Cap. 5 Lunática Lovegood

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Ya habían pasado varios días y Serena estaba disfrutando de su vida en la escuela.

Pasar tiempo con sus amigas, estudiar magia y hechizos.

Las clases de Hogwarts eran maravillosas. Había cada tipo de cosa que te terminaba sorprendiendo.

Está por más decir que la clase favorita de Serena era pociones. Al ser hija del profesor de pociones ha hecho todo tipo de poción desde pequeña. Siempre contesta cada pregunta que hace el profesor Snape y siempre termina antes que todos sus pociones. Cada clase sale con varios puntos para Slytherin.

Algunos dirían que es favoritismo al ser su hija pero solo es envidia ya que de verdad es la asignatura de la que más conocimiento tiene.

—¿Que es eso que te estás poniendo? —pregunto curiosa Astoria quien era la compañera en clase de pociones de Serena.

—Es una aceite especial que siempre me pongo antes de hacer pociones —dijo Serena aplicándose un poco al cabello— desde siempre he hecho pociones pero los vapores del caldero maltratan mucho el cabello si es que te expones constantemente. Por eso mi padre creo un aceite especial que te protege el cabello aunque te lo deja muy grasoso.

De ahí Astoria comprendió el porque el cabello de Serena era tan grasoso como el de su padre.

Serena disfrutaba mucho las clases de pociones. Además del hecho que siempre podía pasar tiempo con su padre cuando era su clase.

Debido al trabajo de Severus Snape casi no podía ver a su hija. Algunas veces que podía regresaba a casa o la visitaba cuando se queda en la mansión de los Malfoy. Pero eran muy contadas las ocasiones. En cambio ahora que Serena asistía a Hogwarts puede ver a su padre más seguido.

En cambio la clase que más le costaba a Serena era transformaciones. No era porque no entendiera la materia o el profesor fuese malo, sino que era porque la materia en si la parte práctica era muy difícil.

—¿Algún problema? —Pregunto la profesora Mcgonagall que estaba pasando por las mesas de sus alumnos.

—Un poco —dijo Serena que no podía transformar una cerilla en una aguja.

La profesora Mcgonagall trato de explicarle el cómo se hacía. Pero Serena ya se sabía la teoría de la transformación pero al momento de ponerlo en práctica no era muy hábil.

—Lo siento pero ya pasó una semana desde que les dejé la tarea de transformar una cerilla en una aguja y lo mayor que ha logrado es hacer la cerilla puntiaguda —dijo la profesora Mcgonagall— me temo que tendré que ponerle una nota baja.

Serena se sintió frustrada. Tenía que poner más empeño en transformaciónes si es que no quiere reprobar.

Aunque fuera mala en transformaciónes, no odiaba la materia, le era difícil pero le gustaba todo lo que tuviera que ver en transformar. Pero la materia que si odiaba era Defensa Contra las Artes Oscuras.

La materia no era mala ni era difícil. Pero el profesor que la impartía...

—Buenos días alumnos. El día de hoy me complace anunciarle que tienen el placer de recibir clases de mi. Gilderoy Lockhart. —dijo dando una reverencia— antes que nada para saber sí si leyeron mis libros, un examen. Por favor podría pasar las hojas.

Serena estaba muy entusiasmada. Conocía la materia y quería saber que tanto le enseñarian de aquí.

Había comprado los libros (que fueron muy caros) y los había leído todos. Hablaban sobre las aventuras y cosas que hizo Gilderoy Lockhart. Pelear con hombres lobo, cazar vampiros, etc. Aunque también venían cosas inútiles como el color favorito de Gilderoy Lockhart o el pasatiempo favorito de Gilderoy Lockhart.

Serena Snape y el Heredero de SlytherinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora