Omegacember

Ofrenda (Stony)

Otro día más, Anthony Stark mundialmente conocido como Iron Man el omega mas cotizado por la sociedad, llegó a la Torre de los vengadores, antes la torre Stark, había sido solicitado para una reunión de emergencia esta vez llegó con 30 minutos de retraso, pero no era su culpa, ya que al salir de su mansión tuvo que evadir a algunos pretendientes que llegaron con elegantes obsequios, los cuales rechazó cortésmente, al entrar a la recepción observó una gran cantidad de ramos de flores, dio un suspiro cansado y caminó rápidamente al ascensor.

— Ya llegué, lamento el retraso. —Dijo  entrando a la sala.

— 30 minutos tarde Stark.

— Ya dije que lo siento capipaleta.

— ¿De nuevo tus pretendientes? —Preguntó Natasha.

— Sí, de nuevo con sus regalos baratos.

— ¿¡Baratos!? —Exclamó Clint sorprendido pues todos ya habían visto algunos de los obsequios que le enviaban al genio.

— Asi es, mis estándares son muy altos...

— A lo que venimos. —Dijo Steve con seriedad.

Todos voltearon a ver al capitán y escucharon la estrategia para la nueva misión, luego cada quien fue por sus armas, Steve se quedó unos minutos en su habitación, observando un ramo de margaritas, blancas, rojas y azules, dio un suspiro decepcionado, su regalo se vería pequeño y sencillo entre los lujosos obsequios dados por esos alfas, dejó el ramo en la cama y salio de la habitación, la misión fue un éxito aunque con algunos inconvenientes, como cierto omega castaño que se puso enfrente de una explosión para salvar a la espía pelirroja, su armadura terminó bastante dañada y tuvo que ser hospitalizado.

— Bonitas flores... —Murmuró el castaño sobresaltando a cierto alfa que colocaba el ramo de margaritas en un florero.— Pero las flores blancas no van conmigo.

— Las margaritas blancas representan la pureza e inocencia.

— Por eso lo digo capipaleta. —Dijo soltando una risa seca.— Supongo que la persona que las envió no me conoce bien...

— ¿Como te sientes? —Preguntó Steve tratando de cambiar de tema.

— Muy bien, no se ni que hago aquí.

— Te rompiste dos costillas... —Dijo Steve tratando de mantener la calma no quería empezar una discusión mucho menos después de que Tony había permanecido tres días inconsciente.

— Me he roto mas... —Contestó Tony con tranquilidad.— Hierba mala no muere.

— Tony... —El genio volteó a ver el rostro serio del alfa.

— Y aquí vamos, si ya se, debo tener mas cuidado, no soy inmortal y... —Se quedó callado al recibir un abrazo del rubio.

— Las margaritas blancas también significan amor verdadero... —Dijo aún abrazando al genio, teniendo cuidado de no poner su peso sobre él.— Mientras que las azules significan lealtad y fidelidad... las rojas...

— Amor pasional... —Comentó Tony.— Oh mejor dicho amor erótico, o sea que la persona que me las obsequió se siente bastante atraído por mí. —Dijo alzando una ceja, el rubio se sonrojó y se separó del abrazo.— Y al parecer también me está proponiendo matrimonio, porque eh escuchado que también eso representan las azules.

— También transmiten paz. —Dijo Steve viendo hacia otro lado.

— Oh... y yo ya pensaba decirle que si...

— ¿Eso significa que te gustó el ramo? —Preguntó Steve, Tony sonrió al ver la emoción del rubio.

— Acepto tu cortejo alfa sexi y anticuado.

— Tony. —Contestó el rubio avergonzado pero a la misma vez se sentía feliz, se sentó a un lado de la cama y tomó la mano de Tony para luego besarla.— Te prometo que me esforzare para ganarme tu corazón.

— Alfa tonto tienes ni corazón desde la primera vez que te vi.

Ambos rieron y luego Steve se acercó a Tony para depositar un tierno beso en sus labios, sintiendo una emoción inimaginable.