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❝ mañana será mejor. ❞
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MIS MAÑANAS SE BASABAN EN: levantarme, ir al baño, vestirme, maquillarme - siempre muy humilde. -, intentar comer algo y por último despertar a mi padre.
Pero hoy había sido diferente, mi padre se ha levantado antes que nadie, también me ha hecho el desayuno sin que yo se lo pidiera.
- ¿Acaso es fiesta? - dije comiendo una de las tostadas que mi padre había hecho.
- Creo que no. - responde desde el sofá. - El calendario está en la nevera.
- Que gracioso.
- Mimi, ven. - me llamó.
Dejé la taza de café que me estaba tomando y me acerqué a él. - Dime, Jacob. - Apoyé mis manos en el respaldo del sofá con su cabeza entre mis manos.
- Hazme un favor, y tráeme tequila del super. - dijo sin poder reprimir una risa.
- Estúpido. - le di un golpe en la cabeza y fui buscar mi mochila.
Subí las escaleras y luego las bajé con mi mochila al hombro. - ¿Te llevas llaves?
- Síp. - abrí la puerta. - Adiós, te quiero. - mi padre se despidió y cerré la puerta.
Subí al autobús que me llevaba a clase. Clay March, un chico de mi clase nos había invitado a mis amigas y a mi para ir a su casa.
Las palabras textuales de Clay fueron: No habrá padres, podéis hacer lo que queráis, invitad a quien queráis.
Nessa es parte del equipo de animadoras, así que ella invito a casi todo el mundo. Nessa y CC son las deportistas de nuestro grupo, mientras Clara y yo nos servimos y bastamos para no perder el autobús.
- ¡Espera! - escuché la voz de mi amiga y me levanté de mi asiento.
- A buenas horas. - le dije y se sentó a mi lado.
- Cállate. - acomodó la mochila en su regazo y apoyó la cabeza hacia atrás. - ¿Cómo has llegado tan temprano?
- Mi padre se ha levantado y ya estaba todo listo.
- ¿Enserio?
- Te lo prometo. - saqué mi teléfono de mi bolsillo. - Mira. - le enseñe una foto que había hecho de la cocina antes de irme.
