Ojos de Cachorro (Stony)

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Steven Grant Rogers, ex Capitán del ejército de Estados Unidos, el héroe que dio pasó a la victoria en la segunda guerra mundial, era conocido como un alfa de élite, dominante, rudo, fuerte, imponente, con un gran liderazgo, ordenaba algo y todos obedecían sin rechistar, aun así deseado por muchos omegas y betas, pero su corazón, su cuerpo ya le pertenecía a alguien, Anthony Edward Stark la envidia de todos lo omegas.

— Tony ya te dije que no. —Mencionó el rubio por quinta vez en media hora.

— ¿Cómo puedes negarme algo? Llevo a tu cachorro en mi vientre. —Mencionó señalando su enorme vientre de siete meses.

— Por esa misma razón.

— Voy a morir y será tu culpa.

— Estas exagerando. —Mencionó el rubio, volviendo a colocar aquella caja en el estante mas alto.— No puedo creer que Vision te bajara esto, ¿como hiciste para convencerlo? —Preguntó pero el castaño lo ignoró cruzandose de brazos, luego se puso de pie y salió molesto de la cocina, el rubio solo dio un suspiro y luego siguió al genio.

— No voy a hablar contigo. —Mencionó el genio para luego encerrarse en la habitación.

— Tony. —El rubio tocó la puerta varias veces pero no recibió respuesta, entonces decidió dejar descansar a su omega, asi que se dirigió a su gimnasio personal.

Despues de tres horas de entrenamiento el rubio decidió que era momento de una ducha, así que iría a su habitación, esperaba que esta vez Tony abriera la puerta, habría seguido su camino de no ser porque escuchó un ruido en la cocina, inmediatamente fue a ver, se sorprendió al ver a Wanda intentar bajar aquella caja, mientras Tony esperaba sentado en la pequeña isla.

— ¡Wanda! —Exclamó el Capitán con seriedad, al escuchar la voz la alfa pelirroja inmediatamente desistió y salió corriendo de la cocina, al mismo tiempo que Tony soltó un bufido.

— Ya dije que no hablaré contigo. —Comentó el genio poniendose de pie y saliendo de la cocina.

Steve frotó el puente de su nariz, soltando un suspiro, cambió la caja de lugar y se fue a duchar, Tony permaneció acostado mientras él se bañaba, le preguntaba a viernes si Tony aún seguía en la habitación.

— ¡Traidora! —Exclamó el genio, Steve se rió en la ducha al escucharlo.

Al salir el alfa se llevó la sorpresa que Tony no estaba, resopló y luego se vistió para ir a la sala, cuando estaba a mitad de camino miró a Clint que llevaba aquella caja, al verlo este se dio la vuelta y regresó a la cocina el rubio solo lo vio indignado y se sentó al lado de Tony que estaba en la sala viendo su teléfono.

— Ya no te quiero... —Murmuró Tony recostandose en el hombro del alfa, quién solo lo rodeó con su brazo.

Por la noche Steve se despertó al no sentir al omega a su lado, dio un suspiro y luego se puso de pie, seguramente el genio estaba en la cocina, lo comprobó cuando vio la liz encendida, apresuró el paso.

— ¡Nat! —Exclamó el Capitán al ver a la pelirroja bajar la caja.— No entiendo como logra convencerlos.

— ¿No lo has visto? —Preguntó la pelirroja alzando una ceja.

— ¿Qué cosa?

— ¿¡Wow eres su alfa, y no has visto esa mirada!? —Dijo sorprendida, Steve frunció el ceño.— Por cierto, Tony ya se llevó las donas. —Mencionó divertida dejando a un molesto capitán.

Steve llegó antes de que Tony le diera la primera mordida a la dona, mientras se había metido a un armario.

— Ya es suficiente Tony, sabes que no puedes comer mas de dos donas al día.

— Pero si casi es media noche lo que significa que ya estaremos en otro día.

— Tony... —Sentenció el rubio.

— Bien, tu ganas... aunque... —El genio sonrió de lado.— Solo será una mas si alfa...

El rubio se quedó perplejo al ver al genio hacer aquel gesto, permitiendo ver sus grandes y hermosos ojos chocolates de una manera que sentía derriterse, no se imaginó que su omega podría verse a un mas adorable, ya no pudo negarse a la petición de Tony, convirtiéndose eso, ahora en su debilidad.

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