Andrea bailaba con Mike al ritmo de Columbia de Quevedo, su novio tenía sus manos en su cintura acercándola a el, ella bailaba mientras cantaba la canción, al principio no quería ir pero ya que estaba ahí iba a disfrutar, Andrea volteo a su izquierda al sentir una mirada penetrante en ella, pudo ver a lo lejos a Max viéndola con el ceño fruncido al ver la cercanía, Andrea le sonrió y le mandó un beso para molestarlo más.
–Me encantas.– dijo Mike llamando su atención.
–¿Eh? Ah, gracias.– respondió distraída. –Ahora vengo.
Prácticamente huyo al baño pero le dió igual, por supuesto que la suerte no estaba de su lado por lo que antes de que siquiera pudiera llegar al baño Mike ya la tenía acorralada mientras le besaba el cuello.
–No, Mike aquí no, no tengo ganas.– se quejó la chica intentando quitárselo de encima.
–No seas una aburrida.–
–¡No quiero Mike! ¿Qué es tan difícil de entender de eso?– dijo Andrea empezando a frustrarse y empujándolo logrando quitárselo de encima.
Andrea pudo ver como Max se empezaba a acercarse cautelosamente, no necesitaba de su ayuda, ella era lo suficientemente capaz para solucionar sus problemas, no necesitaba de un niño rico con complejo de superhéroe.
–¡Mierda, no tienes que ser una puta perra apretada! ¡Si no te interesa nuestra relación mejor dilo y ya!– gritó Mike provocando a Andrea.
–¡Pues no me importa, fíjate! ¡No me importa esta puta relación, ni tu! ¿Para qué querría andar con alguien que no se puede defender ni siquiera de su papá?– gritó Andrea, en cuanto las ultimas palabras salieron de su boca se dió cuenta que eso era demasiado hasta para Mike, pero ya era muy tarde y no se iba a disculpar.
–Vámonos Andrea.– dijo Max interviniendo y agarrando a la chica del brazo.
–Ahora todo tiene sentido, vete con él, total te va a dejar por una mejor y regresarás arrastrándote hasta mi.– gritó el ahora ex novio de Andrea.
Max guió a Andrea hasta la salida y al parecer tenía toda la intención de llevarla hasta su carro pero la chica se soltó antes de que pudiera hacerlo.
–¡Suéltame! No necesito tú ayuda.– dijo la mexicana soltándose del agarre de Max.
–Se nota.– respondió el rubio sarcásticamente.
–Me da igual, yo estoy bien, mi vida esta bien y honestamente no necesito ser tu acto de caridad.–
–No eres un acto de caridad y ahora vas a callarte y deja que te ayude y te lleve a tú casa.– dijo Max autoritariamente.
Andrea se quedó parada callada por unos segundos mientras debatía entre acatar lo que dijo Max o retarlo, le interesaba ver que pasaría si lo reta, pero también estaba algo cansada y solo se quería ir a dormir. Asintió con la cabeza y siguió a Max hasta su carro, le abrió la puerta y la dejó subirse y una vez ambos adentro empezó a manejar.
–¿Quieres comer algo?– preguntó el holandés.
Andrea solo se quedó callada, lo iba a molestar aunque sea un poco, se lo merecía por haber hecho eso...y no llamarla.
–¿No vas a decir nada?–
–Me dijiste que me callara.– dijo completamente seria.
Max volteo a verla completamente incrédulo, sabía que la chica era muy inteligente como para tomárselo a orden y hacerle caso así que lo estaba haciendo para molestarlo, tenía ganas de decirle que entonces se quedará callada pero él sabía que ya la había cagado desde que no la había llamado y decirle eso solo empeoraría las cosas.
–Esta bien, no te calles. Ahora qué quieres?– volvió a preguntar.
–Disculpas, eso quiero.– dijo Andrea volteando para verlo mientras hablaban.
–No creo que las disculpas se coman, An.– dijo el piloto sin quitar su mirada del camino.
–Sabes a lo que me refiero.– dijo la mexicana cruzando sus brazos.
–Bien, lamento haberte arrastrado afuera del bar.–
–¿Y qué más?–
–Y lamento no haber llamado.– dijo el rubio soltando un suspiro, definitivamente no le gustaba disculparse.
–Con eso me conformo, ahora, a dónde vamos a comer?– preguntó con una sonrisa, en su opinión la vida era muy corta para ser rencorosa, sobretodo porque por alguna razón le costaba estar enojada con Max.
–Es lo que llevo preguntándote desde hace cinco minutos.–
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Andrea|| Max Verstappen
FanfictionAndrea creció en una familia de bajos recursos, había nacido en México pero su familia se mudó a Estados Unidos cuando ella apenas tenía tres años, trabajaba en un bar para poder pagar su renta y sus necesidades, le llegó una oportunidad para trabaj...