo. ¿Por qué?
-Luego os lo cuento, alegraros de que está vivo de momento.
David salió corriendo de allí mientras yo le seguía. No paró de correr hasta llegar al coche, donde se encerró y se quitó la barba falsa.
-Explícame que diablos acaba de pasar. Ningún muerto sonríe y nos guiña un maldito ojo.
-¿Te crees que sé algo?
-No, casi te cagas del miedo.
-Un respeto. Además tu casi haces lo mismo.
-Vamos a recapitular. Niall nos hace creer que está muerto, así que me rapo el pelo para ir a verle arriesgando el pellejo y resulta que era un maldito montaje. Sabía que no estaba mal, se lo dije a Nuria. Pero fingir su muerte es otro nivel, es como si estuvieran desesperados por...
-Por atrapar a Alvaro.
-Exacto. Tiene que aparecer. Pero no lo hará ahora, lo hará cuando no esté nadie.
-¿Como va a quedarse Niall solo?
-Cuando esté enterrado.

Esperamos dos horas en el coche a que toda la gente se fuera del cementerio. Solo quedaba Nuria, quien observaba una tumba vacía. Me había extrañado no verla llorar pero al saber que la muerte de su novio era falsa, lo entendía todo. Aguantamos unos minutos mas en el coche, hasta que Nuria se montó en el suyo para esperar a Alvaro. Habíamos planeado en los baños de la iglesia que haríamos. Íbamos a esperar a Alvaro y cuando le viéramos Niall, quien se escondería en unos matorrales, llamaría a la policía. Todo parecía perfecto si Alvaro aparecía, y no nos defraudó. Vimos como una sombra se acercaba a la tumba vacía de Niall, era él. Miré a David, quien se había quedado dormido en el asiento del conductor. Parecía adorable así, como si no hubiera matado a dos personas. Le acaricié la mano para despertarle, para avisarle de que en nada llegaría la policía y debíamos de huir. Se despertó asustado, gesticulando y haciendo sonar sin querer el claxon al tocarle. Maldición, Alvaro lo había oído y se alejaba corriendo al verse observado. Nuria salió detrás de él, y sin darme cuenta David también. Todo el plan se estaba hundiendo. Corrí tras ellos y me encontré con Alvaro amenazando a David con una navaja en su cuello.
-Sandra, ¿no me vas a saludar?
Movió la navaja por el cuello de David y sonrió.
-Te queda muy bien el rubio. Podrías haberte teñido antes.
-Cállate la maldita boca y no hagas daño a David. Tienes las de perder, somos cuatro contra ti.
-Oh amor, para empezar sois cuatro contra dos. Alberto ven ya.
-¿Alberto?
Alberto apareció con una pistola y con Niall amenazado protegiéndole. Confiaba en él y me había traicionado.
-Deja a Niall en esa tumba vacía y lleva a Sandra a la furgoneta mientras me encargo de David y de Nuria.
Alberto tiró a Niall en un agujero. Qué ironía, ¿no? Al final si que iba a acabar bajo tierra.
Nuria corrió a por Niall pero Alberto la empujó y cayó encima de Niall. Alberto estaba desprevenido y era mi oportunidad de atacarle aunque me doliera. Me acerqué rápidamente a él y le di en la cabeza con un jarrón lleno de flores que había en una tumba. Acabó en el suelo inconsciente mientras escuchaba como Alvaro maldecía.
-Rubia pero no tonta...parece que tendré que hacerlo todo solo. Di adiós a David.
-¡NO!
David me miraba mientras no dejaba de llorar. Ese no podía ser su final, no podía morir así. Alvaro levantó la navaja y se la restregó por la mejilla. Niall se abalanzó sobre él, apartándole de David. Miré detrás de mi y vi como Nuria y el habían salido del agujero. Alvaro le dio en la cabeza con el mango de la navaja, dejándole inconsciente. Se acercó a David, quien le quitó la navaja. Nuria se acercó a mi y me agarró de la mano.
-La policía estará al llegar, debemos de irnos, estarán todos bien. Ten fe.
-No me voy sin David.
Las sirenas de la policía sonaron mientras Alvaro y David se peleaban.
-Sandra, vámonos ya.
Lo ultimo que vi antes de huir con ella fue como Alvaro le clavaba la navaja a David en la zona abdominal. Me aguanté las lagrimas mientras veía como se desangraba y rezaba por que estuviera vivo. Todo había cambiado ese día, nada era ni iba a ser como lo conocía. Alberto no era de mi confianza y seguía con vida, Niall no estaba muerto pero quizás David si.