Capitulo 33

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El aire estaba húmedo a causa de la lluvia. A pesar de que todavía era la 1 de la tarde, el cielo estaba oscuro como si fuera de noche.

Después de todas mis conferencias, estaba mirando por la ventana con una expresión en blanco en mi rostro.

Mi última conferencia la tomé sin Melissa. Quizás por eso el cielo sombrío parecía más sombrío.

¡Hombre, si hubiera sabido que esto sucedería, habría traído un paraguas! No, no lo sabía, así que no pude traerlo.

Mientras estaba resoplando adentro mirando el cielo lluvioso, la puerta del salón se abrió con un sonido traqueteante desde atrás.

“Oh, Rubia. Fue una gran coincidencia que te vi”.

El profesor Bendick, que salió más tarde que los estudiantes, fingió conocerme. Los ojos letárgicos del profesor Bendick se llenaron de alegría.

“Hola, profesor Bendick. Y yo soy Lucy, no Rubia”.

"Oh, es cierto. Pido disculpas de antemano porque creo que sólo podré recordarlo si cometo uno o dos errores más en el futuro”.

“Sí…”

Veremos si realmente se equivoca sólo una o dos veces.

Mientras tomaba mentalmente una resolución sin sentido, el profesor Bentick me regaló un libro con una amplia sonrisa.

“¿Puedes devolver esto a la biblioteca por mí? Tengo que devolverlo hoy. Y este es el precio por su arduo trabajo”.

El profesor me entregó el libro y el paraguas que llevaba a su lado. Debe haber notado que no puedo volver al dormitorio porque no tengo paraguas.

"¡Por supuesto! ¡Gracias por el paraguas!

Rápidamente tomé el libro y el paraguas por si cambiaba de opinión.

El profesor, que vio su mano vacía en un instante, sonrió y dijo: “Por favor cuídame” y se fue delante de mí.

Al observar su ritmo extrañamente rápido, parecía que el tiempo restante hasta su próxima conferencia era bastante ajustado.

"¿Debería tomar prestado un libro mientras estoy allí?"

No fue tan mala idea.

Fue muy difícil encontrar un libro sobre demonios y bestias en el Marqués de Seywint.

En lugar de eso, investigué libros sobre reptiles, que eran muy antiguos y cada libro tenía afirmaciones diferentes.

Gracias a esto, estaba harto de leer sobre reptiles.

******

La biblioteca a la que llegué por primera vez era mucho más grande que el estudio de nuestra mansión. La estantería estaba llena de libros como si fuera un tesoro de conocimientos.

Con esta cantidad, seguro que hay libros que estoy buscando.

"El profesor Bentick me pidió que se lo devolviera".

Como quería encontrar libros rápidamente, hablé primero con el estudiante sentado cerca de la entrada.

Entonces, el estudiante, que parecía ser miembro del comité de la biblioteca, saltó de su asiento y tomó el libro que le presenté como si me lo estuviera arrebatando.

Ya sea que estuviera revisando el título, el estudiante que recibió el libro se quedó quieto por un momento.

Pude ver su barbilla temblorosa bajo su cabello plateado.

No pude evitar que mi amigo de la infancia se convirtiera en un villanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora