Capitulo 42

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Es extraño. Claramente es verano, entonces ¿por qué hace tanto frío? Se me erizaron los pelos por el frío fuera de temporada.

Las comisuras de la boca de Liel se elevaron lentamente mientras me miraba, y el aire frío pareció derretirse como una mentira.

Me preguntaba si era solo yo.

Mis dudas duraron poco, ya que la tez pálida de Liel llamó mi atención.

Al ver su expresión, levanté la mano y rodeé su pálido rostro con mis manos.

“Tus manos están demasiado frías. No pareces feliz. ¿Hay algo mal?"

Preocupada, esperé su respuesta sin pestañear. Justo cuando mis ojos estaban a punto de ponerse vidriosos, Liel habló.

"No es nada, pero algo acaba de suceder".

"Sí……?"

Su rostro permaneció inexpresivo y finalmente soltó mi barbilla bajo mi intensa mirada.

“¿Puedes darnos un minuto?”

Dijo Liel, volviéndose hacia Melissa.

Al parecer, Liel no se sentía cómoda confiando en nadie más que en mí.

Melissa me miró en lugar de responder. Asentí y sus ojos se entrecerraron.

Ella se levantó y se fue, diciendo que me vería mañana.

Entonces Liel volvió a hablar.

"Entonces, ¿vas a pasar tus vacaciones pensando en él?"

Como no había mencionado el nombre de Pavón, “él” se había convertido en la palabra que usaba para referirme a él.

Por cierto, “pensar en Pavón” es una frase que otros podrían malinterpretar.

"¿De dónde has oído eso?"

¿Dónde escuchó eso y por qué habla tan extraño?

Le pregunté y él se acercó y se sentó a mi lado.

"Si es realmente guapo, viene de una buena familia, tiene buena personalidad y tiene un historial limpio con las mujeres, entonces tal vez valga la pena pensar seriamente en esto".

Vaya, ¿cómo pudo recitar eso correctamente?

En realidad, no recuerdo las palabras exactas de Melissa, así que no puedo estar seguro, pero estoy bastante seguro de que eso fue lo que dijo.

Liel no se detuvo allí, repitió mis palabras como un loro.

"Supongo que sí."

"Oh……."

"'Si ese es el caso, no estaría de más pensarlo un poco más..."

¡Puedo ver de dónde vienes, así que detente ahora…!

Sentí como si la vergüenza me estuviera señalando con el dedo. Agarré su brazo con fuerza en una señal que decía por favor deténgase y sacudí la cabeza rápidamente.

“¿Te confesó un chico de tu grado?”

"Sí, pero……."

"¿OMS?"

"No creo que sea apropiado decir eso..."

No le dije el nombre porque si fuera Pavón me sentiría mal.

Sinceramente, no esperaba que Liel estuviera tan interesada en mi vida amorosa.

Ahora que lo pienso, una vez le pregunté si estaba bien que se involucrara en mi vida amorosa.

No pude evitar que mi amigo de la infancia se convirtiera en un villanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora